El aislamiento insuflado se ha convertido en una opción muy popular para aquellos que buscan mejorar la eficiencia energética de sus hogares sin la necesidad de llevar a cabo importantes obras. Este método nos ofrece una solución eficaz y rentable para mantener el confort térmico, por lo tanto, el ahorro en el hogar, especialmente en aquellas donde la demanda de los valores mínimos de confort es mayor.

A continuación, exploraremos en mayor detalle qué es realmente el aislamiento insuflado, cómo funciona, sus principales aplicaciones y alguna indicación orientativa de sus costes.

¿Qué es el aislamiento insuflado?

El aislamiento insuflado es un proceso mediante el cual se introduce material aislante en las cavidades de las paredes, techos o suelos de una construcción, es decir, en las cámaras de aire, y todo ello sin la necesidad de realizar cualquier tipo de obra que implique demoler algún elemento existente o tener que recrecer los cerramientos, con la pérdida de espacio y superficie que esto supone.

Este aislamiento se puede llevar a cabo con diversos tipos de materiales como fibra de celulosa, poliestireno expandido (EPS) o espuma de poliuretano, y se suele aplicar mediante un equipo especializado que lo insufla en las áreas concretas a aislar.

¿Cómo funciona el aislamiento insuflado?

El proceso de insuflado implica realizar pequeños orificios en los cerramientos (normalmente techos o paredes), para que, a través de los cuales introducir el material aislante. Una vez dentro de las cavidades, el material se expande por si solo y se compacta, consiguiendo llenar todos los espacios vacíos y creando una barrera térmica muy efectiva.

Este método nos asegura una distribución muy uniforme del aislante y garantiza un alto nivel de eficiencia energética ya que, gracias a su propiedad expansiva, consigue rellenar y ocupar infinidad de pequeños agujeros que no podrían ser aislados de otra manera. De esta manera, se consigue resolver la gran mayoría de puentes térmicos que podamos tener en nuestra vivienda, es decir, los puntos conflictivos por los que se suele perder calor como podrían ser los cantos de los forjados o las cajas de las persianas.

Tipos de aislamiento insuflado

Existen varios tipos de aislamiento insuflado pero los más comunes son:

  • Fibra de celulosa: hecha de papel reciclado tratado con sales de boro para hacerlo resistente al fuego y a los insectos.
  • Poliestireno Expandido (EPS): se trata de una espuma plástica que proporciona un buen aislamiento tanto térmico como también acústico.
  • Espuma de Poliuretano: ofrece un alto nivel de aislamiento y puede adaptarse a espacios muy irregulares.

¿Cuáles son sus usos y recomendaciones?

Aunque realmente puede ser utilizado en casi todos los casos, el aislamiento insuflado no está pensado para la construcción de obra nueva, sino que es ideal para vivienda existentes que necesitan mejorar su eficiencia energética sin tener que realizar obras importantes.

También es una excelente opción para áreas de difícil acceso, como áticos y cavidades de paredes de antiguos muros donde la cámara de aire era muy gruesa y no contaban con ningún tipo de aislamiento en su interior.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que este método puede no ser adecuado para todas las situaciones, especialmente si los muros o estructura presentan algún tipo de problema serio de humedad o ventilación.

Precios del aislamiento insuflado

El precio del aislamiento insuflado varía según diversos factores, como el tipo de material aislante utilizado, el tamaño de la superficie a cubrir y la ubicación geográfica de tu vivienda. En promedio, el coste por metro cuadrado puede oscilar entre los 10 – 25 €/m2.

En comparación con otros tipos de aislamiento, como la espuma rígida o la instalación de los clásicos paneles de lana de roca, el aislamiento insuflado tiende a ser algo más caro, ya que la mano de obra a la hora de su colocación suele ser más especializada. En todo caso, si no realizamos una comparación exclusiva del material y la mano de obra, sino que tenemos en cuenta otros factores como el tiempo de la ejecución, el espacio que nos ahorra o las molestias que evitamos al no tener que realizar obras, la opción del aislamiento insuflado puede ser más que atractiva.

Pros y contras del aislamiento insuflado

Pros

  • No requiere obras importantes, minimizando las molestias para los usuarios.
  • Proporciona un alto nivel de eficiencia energética y confort térmico.
  • Puede adaptarse a espacios irregulares y de difícil acceso.

Contras

  • Puede ser menos efectivo en áreas con problemas de humedad y ventilación.
  • Requiere la contratación de profesionales especializados para su instalación.
  • El rendimiento del aislamiento puede disminuir con el tiempo si no se mantiene adecuadamente.

En todo caso, una vez realizado cualquier tipo de mejora en el aislamiento de tu vivienda, es vital proteger esta inversión contratando un Seguro de Hogar MAPFRE que cubra cualquier tipo de problema, tanto con el aislamiento insuflado como con cualquier otro elemento constructivo de tu hogar. Además, si eres socio de Club MAPFRE, cuentas con la ayuda de un experto Yo me ocupo totalmente gratis, que podrá asesorarte y recomendarte las mejores opciones según tu vivienda.

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