Por su precio, manejo, propiedades y fácil construcción, los tabiques de escayola te permitirán levantar separaciones (por ejemplo, para un dormitorio en el que duerman dos personas, creando dos espacios particulares para cada uno) ajustadas a todos los bolsillos.
La técnica de alicatar sobre escayola
El principal inconveniente de la escayola es su aspecto final, su acabado, en bruto y sin remachar. Por eso una de las mejores formas de “acabar” tabiques de escayola es alicatándolos. Y para hacerlo, dependerá en parte de su estado previo al mismo
Preparación de la pared de escayola para alicatar
Antes de nada, lo primero será acondicionar el tabique de escayola que vayas a alicatar. Quítale el polvo y límpialo bien antes de empezar a trabajar. Y líjalo, para que en su superficie no queden porosidades, humedades, fisuras o cualquier otra imperfección. Esto impedirá que los azulejos se caigan al poco de estar colocados. Además, sería ideal aplicar antes una solución de impermeabilización en el tabique, para que, en caso de que se moje, el agua sea repelida y no absorbida por el mismo, evitando cualquier daño en su estructura.
Cómo alicatar sobre alicatado, papel pintado o pintura
Puedes alicatar sobre un tabique que ya haya sido previamente alicatado: es una de las muchas ventajas de la escayola, lo que permite aligerar el proceso. Para ello asegúrate de que los azulejos sobre los que vas a alicatar están sanos, eliminando aquellos que estén en mal estado o sueltos. Incluso es muy conveniente lijar los azulejos sobre los que vayas a trabajar para que el material de agarre, la cola que los sujete, responda más eficazmente. Eso sí, esto tiene un inconveniente: perderás espacio en la estancia.
En caso de que quieras alicatar una pared revestida con papel pintado, deberás quitarlo antes y preparar su superficie. Para eliminar el papel pintado de una pared, lo esencial es mojar mucho cada pieza para que se ablande y salga lo más rápido posible. Y no solo con agua: puedes mezclar agua muy caliente con vinagre o detergentes especiales en caso de que el papel esté demasiado adherido a la pared. También puedes usar máquinas de vapor, rodillos perforadores de papel, cepillos, decapantes y espátulas, por descontado. Todo sea por despegar ese papel rebelde que se resiste a abandonar su muro.
Y, por supuesto, si pretendes alicatar un tabique que ya ha sido pintado, también podrás hacerlo verificando que no haya zonas desconchadas o burbujas tras el pertinente alijado, o de lo contrario te tocará decapar la pared y pasar la espátula en más de una ocasión.
El alicatado en seco y mediante colas flexibles
En otro orden de cosas, es muy importante que el proceso de alicatar un tabique de escayola lo comiences varios días después de que hayas levantado el mismo. ¿Por qué? Porque la escayola podría estar aún fresca, tanto su superficie como su estructura podrían sufrir serios desperfectos.
Por último, uno de los consejos que los expertos ofrecen a la hora de alicatar un tabique de este tipo, es el de emplear materiales para el agarre de los azulejos que sean flexibles, para una mejor colocación de los mismos. Si bien también es cierto que elegir el material correcto para cada situación es fundamental.
Hoy en día puedes encontrar colas muy heterogéneas que se adaptan a la perfección a todo tipo de superficies y materiales: en el mercado podrás encontrar “pegamentos” desde el clásico mortero, a la resina o los compuestos sintéticos. Pero el producto más recomendado para colocar azulejos en tabiques de escayola es el cemento cola.
Y recuerda que si nunca has realizado este tipo de trabajos y tampoco tienes ganas de experimentos, el Seguro de Hogar MAPFRE te pone en contacto con los profesionales más solventes para que el acabado del trabajo sea óptimo.