Amianto. ¿Qué es y dónde podemos encontrarlo?
Arquitecto, apasionado del diseño. Desarrolla su actividad profesional a través de su estudio med.arquitectos, del que es cofundador y arquitecto de proyectos. Compagina su actividad principal trabajando como escritor para el periódico Diario de Almería en la columna semanal "La Cuarta Pared", a la vez que colabora con MAPFRE redactando artículos técnicos, constructivos y de diseño.
Todos hemos escuchado alguna vez hablar acerca de los peligros del amianto o de la uralita. Es un material perjudicial para la salud y que siempre es necesario retirarlo con cuidado, o, mejor dicho, tenemos que eliminarlo a través de una empresa especializada. Pero, ¿por qué? ¿Qué es exactamente el amianto? ¿Cuándo es perjudicial para la salud? Hoy aprenderemos un poco más sobre este material y, sobre todo, cómo debemos actuar si nos lo encontramos en nuestra casa.
Qué es el amianto
El amianto es un material compuesto a base de diferentes fibras minerales, concretamente seis. Estas fibras son muy largas y resistentes, a la vez que lo suficientemente flexibles como para que se puedan separar y entrelazar. Este material es de la familia de los minerales silicatos y también podemos encontrárnoslo con el nombre de Abesto y Uralita (este se llama así debido al nombre de la empresa que, por lo general, se dedicó a comercializarlo en España).
Es un material que fue muy utilizado en la construcción en España a lo largo de los años 60, 70, 80 e incluso años 90. Y, por lo tanto, hoy en día existen múltiples edificios con algún resquicio de amianto.
¿Por qué es peligroso el amianto?
El amianto no es peligroso para la salud por sí mismo si no lo manipulamos. El material no es tóxico en su estado final de fabricación. Son las fibras que lo componen las que pueden ser perjudiciales para el ser humano. Al manipularlo, sobre todo si tiene ya varios años, sus fibras pueden descomponerse y saltar al aire en suspensión, acto seguido, si respiramos o ingerimos sin querer, partículas de amianto, estas pueden dañar nuestro organismo.
Por este motivo, hay que tener especial cuidado a la hora de desmontar un techo de amianto. Es obligatorio el uso de trajes especiales, así como gafas, guantes, botas y mascarillas especiales.
Igualmente, está totalmente prohibida su manipulación si no es a través de una empresa especializada, que cumpla con todos los protocolos y condiciones de seguridad y salud que marca la legislación a nivel nacional.
Para ello, suele ser necesario la elaboración de un proyecto de demolición firmado por un técnico competente. En dicho proyecto habrá un apartado relativo a la gestión de residuos, que explique el recorrido y el tratamiento del material una vez desinstalado de su lugar de origen.
Este tipo de demoliciones suelen ser muy costosas, puesto que requieren de una empresa profesional que asuma todos los cargos y costes que exige el tratamiento del amianto.
¿Dónde podemos encontrar amianto hoy en día?
El amianto, debido a la diversidad de sus características, se ha utilizado en diferentes productos de bastantes sectores industriales, desde materias textiles hasta envases y paqueterías. Sin embargo, nos centraremos en el sector de la construcción, ya que es, sin duda alguna, el ámbito donde más se ha utilizado a lo largo de la historia.
El amianto es un material que tiene una gran resistencia térmica, siendo ideal para ser usado en tejados. También es muy recurrente en instalaciones de fontanería y saneamiento o en baldosas y azulejos.
Hoy en día está prohibido su uso como material de construcción, así que será imposible encontrarlo en edificaciones de obra nueva en España, por lo tanto, si el año de construcción de tu vivienda es posterior a 2002, no tenemos de qué preocuparnos.
Sin embargo, es probable que nos lo encontremos si adquirimos una casa antigua con el fin de reformarla íntegramente. Lo más común es que aparezcan en algunos tejados antiguos de terrazas o porches cubiertos. Era muy habitual su uso en forma de planchas onduladas (que favorecían su resistencia a la vez que la evacuación del agua de lluvia).
Otro gran uso del amianto se centra en la elaboración de tuberías y bajantes, tanto de aguas pluviales como fecales. Así que, si nos encontramos una columna de instalaciones en nuestro piso de un edificio residencial antiguo, es muy probable que contenga amianto.
Encontrar amianto en nuestro inmueble siempre conlleva ciertos gastos y molestias para deshacernos de él, por lo tanto, es muy recomendable contar con personas o empresas que nos asesoren y nos ayuden en el proceso de la retirada de este particular material.
Comentarios (0)