Hay algunos sabores que son realmente inconfundibles, como el pan casero recién hecho o la pizza cocinada en un horno de leña. Sin lugar a duda, este tipo de comidas, al igual que otras muchas recetas, son muy características de aquellos momentos que salimos a comer fuera de casa ya que suele ser complicado disponer de la maquinaria necesaria para cocinarlos. Sin embargo, podemos aprender cómo hacer un horno de leña casero en tu propia casa y así disfrutar de increíbles recetas sin movernos del hogar.
Materiales necesarios para hacer un horno de leña
Antes de ponernos manos a la obra, es necesario que compremos todos los materiales que serán necesarios para construir nuestro propio horno de leña. Para ello podremos acudir a cualquier tienda especializada o de construcción. Para algunos elementos concretos, como el termómetro o la puerta, podemos incluso buscar por internet.
De manera general, tendremos que reunir los siguientes materiales para empezar nuestra construcción:
- Ladrillos refractarios. Se trata de ladrillos cerámicos especiales para resistir altas temperaturas.
- Cemento refractario. Al igual que los ladrillos, necesitaremos que la base de la mezcla que hagamos sea también resistente al fuego.
- Agua. Para mezclar con el cemento.
- Arena. También para mezclar con el cemento.
- Nivel de burbujas.
- Cuerda o hilo.
- Espátula.
- Malla fina de acero.
- Aislante térmico para hornos de leña.
- Cubo para hacer la mezcla.
- Puerta de acero.
- Chimenea.
- Termómetro.
Cómo hacer un horno de leña
Necesitaremos un sitio espacioso y de fácil acceso para trabajar y llevar todos los materiales necesarios.
La base del horno
Antes de empezar, primero tendremos que elegir un sitio para levantar nuestro horno de leña. Determinar si lo hacemos apoyado en el suelo, sobre alguna estructura o en una encimera que ya dispongamos con anterioridad. Este punto es realmente importante ya que nuestro horno de leña va a tener un peso y una masa considerable, así que unos buenos cimientos donde apoyarse son fundamentales.
Lo mejor sin duda es construir nuestro horno sobre una encimera de obra bien nivelada y con apoyos de refuerzo donde vayamos a situarlo.
A la hora de empezar, es importante disponer de una buena superficie horizontal que podremos hacer de ladrillo refractario visto. Esta superficie será donde coloquemos directamente las bandejas y los alimentos.
Iremos colocando ladrillos horizontalmente diseñando un círculo en planta del tamaño que podamos, con un diámetro de aproximadamente 1 metro es más que suficiente.
Las paredes del horno
Con los ladrillos y la mezcla iremos levantando las paredes de nuestro horno. Para nivelarlas, usaremos el hilo que ataremos a la altura deseada cada hilera y nos servirá de guía para saber qué cantidad de mezcla tendremos que echar para compensar así las alturas. Con el nivel de burbujas iremos comprobando de vez en cuando que todo siga totalmente horizontal. O al menos, las primeras 3 o 4 hiladas de ladrillo.
Una vez llegada a la quinta fila, empezaremos a recortar los ladrillos con la ayuda de la paleta para darles forma de cuña y así empezar a construir la bóveda.
Si el horno no es muy grande, podremos terminar la bóveda con cierta maña y teniendo cuidado a la hora de recortar los últimos ladrillos. Sin embargo, si queremos construir un horno de un tamaño considerable, será necesario fabricar una estructura de madera que sujete de manera temporal los ladrillos. Una vez que la mezcla esté seca, podremos retirar la estructura de madera o incluso quemarla encendiendo el horno.
Terminación y aislamiento
Una vez terminada la fase de los ladrillos, pasaremos a enfoscar exteriormente el horno con una mezcla de cemento, agua y arena. Esta capa debe tener un grosor considerable, entre 2 y 3 centímetros.
A continuación, pasaremos a aislarlo con lana de roca o con algún aislamiento térmico especial para hornos de leña.
Tras esta capa de aislamiento, volveremos a enfoscar el horno, esta vez usando una malla de acero para que nuestra mezcla no se agriete en un futuro.
Acabados exteriores
Cuando la última capa esté totalmente seca podremos pasar a los acabados exteriores, que serán tan diversos como podamos imaginar: desde piedras naturales sujetas con cemento hasta una simple pintura acrílica.
Elementos extras
Aunque hablemos de estos elementos al final de la guía, es necesario tenerlos en cuenta y dejar sus respectivos espacios durante la fase del levantado de las paredes. Hablamos de la puerta, el tubo de extracción del aire y el termómetro.
Suelen tratarse de elementos prefabricados y especiales para hornos. Así que nuestra tarea se reducirá a colocarlos en su lugar una vez hayamos acabado nuestros trabajos de albañilería.
Prueba de fuego
Conviene no forzar la temperatura en los primeros encendidos. El secado debe ser progresivo y una excesiva temperatura al comienzo puede ocasionar grieta
A lo largo de todo este proceso es muy importante contar con las correspondientes medidas de seguridad en la vivienda, además de tener un Seguro de Hogar MAPFRE que nos apoye ante cualquier incidencia.
José Moreno Ferre
Arquitecto