¿Cómo hacer tú mismo una pared de bloques de vidrio?
Arquitecto, apasionado del diseño. Desarrolla su actividad profesional a través de su estudio med.arquitectos, del que es cofundador y arquitecto de proyectos. Compagina su actividad principal trabajando como escritor para el periódico Diario de Almería en la columna semanal "La Cuarta Pared", a la vez que colabora con MAPFRE redactando artículos técnicos, constructivos y de diseño.
Las paredes de vidrio son una solución muy interesante para separar espacios de interior sin llegar a perder esa luminosidad tan deseada en nuestras viviendas. Hoy en día, y cada vez más a menudo, se busca reformar las estancias para ampliarlas y comunicar espacios, aportando así una gran flexibilidad a las viviendas y, sobre todo, unos espacios más amplios iluminados mediante luz natural.
Para ello, la mejor solución es sin duda alguna las paredes de cristal, ya que nos aportan una separación física entre estancias a la vez que no encierra el espacio y de manera subconsciente se siente como un todo continuo, permitiendo las vistas a través.
Tipos y formatos
Una pared de cristal puede estar construida de múltiples formas, aunque podríamos englobarlos en dos grandes tipos: los grandes paños de vidrio y los bloques de vidrio.
Grandes paños de vidrio
Los grandes paños de vidrio son unas superficies de vidrio del tamaño de una puerta aproximadamente y rodeados perimetralmente por una carpintería metálica, normalmente de aluminio o de acero. Estos elementos tienen la ventaja de poder instalarlos en carpinterías correderas o abatibles que nos permiten abrirlos en cualquier momento y volver a conectar los espacios. Por ejemplo, el caso práctico más común serían los tabiques separadores entre cocina y salón en la mayoría de diseños de reforma actuales.
Bloques de vidrio
También conocidos como “pavés”, son bloques de menor tamaño, normalmente un poco más grandes que los tradicionales ladrillos cerámicos. El muro en sí no es únicamente un paño de vidrio continuo como en el anterior caso, sino que está compuesto por una fábrica de varias piezas. Sus formatos son bastante variados y podemos encontrar en el mercado gran cantidad de tamaños, formas y colores. Sin embargo, sigue siendo el clásico modelo cuadrado de 20×20 traslúcido el más utilizado hoy en día.
El vidrio es un material que se puede trabajar de muchas formas, desde fundirlo para fabricar objetos con cualquier forma, hasta pulirlo para conseguir cantos más perfectos o superficies más trasparentes.
Materiales necesarios para comenzar la instalación
Este proceso requiere de una preparación previa, tanto en la compra de materiales como en la limpieza y organización de la zona de trabajo.
Los principales materiales que componen el muro serán los mismos bloques de vidrio y el mortero que los une entre sí. Sin embargo, existen otros muchos materiales auxiliares que necesitaremos:
- Nivel de burbuja
- Cubo
- Paleta
- Mortero para juntas (especial para bloques de vidrio)
- Martillo
- Taladro
- Barras de acero corrugadas
- Adhesivo epoxi
- Bloques de vidrio
- Separadores de plástico
- Trapo y espátula
Tutorial paso a paso del montaje
El procedimiento es bastante parecido a la construcción de un muro de ladrillo convencional, pero con algunas características propias que a continuación te mencionamos.
- Antes de nada, tenemos que estar seguros de nuestro muro, para ello colocaremos simplemente nuestros bloques en el espacio donde los vayamos a colocar. Calcularemos cuántos bloques necesitamos teniendo en cuenta que debe haber, al menos, una separación entre ellos de unos 2-3 cm para que el mortero funcione correctamente.
- A continuación, pasaremos a anclar las barras de acero corrugadas verticales en el suelo. Para esto tendremos que hacer unas perforaciones en el suelo con la ayuda de nuestro taladro y con la ayuda del adhesivo epoxi, hacer penetrar las barras unos 5 cm aproximadamente en el suelo.
- Ahora comenzaremos a colocar nuestra primera fila de bloques de vidrio. Para asentarla, mezclaremos agua y el mortero especial para bloques, y echaremos una primera capa del mismo, para que acto seguido podamos apoyar los primeros bloques ajustándolos siempre con nuestro nivel de burbujas dejándolos lo más horizontal posible.
- Una vez colocada una fila completa, tendremos que volver a utilizar las barras de acero, pero esta vez dispuestas de manera horizontal a lo largo de todo el muro. Si tenemos la posibilidad de anclarlas a alguna pared lateral, repetiremos el proceso del agujero con el taladro y el adhesivo epoxi para anclarlas.
- Repetiremos el proceso fila tras fila hasta llegar al final superior del muro. Estos bloques no se pueden cortar, así que tenemos que tener muy claras las medidas en el replanteo, para evitar huecos extraños. También tenemos que recordar el uso de las piezas de plástico que hacen las veces de separadores y de tope de apoyo para los bloques de vidrio, hay que colocar una en cada esquina de cada bloque.
- Por último, tendremos que esperar unas 24-48 h, según nuestro clima, y cuando esté bien fraguada toda la mezcla de las juntas podremos empezar a limpiarlas con un trapo húmedo y una espátula para ir quitando todas las imperfecciones.
Una vivienda siempre es objeto de reformas y mantenimientos, para estar tranquilos en este sentido, es importante contar con un Seguro de Hogar MAPFRE, que nos ofrece la tranquilidad de tener nuestra casa protegida y se adapta a nuestras necesidades.
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