Todos nos hemos encontrado alguna vez con esa situación desagradable en la que necesitamos descansar, pero el continuo ruido de los vecinos de arriba no nos lo permite. Insonorizar el techo es una solución ideal para resolver este molesto problema.
Sufrir los ruidos de tacones, de niños jugando, muebles arrastrándose o incluso personas gritando es realmente molesto, sin embargo, siempre hay alguna solución para no oír a tus vecinos. En esta breve guía aprenderemos qué sistemas podemos usar, algunas de sus características y cuáles son más económicos.
¿En qué consiste realmente insonorizar el techo?
Se supone que, en la actualidad, las obras nuevas deben cumplir con los estándares de bienestar y confort que marcan el Código Técnico de la Edificación, más concretamente en su sección Protección frente al ruido. Sin embargo, en edificaciones más antiguas podemos encontrarnos con una transmisión acústica entre los forjados muy molesta para la convivencia.
Para solucionarlo existen básicamente dos formas de actuar: insonorizar por arriba, es decir, por el suelo de nuestro vecino, o insonorizar por abajo, es decir, por nuestro propio techo. Sin embargo, la opción de actuar en una casa que no es la nuestra queda descartada en todo momento ya que no podemos entrar en un inmueble que no sea nuestro. Así que la lámina anti impacto para pisadas queda totalmente descartada.
Por ello, pasaremos directamente a insonorizar nuestro propio techo. Existen varias formas de proceder, pero todas ellas requieren de manos especializadas o al menos saber muy bien qué se está haciendo y con qué materiales contamos. Ya que el sonido es muy complejo de controlar y si no realizamos correctamente la instalación de los aislantes acústicos, este puede traspasar igualmente haciendo ineficaz todo el trabajo.
¿Tipos de aislamientos acústicos para techos?
La manera más común de insonorizar el techo de nuestro hogar es mediante la instalación de un falso techo con aislante acústico. Este falso techo, o cielo raso, puede ser de varios materiales, al igual que los aislamientos.
Falso techo de pladur
Se trata del material más utilizado en estos casos, debido a su ligereza, su facilidad de montaje y su economía.
Existen dos grandes grupos de sistemas, los falsos techos continuos o los de placas. El continuo es más bonito porque nos ofrece un acabado liso como un techo real, pero el falso techo de placas es más sencillo de colocar, además de ser registrable para poder cambiar algunos elementos el día de mañana sin necesidad de hacer obras.
En la cámara de aire que queda entre nuestro falso techo y el techo real de la vivienda deberemos instalar planchas de aislante acústico, como lanas minerales destacando la lana de roca o paneles más rígidos como los aislamientos a base de poliuretano. Ambos son ligeros y están preparados para este tipo de actuaciones.
Falso techo de escayola
Hoy en día se utiliza menos que el pladur puesto que su instalación es un poco más compleja y su alto peso implica sobrecargas en edificaciones ya consolidadas.
Sin embargo, también son totalmente útiles para resolver los problemas acústicos, ya que el material que realmente va a absorber los ruidos son los aislantes del interior del falso techo. La elección de un acabado de escayola o de pladur puede ser más bien estético.
¿Es necesario obras para insonorizar el techo?
La instalación de este tipo de techos requiere de mano de obra especializada, al igual que herramientas y materiales específicos. Algunos materiales como la lana de roca pueden ser perjudiciales para la salud en el momento de su instalación si no se requiere de la protección adecuada.
Por este motivo, la mejor opción es contar siempre con empresas constructoras, y si son especialistas en aislamientos mejor.
Recomendamos siempre pedir dos o tres presupuestos para comparar que tipo de soluciones nos ofrecen cada uno y sobre todo que material aislante nos proponen. Así como su grosor y densidad, ya que estás dos variables van a ser las que determinen su capacidad aislante.
Las obras para insonorizar el techo son muy sencillas y no implican romper o destrozar ningún elemento constructivo de la vivienda. Pero pueden ser molestas o tediosas puesto que implican la actuación en toda la superficie de la casa.
Seguramente cada empresa ofrezca un presupuesto ajustado a sus costes generales y sus beneficios, pero por lo general, el precio del pladur puede rondar entre los 20-30 €/m2 y el aislante de lana de roca entre los 4-8 €/m2. Sin embargo, cada vivienda cuenta con sus propias singularidades que hacen que estos precios sean meramente orientativos.
Actuar en el hogar es siempre muy molesto y puede llevarnos algún tipo de percance, por eso nunca debemos dejar de contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que nos proteja ante alguna incidencia.