Dependiendo del tipo de tarima flotante que tengas instalada, te resultará más fácil o menos quitarla. Sigue estos pasos, busca todas las herramientas y pon un poco de paciencia.

Cómo quitar la tarima antigua

En el caso de que se trate de una tarima que tenga ya bastantes años, seguramente las lamas se encontrarán fijadas al suelo con cemento. Si es este tu caso, tendrás que armarte de fuerza y utilizar una patacabra para quitarlas. Esta labor es muy dura y requiere de mucho esfuerzo, así que ten paciencia y ponte manos a la obra. Si quieres puedes acercarte hasta un centro de bricolaje y preguntar por algún taladro especial para quitar tarima flotante. Seguro que encuentras alguno que te ayude a levantar el entarimado.

En la mayoría de los casos, el machihembrado se te romperá por algunos sitios, quedando las lamas rotas. Si tienes la tarima con cemento, incluso es mejor que contrates a algún profesional que te lo quite, ya que, como hemos dicho, es una tarea que requiere mucho trabajo y esfuerzo, pues deberás hacer palanca con la patacabra.

Cómo quitar un entarimado más nuevo

Afortunadamente, en los últimos años el entarimado ha ido mejorando y no lo pegan con cemento, sino que las tablas van encajadas unas con otras. Lo que tienes que hacer para quitar la tarima flotante es acercarte hasta los zócalos. Quita uno de ellos con la ayuda de una espátula o similar y cuando lo tengas quitado, verás la junta de dilatación que sujeta las lamas.

Después simplemente tira de una en una hasta irlas sacando. Aunque depende del sistema que utilicen, puede ser que para quitarlas necesites tirar de la lama hacia ti y en algún caso, además tendrás que dar un pequeño giro para arriba. Hazlo con cuidado para no romperlas.

En este segundo caso, es decir, cuando el entarimado es más nuevo, puedes incluso volver a utilizar las lamas para otra habitación o reutilizarlas para hacer alguna estantería, por ejemplo.

 

Recuerda…

  • Tarima antigua: estará pegada con cemento. En ese caso se necesitará una patacabra y fuerza para quitarlas.
  • Tarima nueva: están encajadas unas con otras, así que basta con quitar el rodapié e ir tirando de ellas.
  • Reutilizar: si las lamas están casi nuevas, puedes utilizarlas para otra habitación o para hacer muebles.