Los tableros aglomerados y los tableros MDF son productos que, aunque se asemejan mucho, presentan algunas diferencias que hay que conocer para optar por uno u otro en función de las características de la obra que se pretenda realizar.
Qué es un tablero aglomerado
El tablero aglomerado es un material fabricado con partículas de madera de distinto tamaño procedentes de triturado de astillas, que se mezclan con algún tipo de resina o cola, sometido a prensado plano a alta temperatura y lijado.
El tablero aglomerado está formado por dos capas externas de partículas finas, y una capa intermedia de partículas más gruesas.
Qué es un tablero MDF
Un tablero MDF -acrónimo de Medium Density Fibreboard, en español «fibra de densidad media»- está elaborado con un 85 por ciento de fibras de madera (previamente sometida a un proceso de desfibrado), y están aglutinadas con resinas sintéticas mediante fuerte presión y calor, en seco, hasta alcanzar una densidad media (entre 500 y 800 kg/m3).
Al contrario que el tablero aglomerado, el tablero MDF está compuesto por una sola capa uniforme de finísimas fibras de madera.
Diferencias entre tablero MDF y aglomerado
Aglomerado | MDF | |
Estructura | Presenta irregularidades en la superficie incluso tras el lijado. Es altamente poroso. | Tiene una textura fina y uniforme. Es más maleable. |
Recubrimientos | Melamina | Melamina y rechapado |
Acabados | Inadecuado para la aplicación de lacas y barnices. Solo acepta pintura (imprescindible imprimación y sellado). | Perfecto para toda clase de acabados, preferiblemente a base de disolventes. |
Aplicaciones | Solo para interior | Solo para interior |
Peso | Más ligero | Mayor densidad y peso |
Precio | Más barato | Un 20% más caro |
En comparación con el tablero aglomerado, el tablero MDF presenta una estructura más uniforme y homogénea y una textura más fina. Su maleabilidad es también mayor, es decir, se le puede dar forma o curvarlo sin que se rompa.
Estructura
Ambos materiales se trabajan prácticamente igual que la madera maciza, sin necesidad de herramientas especiales, pudiéndose fresar y tallar en su totalidad.
Recubrimientos
Tanto los tableros aglomerados como los MDF pueden estar recubiertos con una resina plástica llamada melamina que puede presentarse en colores lisos o imitando las trazas de los distintos tipos de madera.
Esta capa proporciona una superficie sin poros, dura y resistente al desgaste superficial en la cual no se generan manchas ni se absorben líquidos u olores, facilitando su mantenimiento y limpieza.
Un punto más sofisticado, desde el punto de vista decorativo, es el rechapado con chapa natural. Para esta operación, es insuperable el tablero MDF porque la uniformidad de su superficie favorece la adherencia de los pegamentos y colas, consiguiendo de esta manera una apariencia de madera maciza.
Acabados
En este aspecto, existen grandes diferencias entre ambos tipos de tableros.
El tablero aglomerado en bruto es rugoso, presenta una superficie que no es totalmente lisa, incluso tras el lijado, el resultado no es bueno, por lo que resulta inadecuado para la aplicación de acabados, sobre todo de lacas y barnices. Además, debido a su alta porosidad absorberá una gran cantidad de producto. Prácticamente, el único acabado aceptable es con pintura tras las correspondientes operaciones de lijado, imprimación y sellado.
En cambio, el tablero MDF, por su estructura uniforme y homogénea y su fina textura, es perfecto para la aplicación de toda clase de acabados como lacados, pintados y barnizados, preferiblemente a base de disolventes en lugar de pinturas al agua.
Al no existir grano, el resultado es el mismo en todas las direcciones, que será tanto mejor cuanto mayor sea la densidad del tablero.
Medidas de comercialización
Prácticamente, ambos tipos de tableros se comercializan en dimensiones y formatos muy similares. Existen muchas medidas y grosores, pero las de uso más frecuente son las de 244×122 cm y 285×210 cm, de 16 y 19 mm de grueso.
Asimismo, en ambos tipos de tableros existen variedades resistentes a la humedad (hidrófugos) y resistentes al fuego (ignífugos), características que se consiguen mediante el añadido de determinados productos químicos durante el proceso de fabricación.
Aplicaciones
Ambos tipos de tableros son para uso interior. La utilización de uno u otro dependerá de las características de la obra que se pretenda realizar y de las propias de cada tipo de tablero.
Habitualmente, se utilizan para la fabricación de muebles de todo tipo, revestimientos, soporte para suelos laminados, molduras, etc.
Peso
El peso de ambas clases de tableros viene determinado por la densidad. Por este motivo, el peso de un tablero MDF (que tiene mayor densidad) suele ser superior al de un tablero aglomerado.
Por ejemplo, un tablero MDF de 244×122 cm, de 16 mm de grueso, pesa 36 kilogramos; y si es de 19 mm de grueso, 43 kg. En esa misma medida y grosores, un tablero aglomerado estándar pesa 30 y 35 kilogramos, respectivamente.
Precio
Una de las ventajas de estos productos frente a la madera maciza es su precio, sensiblemente menor. Entre ellos, sin embargo, existen diferencias en este aspecto.
El aglomerado es siempre un producto más barato que el MDF, que puede ser hasta un 20 por ciento más caro que el aglomerado normal.
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