La madera para paredes como recurso decorativo está cobrando cada vez más fuerza. Ya es habitual usarla para resolver con acierto el diseño de una pared focal haciendo que la vista se dirija hacia ella sin necesidad de incluir demasiados artificios.
Maderas macizas, conglomerados, virutas, contrachapados… las opciones son muchas y todas ellas tienen la misma función: dar calidez y personalidad al revestimiento de las paredes. Sin embargo, antes de lanzarnos a poner en práctica esta tendencia conviene tener claro sus ventajas e inconvenientes para tomar la decisión más adecuada.
Pros de instalar paredes de madera
- Sostenibilidad: La madera es la materia prima menos intensiva en cuanto a consumo de energía. Es reciclable, biodegradable, reduce el cambio climático y es el material de construcción más sostenible.
- Aportan calidez: Este material es, sin duda, uno de los más eficaces a la hora de conferir calidez visual a una estancia y uno de los principales motivos que lleva a muchos a incluirlo como revestimiento de paredes.
- Aísla del frío: Los países del norte de Europa lo saben bien: la madera es un excelente aislante para protegerse del frío exterior. Aunque varía mucho según el tipo de madera, como norma general es quince veces más eficaz que una pared de hormigón. Es decir, un friso de veinte milímetros aísla tanto como un muro de hormigón de trescientos milímetros. La madera es, por tanto, uno de los mejores aislantes naturales, solo superada por el corcho.
- Regula la humedad: Otra de las características de la madera es que posee propiedades higroscópicas, es decir, es capaz de atraer el agua en forma de vapor o de líquido del ambiente en el que se encuentra, regulando así la humedad relativa del entorno.
- Contribuye a la eficiencia energética: Es precisamente su poder aislante lo que favorece la eficiencia energética de las viviendas, ya que reduce de forma considerable la necesidad de calentar o enfriar ambientes.
- Mejora la calidad del sonido: Su poder aislante lo es también en el sentido acústico, ya que absorbe las ondas sonoras evitando la reverberación. Por esta razón los auditorios y palacios de música suelen tener las paredes revestidas de madera.
- Es muy resistente: Una buena madera puede durar muchísimo tiempo. Este material ofrece gran resistencia a los esfuerzos de compresión paralela a sus fibras. Las típicas viviendas americanas realizadas completamente en madera son un buen ejemplo de ello. A pesar de sus finas paredes y su estructura liviana son capaces de resistir con gran estoicidad cientos de años.
Contras de instalar paredes de madera
- No emite calor: A pesar de ser un aislante excelente, no acumula tanto calor, ni lo cede poco a poco, como sí lo hacen la piedra y la cerámica.
- Se hincha: Esa propiedad higroscópica de la que hablábamos antes hace que se regule la humedad ambiental, pero al mismo tiempo incide sobre la madera modificando su dimensión. Esto se debe a que los huecos entre las fibras son tan pequeños que originan fuerzas de Van der Waals, las cuales captan agua de la atmósfera que le rodea. Todo esto se traduce en que la madera se hincha o merma según la humedad ambiental.
Tipos de madera
La madera es un material versátil, muy decorativo y con grandes beneficios que ya conoces.
Además, nunca pasa de moda: incluirla en cualquier espacio es siempre un acierto. Es la nota que terminará por dar la clave en un ambiente rústico, minimalista, moderno, etc., siempre según los acabados elegidos.
Si quieres apostar por recubrir paredes con este material, atrévete a hacer mezclas y a jugar con él. Puedes valerte de los diferentes acabados, de las variedades y tipos existentes, de las composiciones, colores, volúmenes, y un largo etcétera. Recuerda que tu Seguro de Hogar MAPFRE protege también los paramentos fijos de madera que hayas incorporado a la vivienda sobre las paredes originales.
Para saber qué madera elegir según el proyecto, debes conocer sus características particulares. Existe una clasificación por la que se divide las maderas en duras o blandas:
Maderas duras
Provienen de árboles de crecimiento prolongado, lo que encarece el precio final. Sus propiedades y la estética son de mayor calidad, además de ser más resistentes y, por tanto, más difíciles de trabajar. Algunas de las maderas duras son:
- Caoba: esta madera tropical de color rojizo es altamente resistente a la carcoma. Se suele usar en suelos y puertas.
- Roble: a pesar de ser muy resistente, corre el riesgo de agrietarse y no es fácil de trabajar. La podemos encontrar en tonos marrones claros o grisáceos. Se utiliza en suelos de parqué y algunos muebles.
- Nogal: se caracteriza por su veta ondulada y su color chocolate intenso. Se usa mucho en panelados, puertas, adornos… Lo peor es que es muy propensa a la carcoma.
- Cerezo: presenta hermosos colores que van cambiando con el tiempo: desde un marrón rosado a un rojo caoba. Perfecta para revestimientos o muebles.
- Olivo: una de las más decorativas gracias a sus vetas sinuosas y llamativas. De color entre amarillo, gris y rojo. Se usa mucho en mobiliario rústico.
- Haya: muy popular para hacer suelos y muebles. Es de color claro y su resistencia es mayor que la del roble.
Maderas blandas
No es necesario dedicar tanto tiempo al crecimiento de estos árboles para usar su madera, lo que hace que esta sea más asequible. Son muy elásticas y moldeables, pero tanto su resistencia como su sensibilidad a la humedad son menores. Eso sí, son mejores aislantes que las duras y las más adecuadas para usarlas en revestimientos de paredes.
- Pino: una de las más económicas y más usadas en la construcción. De un característico color miel, es muy fácil de trabajar. Se usa en paneles, muebles, molduras y otros trabajos de carpintería.
- Castaño: es tan fuerte como elástica, lo que la hace perfecta para frisos, molduras, tarimas o ventanas.
- Abeto: ligera, blanda, resistente y elástica. Unos atributos que la hacen la más idónea para revestimientos de pared.
- Abedul: entre amarillenta y rojiza, se suele emplear en revestimientos, frisos y molduras. Es muy elástica, pero de escasa resistencia.