En el mundo de la carpintería existen una gran cantidad de herramientas y utensilios para trabajar, desde sierras metálicas hasta pinceles para tallar, pasando por todo tipo de utensilios auxiliares que hacen más cómoda cualquier labor al operario o carpintero. El sargento de carpintería es una de estas herramientas auxiliares más útiles, comunes y sencillas de usar.
Qué es el sargento de carpintería
El sargento de carpintería es una herramientas pensada y diseñada para ajustar piezas, comúnmente de madera, que necesitamos sostener de manera firme en una superficie de trabajo, como podría ser una mesa o tablero.
Se trata de la herramienta de sujeción por excelencia, muy versátil a la vez que económica y sencilla de utilizar. El modelo más conocido es el llamado sargento tipo F, debido al parecido físico con la letra.
Los sargentos suelen ser metálicos, de algún tipo de material de fundición y se componen principalmente por una barra longitudinal y dos perpendiculares a la misma; una fija situada en su parte superior y una móvil en la inferior que será la encargada de ejercer la presión.
Para rematar estas dos barras se colocan unas pequeñas piezas de goma para amortiguar la presión y evitar cualquier tipo de desperfecto en el elemento en el que estemos trabajando.
Para qué sirve el sargento en carpintería
La principal utilidad de los sargentos de carpintería es ayudar en la sujeción de algún material para poder trabajar con comodidad.
Por ejemplo, si queremos realizar un corte en un tablero de madera, es necesario ajustarlo correctamente a la mesa para evitar desplazamientos que puedan ocasionar un desperfecto en el material o incluso llegar a producir algún tipo de accidente.
También es muy común utilizar los sargentos para ejercer presión entre varios elementos de madera, como podrían ser tableros, listones o cualquier otra pieza de ebanistería, previamente encolados y con intención de unirlos para mantenerlos presionados en el tiempo, mientras que el pegamento o adhesivo hace su función.
¿Cómo usar el sargento en carpintería?
Existen dos tipos de sargentos de carpintería y, aunque su función es la misma, la forma de utilizarlos para fijar las piezas de madera es diferente.
Los más comunes son los sargentos con mango. Estos incorporan, en su barra perpendicular inferior (la barra móvil y encargada de ajustar la fijación), un mango de plástico que gira sobre sí mismo para apretar. Se trata de un movimiento de rosca en paralelo a la barra principal longitudinal del sargento.
También existen los sargentos sin mango, que tienen un sistema de sujeción algo distinto. En el mismo lugar donde debería encontrarse el mango de plástico, nos encontramos ahora con un sistema en el que aparece una pequeña barra metálica perpendicular a la barra principal del sargento que gira a través de un husillo y ejerce bastante presión.
Se trata de un sistema que transmite la fuerza de forma radial y por eso, la fuerza que ejerce es mayor que en los clásicos sargentos con mango, permitiéndonos así realizar trabajos que requieran algo más de precisión.
Los sargentos son herramientas de un coste bastante económico, lo cual nos puede permitir adquirir varios y poder trabajar así con grandes piezas de madera. Cabe destacar que los que tienen mango son bastante más económicos que no, ya que el mecanismo de estos es algo más complejo.
Sin embargo, la forma de utilizarlos es prácticamente idéntica:
- En primer lugar, colocaremos la boca fija superior (que está soldada a la barra principal), en la parte superficial del elemento que queramos fijar.
- Seguidamente, abriremos la otra boca inferior deslizándola hacia abajo, (que en este caso móvil) hasta llegar a la holgura necesaria según el ancho de la pieza a tratar.
- Simplemente iremos elevando y apretando esta boca hasta llegar a la cara inferior del elemento sujetado. Este paso variará en función del sistema de nuestro sargento.
- De esta manera, el elemento de madera queda atrapado entre esta mandíbula metálica que ejerce presión sobre ella.
La carpintería es un trabajo y una afición al alcance de todas aquellas personas con cierto interés en este mundo, sin embargo, nunca debemos olvidarnos de contratar un Seguro de Hogar MAPFRE que nos proteja y nos muestre su apoyo en el caso de algún tipo de accidente.