Tapizar un cabecero, paso a paso
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Si quieres darle un toque elegante, sofisticado y personal a tu habitación, instala un cabecero de cama tapizado del estilo que prefieras, moderno o tradicional, en tela, piel o polipiel, y comprobarás que el cambio que le da a la habitación en cuanto a calidez y decoración resulta espectacular.
Construir un cabecero de cama es una operación de bricolaje muy elemental que no requiere una especial pericia. Cualquier persona con unos elementales conocimientos de bricolaje lo puede hacer fácilmente.
Si te decides a hacerlo tú mismo, aquí tienes unos sencillos pasos para llevarlo a cabo.
¿Qué necesitas para tapizar un cabecero de cama?
En primer lugar, es necesario hacer acopio de los materiales y herramientas que vas a necesitar para tapizar el cabecero.
En cuanto a los materiales:
- Un tablero contrachapado o DM para el cabecero. Debe sobresalir unos 10 o 15 cm por cada lado de la cama. El alto suele ser de 1,20 metros para aprovechar el ancho de la tela. Puedes darle cualquier forma, pero ten en cuenta que cuanto más simple sea, más sencillo te resultará tapizarlo.
- Espuma. Para forrar el tablero de manera que quede mullido y confortable, utiliza una plancha de gomaespuma de 2 cm de grosor.
- Tela: es el elemento más decorativo y será la encargada de darle el toque definitivo al tapizado.
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Puedes elegir cualquier tipo de tela en el color y con el estampado o motivos que más te gusten. No obstante, debes procurar que combine con los demás textiles que decoren la habitación, aunque también puede resultar interesante, decorativamente hablando, buscar el contraste. En cualquier caso, deberías evitar aquellos estampados que puedan cansarte a largo plazo.
Respecto a las herramientas, necesitas:
- Grapadora de tapicero para grapar la gomaespuma y la tela al cabecero. Las más prácticas son las eléctricas que evitan el empleo de fuerza y cansan menos, pero también sirve una manual de tapicero.
- Tijeras para cortar la gomaespuma y la tela.
- Tornillos y escarpias para fijar el cabecero a la pared.
- Destornillador.
- Taladradora y brocas.
- Metro y lápiz.
- Cola en espray o cinta adhesiva de doble cara.
Zona de trabajo
Para manipular el cabecero fácilmente deberás trabajar sobre una superficie lo suficientemente amplia, horizontal y estable en la que quepa todo el tablero, como una mesa grande o, incluso, el propio suelo. La zona debe estar muy limpia o cubierta con papel o telas viejas (sábanas, cortinas…) para evitar que se manche el nuevo tejido.
Pasos a seguir para tapizar un cabecero
Mide y corta la gomaespuma
Coloca la gomaespuma sobre la superficie de trabajo, pon sobre ella el tablero y recórtala siguiendo la forma del cabecero. Deja unos 5 cm de margen alrededor para que cubra bien los cantos y pueda graparse fácilmente por la parte trasera.
Fija la gomaespuma al tablero
Una vez cortada la gomaespuma, ve doblándola y estirándola continuamente para fijarla al tablero mediante grapas espaciadas cada 3 o 4 cm o bien pégala con cola en espray, que resulta más fácil de manejar y aplicar que la cola habitual. Haz un corte en las esquinas para que el doblado en estas zonas no quede abultado.
Corta la tela
Instalada la gomaespuma, procede a cortar la tela. El proceso es exactamente el mismo que el explicado en el paso 1, pero en esta ocasión debes dejar un margen de unos 10 cm o más, en función del grosor del cabecero (tablero más gomaespuma).
Fija la tela en el tablero
Cortada la tela, procede a fijarla sobre el tablero, de la misma manera que en el paso 2, siempre grapando por la parte trasera del tablero. Es importante asegurarse de que la cara vista del tejido es la que queda pegada a la superficie de trabajo, es decir, con el dibujo del estampado hacia fuera.
Seguidamente, ve recogiendo la tela hacia atrás con mucho cuidado y grapándola al tablero, en este caso cada 2 o 3 cm, comenzando en el centro de un lado y repitiendo en el lado opuesto. Es muy importante que vayas tensando firme y continuamente la tela en cada grapa que coloques para que no queden arrugas. Si ves que la grapa no ha entrado bien puedes terminar con unos toques de martillo.
Para rematar las esquinas, haz un pliegue bonito que quede perfecto. Cuando esté colocada toda la tela y fijada con grapas, corta el sobrante. Para que no se deshilache la tela, puedes hacer un dobladillo y pegarlo con pegamento para textiles.
Fija el cabecero a la pared
Hechas todas las operaciones anteriores ya solo queda colgar el cabecero en su sitio. También se puede dejar suelto, sujeto solamente por la cama, pero es más práctico y seguro colgarlo.
Para ello, coloca unos ganchos de cuadro o unas hembrillas en la parte superior del tablero, a unos 20 cm del borde y de la parte superior. Marca en la pared la situación de estos elementos y haz un taladro para colocar los tacos y las escarpias o tornillos de los que colgar el cabecero.
Con estos sencillos pasos conseguirás un dormitorio con esencia y personalidad. Y como ya sabes tapizar un cabecero podrás cambiarlo cada temporada o cuando te hayas cansado de él.
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Me parece una gran idea poder tapizar mi cabecero yo solo. Además, me gustaría personalizarlo, seguro que me queda genial y le da un toque diferente al dormitorio.
Gracias por esta idea, la pondré en práctica.