Para conseguir un trabajo propio de profesionales, es recomendable que elijas el pegamento que mejor se adecua al tipo de material que tienes que pegar. Si utilizas otro, podrás estropear la superficie o simplemente no alcanzar el objetivo que te propones. Por ello, te detallamos las diferentes colas para pegar para que sepas cuál usar en cada caso.

¿Qué tipos de colas hay?

Hay diferentes tipos de adhesivos, pegamentos o colas. Los hay de látex, con disolventes, de curado, de soldadura, de fusión en caliente o para acrílicos. Para saber si el producto que estamos eligiendo se ajusta al material que queremos pegar, debemos leer el envase e instrucciones antes de comprarlo.

Una cola para cada material

Dentro de la gran variedad de colas o pegamentos, podemos citar los siguientes:

– Cola universal: es la más barata del mercado y además es muy fácil de utilizar. Se fabrica con polímeros sintéticos y está indicada para varios usos. Como desventaja podemos citar que no hace uniones muy  resistentes y no es de las que aguanta demasiado el calor.

– Multiusos: es uno de los pegamentos más nuevos del mercado con un uso muy sencillo, pero que como contrapartida se asemeja a la cola universal. No ofrece buenos resultados en general.

– Cianocrilatos: son los que comúnmente se conocen como super-glue. Son pegamentos que consiguen unir las piezas a través de una reacción química por humedad. Son muy conocidos por su rapidez en las uniones y porque además consiguen se quedan sólidas y poco visibles. Pero por el contrario hay que tener muchas precauciones a la hora de usarlos para no pegarnos los dedos.

– Resina epoxídica: esta cola se caracteriza por estar compuesta por dos componentes: una resina (epoxi) y un endurecedor. Una vez mezclados se produce una reacción entre los elementos y se adhieren. Con estos pegamentos se consiguen unas uniones muy sólidas aunque el proceso es muy lento. Este producto es específico para materiales muy rígidos y para rellenar huecos.

– Colas de contacto: son idóneas para utilizar en grandes superficies que no estén sometidas a fuertes tensiones como los tableros o los recubrimientos en suelos. Se suelen utilizar mucho, por ejemplo, para pegar las suelas de los zapatos.

– Pegamentos específicos: se utilizan para textil, madera, cristal… En el mercado podemos encontrar algunos pegamentos que en sus instrucciones indican que son especiales para un material en concreto.

– Componentes separados: este pegamento es muy duro y puede ser capaz de unir superficies muy diferentes, como cristal, plástico, metal o incluso piedra. Se compone de dos partes en tubos separados. Se tienen que mezclar a partes iguales y, al aplicarlo a las superficies por igual, produce una reacción química. Hay que tener un especial cuidado para que no entre en contacto con la piel.

Si después de usarlo, necesitas quitar el pegamento de la ropa, te contamos como hacerlo.

Sabiendo las colas para pegar que existen y cuál usar en cada momento, ya puedes arreglar esa chapuza que lleva tanto tiempo esperando ser resuelta. Y recuerda que para otro tipo de trabajos de bricolaje, el Seguro de Hogar Platino MAPFRE te ofrece un servicio específico para ello. ¡No lo dudes e infórmate ahora!