Cómo hacer que la madera dure más
Arquitecto, apasionado del diseño. Desarrolla su actividad profesional a través de su estudio med.arquitectos, del que es cofundador y arquitecto de proyectos. Compagina su actividad principal trabajando como escritor para el periódico Diario de Almería en la columna semanal "La Cuarta Pared", a la vez que colabora con MAPFRE redactando artículos técnicos, constructivos y de diseño.
La madera es un material natural muy utilizado para todo tipo de cosas, desde la fabricación de muebles o utensilios del hogar, hasta revestimientos para paredes, suelos y techos, tanto de interior como de exterior. Es un material que siempre está expuesto a múltiples adversidades a lo largo de su vida útil, pero nosotros podemos ayudar a mantener y conservar la madera adecuadamente por más tiempo.
Existen varios factores que pueden dañar la madera y tenemos que afrontar cada uno de ellos de distinta forma según su trascendencia. A continuación, enumeraremos algunos de ellos y veremos algunos consejos para hacer que nuestra madera dure más tiempo.
Tipos de madera y su resistencia a las adversidades
Debemos tener en cuenta que no todas las maderas son iguales, y por ese motivo, sus usos son muy variados.
Algunos tipos de madera tienen mucha resistencia tanto a la tracción como a la compresión y son perfectas para usarlas de manera estructural en edificación. Aunque en España no se suele usar mucho la madera en la construcción, debido a la poca tradición y la escasa materia prima de madera en nuestro país. Pero en otros países como al norte de Europa o Estados Unidos, este uso está muy extendido.
Por lo general, se hace distinción entre la madera para revestimientos y decoraciones y aquella destinada para fabricar vigas y pilares estructurales. En estos últimos casos, será el Código Técnico de la Edificación de Seguridad Estructural el encargado de determinar los parámetros mínimos para garantizar su estabilidad frente a las cargas del edificio, así como frente a los incendios.
Mantener madera en el exterior
Los agentes meteorológicos son los grandes enemigos de la madera: la lluvia, el sol, el viento… Todos ellos pueden desgastarla con cierta facilidad si no se mantiene de manera adecuada.
La incidencia directa del sol es muy abrasiva para cualquier madera y hoy en día, podemos encontrar en el mercado innumerables tipos de protecciones para aplicar superficialmente y protegerla. El producto estrella siempre ha sido el barniz, pero casi cualquier tipo de aceite especializado en madera es perfecto para este cometido. Así como cualquier tipo de pintura siempre va a ayudar en mayor o menor medida.
Sin embargo, este tipo de protecciones tienen el handicap del mantenimiento. Ningún barniz es eterno y siempre van a estar condicionados a seguir aplicando manos de barniz año tras año.
Aunque parezca una incongruencia, una de las formas de conseguir una mayor resistencia de la madera a los agentes externos es quemarla con un soplete. La costra negra superficial que se forma al quemar la madera genera una capa exterior que resiste genial al sol e incluso al fuego directo. Es un método muy utilizado en las construcciones tradicionales japonesas que las han hecho muy resistentes al paso de los años.
Conservar la madera en el interior
En primer lugar, hay que tener en cuenta que los muebles o decoraciones de madera para interiores no suelen estar preparados para la humedad y la continua exposición al sol puede destrozarlos con facilidad. Por lo tanto, aunque parezca una recomendación muy obvia, tenemos que conseguir, en la medida de lo posible, alejar los muebles de madera de los grandes ventanales o las fachadas de vidrio.
A la hora de limpiarlos, deberíamos usar siempre un paño seco o aplicar productos especiales para estos tratamientos siguiendo las indicaciones del fabricante.
La cera es un material genial para este cometido, eso sí, tenemos que asegurarnos que los muebles están totalmente limpios y secos.
Para el caso de suelos de madera natural como las tarimas flotantes, tendremos que hacerles un mantenimiento casi mensual fregándolos con productos que no sean especialmente agresivos y cepillándolos cada cinco años aproximadamente (dependiendo del uso) para mantenerlos siempre como nuevos.
Si existe un producto totalmente prohibido en el mantenimiento de la madera es el amoniaco. A la larga, puede apagar el color de la madera perdiendo su brillo de manera permanente.
El paso del tiempo es un factor muy importante a tener en cuenta para la conservación de la madera, pero, aunque usemos las recomendaciones más oportunas, siempre existe un factor de incertidumbre que puede afectarnos, para esto, recomendamos siempre contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que nos dé su apoyo en los peores momentos.
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