Antes de pensar que las ventajas de la domótica no están hechas para ti, es interesante que conozcas los tipos de instalaciones domóticas, ya que las posibilidades crecen cada día y se hacen más accesibles y fáciles de adaptar y disfrutar en cualquier hogar.

La integración de un sistema domótico en tu hogar es una apuesta por la seguridad, la comodidad y la eficiencia, y aunque supone una inversión importante, las ventajas se disfrutan de manera inmediata y a largo plazo.

Antes de plantearte la integración de un sistema domótico en tu vivienda es fundamental saber los tipos que existen, sus principales ventajas y posibles desventajas según el caso. Para lograr un sistema realmente eficaz y práctico que responda a tus demandas y necesidades, es importante apostar por el sistema adecuado.

 

Atendiendo a la forma en la cual el sistema envía y recibe las señales con la información y órdenes necesarias para su funcionamiento, encuentras cuatro tipos fundamentales de sistemas domóticos en la actualidad:

Cable exclusivo

Los sistemas domóticos que funcionan y se integran a través de cable son estables, seguros y muy eficientes. Es fácil entender que tenga estas virtudes esenciales, si tenemos en cuenta que este tipo de sistemas domóticos por cable funcionan con sus propios y exclusivos cableados que solo trabajan para el sistema, de manera exclusiva y única.

La utilización de esta vía de transmisión -cable dedicados (BUS)- hace que el sistema no tenga que compartir funciones, por lo que se evitan problemas de saturación e interferencias, y la calidad de la señal es óptima. La gran desventaja es que esta forma de integración precisa de una importante instalación que puede encarecer mucho el sistema, además de hacer necesaria una obra que, según el caso, puede ser bastante importante en el inmueble donde se quiera instalar el sistema domótico.

Inalámbrico

Los sistemas domóticos de funcionamiento e instalación inalámbrica son sencillos de instalar y fáciles de controlar y mantener. No exigen obra, ni una instalación profunda, son rápidos y fáciles de disfrutar en muy poco tiempo y casi en cualquier lugar. Sin embargo, resultan más sensibles a problemas que debilitan la calidad y cantidad de la señal que el sistema envía y recibe.

Este tipo de sistemas funcionan con ondas de radiofrecuencia que pueden ser a menudo interferidas por otras señales. Por otra parte, tanto los emisores como los receptores -que pueden ser el mismo dispositivo- suelen funcionar con baterías externas por lo que es necesario un control y un mantenimiento frecuente para que siempre los niveles de batería sean óptimos para un bien funcionamiento.

Cable compartido

Este tercer tipo de sistema domótico que utiliza el cable de alimentación de otros aparatos -los que se controlan mediante el sistema- para enviar sus señales se conocer con el nombre de powerline. Aunque tiene grandes ventajas, sobre todo, en la teoría y a nivel de instalación, en la práctica no son actualmente sistemas muy estables ni fiables para grandes sistemas de control domótico. El compartir cable con los aparatos no resulta óptimo, a pesar de los filtros que se colocan para inhibir problemas, ya que los fallos o falsos positivos son demasiado frecuentes.

La recomendación de los expertos es evitar este sistema, en principio, salvo en los casos que sea imposible aplicar o instalar otro, y siempre que se trate de sistemas que no den servicios críticos, pueden ser prácticos para hacer mediciones o controles que no exijan un volumen enorme de datos ni de control continuo.

Mixto

La combinación de sistemas es muchas veces la solución perfecta para salvar los contras de los sistemas y aprovechar solo las ventajas de todos ellos, dando respuesta a la mayor parte de necesidades y demandas del usuario final del sistema. La integración suele hacerse a través de pasarelas de comunicación que responden a un control único que intercambia información con dispositivos dependientes que se denominan esclavos.

Los sistemas mixtos son complejos y exigen de una instalación, mantenimiento y control profesional en la mayor parte de los casos. No obstante, para grandes sistemas domóticos con muchas necesidades y volumen de datos y funciones puede ser la solución perfecta.

Conocer los tipos de instalaciones domóticas es de gran ayuda a la hora de elegir y entender el funcionamiento y las ventajas de estos sistemas, así como sus posibles problemas o desventajas.

Lo más recomendable y práctico, no obstante, es consultar con un integrador profesional que puede aconsejarte en tu caso concreto cuál es el mejor sistema para ti. La personalización es clave para la eficiencia y el buen resultado tanto de un sistema de domótica, como en una póliza de Seguro de Hogar MAPFRE; en ambos casos,  lo más inteligente es asesorarse con un experto y elegir lo más adecuado para tus necesidades y las de tu vivienda.