Poco antes de que comience la temporada de frío es el momento de limpiar los radiadores y ponerlos a punto tras tantos meses sin haberlos usado. Además de purgarlos, es conveniente revisar su estado exterior en busca de posibles desperfectos.
Si el aparato es de hierro o acero y pierde agua por las juntas es susceptible de sufrir corrosión. En tal caso, lo primero que verás son unas manchas amarillas y ocres. Es importante eliminar el óxido de los radiadores en cuanto aparezca, ya que si la corrosión es muy profunda (cuando se forma a ambos lados de la superficie), la única solución posible es cortar la zona afectada y soldar una nueva, o sustituir el calefactor.
Por suerte, quitar el óxido es una tarea sencilla. A continuación, te indicamos los pasos que debes dar para eliminarlo.
Cómo eliminar el óxido de los radiadores, paso a paso
Lo ideal es aprovechar los meses de calor para hacer esta tarea, ya que hay que hacerla con el radiador completamente frío.
Para ello, vas a necesitar lo siguiente:
- Algo para proteger el suelo y la pared (papel de periódico, sábanas viejas…).
- Cinta de carrocero.
- Papel de lija de grano superior e inferior.
- Transformador de óxido.
- Alcohol desnaturalizado.
- Imprimador especial para radiadores anticorrosivo.
- Pintura antioxidante resistente a las altas temperaturas (del color del radiador).
- Guantes.
- Brochas y paletinas.
Prepara la zona
Limpia el radiador de polvo y suciedad acumulada. Después, cubre el suelo y la pared con papeles y protege los elementos del radiador que no se vayan a tocar con cinta de carrocero.
Lija la superficie
Lija toda la superficie del radiador. Incide en las zonas oxidadas hasta que dejen de desprenderse escamas y tómate tu tiempo para que quede una superficie uniforme.
Elimina todo el polvo que se ha formado con un cepillo o, si tienes la posibilidad, con aire comprimido. Pero es importante que no quede ni rastro de polvo.
Trata las manchas de óxido
Para eliminar el óxido necesitas un transformador de óxido, un fluido con textura de gel que, al combinarse con el óxido, lo neutraliza evitando que se extienda más.
Ponte guantes, ventila la habitación y con una paletina aplica una capa generosa del producto sobre la mancha. La superficie adquirirá un color negro. Espera el tiempo que indique el envase antes de continuar con el siguiente paso.
Lija de nuevo
Lija los restos del gel y limpia todo el radiador con alcohol desnaturalizado.
Aplica una imprimación anticorrosiva
Con ayuda de una brocha o paletina, aplica un imprimador para metal, anticorrosivo y resistente a las altas temperaturas.
De esta manera, además de fijar una base sólida para que la pintura se adhiera perfectamente, estarás evitando futuras afecciones de óxido.
Pinta el radiador
Cuando la imprimación se haya secado por completo, aplica una primera capa de pintura. Utiliza brochas de distintos tamaños y formatos para llegar a todos los rincones. Si eliges una pintura en aerosol el proceso será más sencillo.
Pasadas al menos unas ocho horas, aplica una segunda capa de pintura. Tendrás que esperar como mínimo 24 horas antes de usar el radiador.
¿Cómo evitar que los radiadores se oxiden?
Lo mejor para prevenir la aparición de óxido en los radiadores es vigilar que no haya escapes de agua por las juntas y, de haberlos, tendrás que repararlos (aquí te contamos cómo).
No obstante, recuerda que con el Seguro de Hogar MAPFRE, cuentas con coberturas de asistencia urgente disponible las 24 horas del día los 365 días del año.
Además, como medida preventiva, puedes rociar lubricante multiusos sobre el aparato. Esta sustancia es repelente de agua y, por tanto, impedirá que las partículas de humedad se peguen y generen la temida reacción química.