Cómo cambiar la bañera por el plato de ducha
Arquitecto, apasionado del diseño. Desarrolla su actividad profesional a través de su estudio med.arquitectos, del que es cofundador y arquitecto de proyectos. Compagina su actividad principal trabajando como escritor para el periódico Diario de Almería en la columna semanal "La Cuarta Pared", a la vez que colabora con MAPFRE redactando artículos técnicos, constructivos y de diseño.
En la constante búsqueda de mejorar los espacios de nuestra vivienda, el cambio de la bañera por un plato de ducha se ha convertido en una opción muy popular para cualquier reforma.
En este artículo, te guiaremos a través de las ventajas de cambiar una bañera por un plato de ducha, así como determinar cuándo es el momento adecuado para hacerlo y los pasos esenciales para llevar a cabo esta transformación.
¿Cuáles son las ventajas de cambiar la bañera por el plato de ducha?
Espacio más abierto
Las duchas suelen ocupar menos espacio que las bañeras y además aportan una sensación visual de mayor amplitud, cuestión especialmente útil en baños pequeños. Esto nos permite llegar a conseguir una distribución más eficiente y pueden dar la sensación de un baño más grande y abierto.
Funcionalidad y accesibilidad
La mayor parte de la población tiende a utilizar la ducha de manera diaria en contraposición de la bañera, ya que nos permite asearnos de una manera más rápida y ágil. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, la ducha suele ser un sanitario mucho más utilitario.
Además, tenemos que tener en cuenta la mejora en accesibilidad que los platos de ducha siempre ofrecen, sobre todo en personas mayores o con algún tipo de discapacidad que les impida entrar y salir de una manera sencilla de la bañera.
Modernización del baño
Es una excelente manera de aportar un nuevo diseño con aire fresco a tu baño. Los platos de ducha de cualquier marca de hoy en día se nos presentan con una amplia variedad de diseños y estilos que pueden llegar a adaptarse con cualquier gusto y decoración.
Ahorro de agua y energía
En una época en la que la sostenibilidad es fundamental, una ducha siempre consume menos agua que cualquier baño en la bañera. Además, si optas por una ducha con tecnología eficiente en el uso del agua caliente, como por ejemplo con griferías termostáticas, podrás ahorrar mucho más en tus facturas mensuales.
¿Cuándo es el momento adecuado para realizar el cambio?
Estado de la bañera
El primer factor a evaluar es el estado de tu bañera. ¿Esta dañada, agrietada o descolorida? Si la bañera muestra signos evidentes de daño o desgaste, podemos aprovechar para cambiarla por completo.
Cambio de necesidades
También es importante considerar tus necesidades, no solo actuales, sino futuras. Si ya tienes dificultad para entrar y salir de la bañera o planeas envejecer en la misma vivienda, el cambio a una ducha accesible siempre es una opción inteligente.
Diseño y amplitud
Si quieres actualizar el aspecto general de tu cuarto de baño y tu vieja bañera no encaja con tu estilo o la visión de diseño que tienes en mente, cambiarla por un plato de ducha te ofrece un amplio abanico de posibilidades.
Pasos para cambiar la bañera por el plato de ducha
Paso 1. Planificación y diseño
Lo primero de todo es diseñar tu nuevo espacio. Esto incluye la elección del tipo de plato de ducha, su tamaño y ubicación exacta, la grifería y cualquier otro accesorio que desees incluir. Puedes buscar inspiración en revistas de diseño, buscando ideas por internet o consultando a un profesional de las reformas y el interiorismo.
Paso 2. Preparación del espacio
El primer paso para empezar es siempre la demolición de la bañera existente, la reparación de cualquier daño que surja en las paredes o el suelo y la adecuada instalación de las conexiones de saneamiento y fontanería.
Paso 3. Instalación del plato de ducha
Una vez que tengamos nuestro baño totalmente despejado de escombros, es hora de instalar el nuevo plato de ducha. Hoy en día, los platos de ducha de resina nos permiten cortarlos en obra a la medida necesaria para que terminen encajando en nuestro espacio, así que, tendremos cierto margen de maniobra para colocar el plato en su ubicación final. Lo colocaremos en su posición y realizaremos la conexión al sumidero.
Paso 4. Revestimiento y acabado
Después de instalar el plato de ducha, tendremos que revestir las zonas de las paredes que hayan quedado al descubierto tras demoler la bañera. Lo más habitual es utilizar azulejos cerámicos, alicatando estas zonas con losas que se puedan adaptar a la geometría de nuestras paredes. Sin embargo, puede llegar a ser complicado encontrar exactamente el mismo material que el resto del baño, por lo que existen otras opciones como los paneles de PVC o cualquier otro material resistente al agua.
Paso 5. Accesorios y toques finales
Por último, agrega los accesorios finales, como la grifería, la mampara de ducha o algún tipo de estantería interior para apoyar el jabón. Estos toques finales serán los encargados de aportar la combinación de colores y materiales que ayuden al diseño general de nuestro baño.
Para proteger tu inversión tras esta pequeña reforma y garantizar la seguridad de tu hogar, es importante considerar la posibilidad de contratar un Seguro de Hogar MAPFRE que cubra cualquier tipo de imprevisto en tu hogar.
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