Por qué no centrifuga la lavadora y cómo arreglarlo
El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de diez años investigando y publicando artículos relacionados con el mundo del hogar, con temáticas como bricolaje, recetas de cocina y limpieza del hogar, entre otras.
No te pierdas todos nuestros consejos y guías para hacer de tu casa el hogar con el que siempre has soñado.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus tareas diarias.
El centrifugado es el ciclo de la lavadora que realiza un drenaje parcial del agua y reduce la humedad de las prendas de ropa. Cuando el motor hace girar el tambor a determinadas revoluciones por minuto, la ropa sigue un movimiento circular, pero el agua que hay impregnada en los textiles sigue en línea recta hasta las paredes, donde es absorbida.
Cuando la lavadora no centrifuga correctamente, no solo se ralentiza el proceso de secado, además se favorece la creación de bacterias que pueden dañar los tejidos. Si has notado que el ruido del centrifugado no es el habitual y que la ropa sale prácticamente encharcada, no cabe duda de que tu máquina sufre este problema.
En este caso, los contratiempos serán menores si cuentas con un Seguro de Hogar MAPFRE, ya que ofrece un servicio de reparación de electrodomésticos de gama blanca que responde con eficacia ante este tipo de problemas.
No obstante, te contamos cuáles son las causas de los fallos en el centrifugado y cómo arreglarlos.
La lavadora no centrifuga: causas y soluciones
Si tu lavadora no centrifuga, lo primero que debes hacer es comprobar que el cableado no esté suelto y que esté en buen estado. Si está todo en orden, y el problema solo se presenta algunas veces, puede deberse a un exceso de ropa.
Cuando el tambor está muy cargado se dificulta el proceso de centrifugado. En este caso, lo mejor es hacer cargas medias para que la ropa pueda girar con libertad.
No obstante, cuando el problema es persistente, las causas que lo originan son bien distintas. A continuación, exponemos cada una de ellas con sus soluciones:
Tubo del desagüe doblado o atascado
Para que la lavadora drene correctamente el agua necesita que el tubo de desagüe esté en buenas condiciones. Si el tubo se ha doblado, dañado, o atascado por la acumulación de restos de suciedad, detergente, pelusas o incluso algún pequeño objeto, la pieza no cumplirá su función, que es la de vaciar de agua la lavadora.
Esto, además de al centrifugado, puede afectar también al ciclo de lavado y al del aclarado.
SOLUCIÓN:
Sigue el recorrido del tubo: si encuentras alguna parte doblada o dañada tendrás que sustituirlo por uno nuevo.
Si no es así, puede que solo esté atascado. Para limpiarlo, extrae el tubo de la máquina (saldrá un poco de agua), inserta una serpiente de drenaje y gírala hasta que notes que no hay nada que oponga resistencia. Para comprobar que se ha limpiado, vierte agua en el tubo.
Filtro de la bomba sucio
Los filtros de la bomba de desagüe son piezas que hay que limpiar con relativa frecuencia, ya que suelen acumular pelusas, hilos y pequeños objetos que a veces dejamos olvidados en los bolsillos de la ropa.
Cuando está muy sucio, impide que el agua se drene correctamente, imposibilitando que el programa de centrifugado se complete.
SOLUCIÓN:
Desenchufa la lavadora. Si tu máquina es de carga superior, el filtro se encuentra en la parte trasera, y si es de carga delantera, en la parte de delante debajo de la puerta.
Verás una pieza redonda con una manivela en el centro: gírala a la izquierda para sacarla y limpia la suciedad que haya en su interior poniéndola debajo del grifo del agua. Después, colócala de nuevo en su sitio.
Asegúrate de tener cerca un recipiente para recoger el agua que pueda caer.
Bomba de agua en mal estado
La bomba es una pieza vital en todo el proceso de lavado, pero más aún en el centrifugado, ya que se encarga de expulsar el agua del tambor y enviarla al tubo de desagüe. Se suele estropear con relativa frecuencia, sobre todo cuando el filtro de la bomba está dañado como consecuencia del paso del tiempo.
SOLUCIÓN:
En este caso, lo aconsejable es contactar con un especialista. No obstante, si tienes conocimientos en la materia, puedes seguir los pasos del siguiente vídeo:
Fallos en el condensador
Pon la lavadora en cualquier programa de lavado, pero sin carga en el tambor. Si ves que centrifuga correctamente, quiere decir que el problema está en el condensador de arranque, que es el responsable de hacer que el motor gire a la velocidad adecuada para centrifugar. Si esta pieza falla, pierde fuerza, haciendo que la lavadora se sobrecaliente y funcione muy lentamente.
Hay que destacar que las lavadoras más modernas suelen tener escobillas en lugar de condensador, pero su función es la misma.
SOLUCIÓN:
Lo más indicado es llevar la lavadora a reparar para que sustituyan el condensador por uno nuevo, ya que la tarea implica abrir la lavadora y acceder al motor.
Motor quemado o dañado
Si la avería está en el motor, notarás que al activar cualquier programa la lavadora huele a quemado y, en algunos casos, puede que salte el interruptor automático. Si esto ocurre, desenchúfala.
SOLUCIÓN:
Si tu lavadora no centrifuga por este motivo, un técnico especialista tendrá que cambiar el motor. Es importante hacer números, ya que en algunos casos merece la pena comprar una lavadora nueva.
Comentarios (0)