Para que la calefacción funcione correctamente, es necesario que los sistemas usados para calentar tu hogar, como los radiadores se encuentren siempre a punto. Con la falta de uso, sobre todo en los meses de verano, los radiadores pueden acumular aire en su interior, que puede hacer que cuando llegue el invierno, estos no calienten como deberían. Para eliminar este exceso de aire, es necesario purgarlos. Para facilitarte la tarea existen purgadores automáticos.
Qué es un purgador automático
El purgador automático es un componente que puede instalarse en los radiadores y permite eliminar el aire acumulado en el sistema de calefacción. Este dispositivo suele integrarse en los radiadores y aunque los más comunes son los manuales, cada vez más personas deciden decantarse por los automáticos para que el proceso sea más eficaz y no necesiten la intervención de los usuarios.
Dónde deben colocarse
Los purgadores automáticos o los manuales deben colocarse en la parte más elevada de la instalación del radiador, ya que es en esta parte donde se acumula más cantidad de aire. De esta forma es más sencillo que este salga al exterior y el sistema de calefacción funcione como debe.
Cómo funciona un purgador automático
El funcionamiento de un purgador automático es sencillo ya que su misión es la de eliminar el aire sobrante en el sistema para que el agua caliente se distribuya correctamente por la instalación. El dispositivo automático actuará cuando detecte que el sistema cuenta con aire en su interior. Tras ello, realizará un purgado automático haciendo que el aire salga al exterior.
Tanto si dispones de un purgador automático, como de un purgador manual, debes tener en cuenta que estos sistemas actúan sobre la presión de la instalación, por lo que es probable que una vez que hayas purgado los radiadores, sea necesario añadir un poco de presión al sistema. Para ello, deberás accionar la válvula de llenado de agua de tu calefacción.
Problemas que puede presentar el purgador
El purgador automático no requiere apenas mantenimiento ni intervención del usuario, pero debes tener en cuenta que, debido al uso puede dañarse y no funcionar adecuadamente. Un indicativo que puede mostrar que el purgador no funciona de forma correcta es el sonido que hace la caldera cuando está en funcionamiento.
Si el sonido de la bomba es muy llamativo y elevado deberás revisar el purgador para asegurarte de que este funciona. En estos casos es posible que esté abierto, por lo que deberás cerrarlo o sustituirlo si se encuentra dañado.
Deberás prestar especial atención a esta pieza si se producen pérdidas de agua en los radiadores. Esto indica que hay una pérdida de estanqueidad y que el purgador no funciona como debería. Para solventar el problema localiza el tapón de salida de aire y apriétalo, si esto no lo soluciona deberás sustituirlo.
Tipos de purgadores automáticos
En el mercado podrás encontrar diferentes tipos de purgadores para que instales en tu hogar aquellos que más se adapten a tus necesidades. Pero dentro de los purgadores automáticos solo existe un tipo: el de boya, lo que sí puede variar es el tipo de sistema de calefacción en el que vayan a ser instalados, así podremos adquirir purgadores para: sistemas de calefacción y refrigeración, colectores de distribución y radiadores y de energía solar.
Estos purgadores automáticos cuentan con un depósito en el que se sitúa una boya que flota sobre agua. Esta es la encargada de hacer que el circuito se encuentre cerrado al flotar sobre el agua. Si entra aire, este se acumulará en la parte superior del depósito haciendo que la boya descienda y comenzará el proceso de purgado.
A continuación, y una vez eliminado el aire, el sistema volverá a llenarse de agua haciendo que la boya suba y el purgador se cierre.
Cómo colocar un purgador automático
Para poder colocar un purgador automático en tu sistema de calefacción, lo primero que deberás hacer es cerrar todas las llaves del radiador. Esto hará que el circuito de agua se corte y no salga agua cuando te encuentres realizando el cambio.
A continuación, deberás recurrir a quitar presión al radiador. Deberás purgarlo con el sistema que tiene instalado y dejar salir el aire y el agua que tenga dentro. Una vez que compruebes que no sale ni aire ni agua, podrás quitar la tapa del purgador antiguo. Para recoger el sobrante de agua puedes usar un vaso situado debajo del purgador.
Tras quitar la tapa del antiguo purgador debes enroscar el nuevo. Para que la instalación sea la adecuada deja colocado el tapón pequeño del purgador hacia arriba. El sistema de purgado automático ya estará instalado y podrás volver a abrir el circuito del agua.
Antes de conectar la calefacción de nuevo, recuerda vigilar la presión de la caldera y abrir la llave para proporcionarle el agua que haya podido perder durante el procedimiento.
Mantener los radiadores en un buen estado es indispensable, al igual que contar con el Seguro de Hogar MAPFRE y estar tranquilo ante cualquier imprevisto en tu vivienda.