En la actualidad, existen muchas formas de controlar la temperatura de una estancia, bien sea con el propio diseño bioclimático de la edificación o mediante métodos activos como radiadores, calderas o sistemas de calefacción por aire centralizados.
Sin embargo, si conseguimos que algún paramento de las habitaciones emita calor o frío, podremos climatizar la estancia de una forma más uniforme. Esto se conoce como suelos radiantes refrescantes, y aunque parezca un sistema novedoso, no lo es en absoluto. Lleva empleándose desde la antigua Roma para aumentar el confort de ciertas estancias como eran en su día las termas o sus propias viviendas.
Cómo funciona el sistema de suelo radiante refrescante
Realmente, el sistema es muy sencillo desde el punto de vista conceptual. Simplemente consiste en hacer canalizar algún elemento, normalmente agua, a una temperatura determinada bajo el pavimento de la estancia.
De esta manera, el calor o frío transportado por toda la superficie del suelo llega hasta el pavimento, que será el encargado de ir emitiéndolo poco a poco hasta conseguir la temperatura deseada.
Es necesario que el calor se reparta adecuadamente por toda la habitación, para ello, el agua es transportada mediante tubos multicapa de algún tipo de plástico repartidos uniformemente dibujando formas geométricas de serpentín.
También existe una manera alternativa de hacer llegar el calor al pavimento, en este caso sin la necesidad de utilizar agua, sino empleando la electricidad, ya que existen circuitos compuestos por resistencias que se calientan mediante una energía eléctrica.
La instalación del suelo radiante refrescante en tu hogar
Es muy importante definir dos grandes grupos de intervenciones donde es posible la instalación del sistema de suelo radiante, por un lado tenemos las denominadas obra nueva y por otro, el campo de las reformas. Ya que en cada caso su viabilidad estará condicionada por diferentes factores.
El suelo radiante en una obra de nueva construcción
Este sistema necesita de un espesor determinado para su correcta instalación. Ya que las tuberías deben tener una sección definida para el buen fluir del agua. Normalmente son colocadas sobre una base de placas térmicas con forma de hueveras que hacen más sencillas las alineaciones de las tuberías.
Posteriormente, se rellena con una capa de cemento esta pequeña solera de hormigón que será la encargada de atrapar el calor e ir soltándolo conforme su temperatura lo demande. Llegando al fin a la última capa, el pavimento que nosotros pisamos será el encargado de emitir la temperatura a la estancia.
Todo esto lleva a la necesidad de una previsión en el diseño que tendrá que tener en cuenta el espesor de todo este paquete en el suelo, con la pérdida de altura que esto conlleva y por último, la instalación de un pequeño armario para alojar los colectores.
El suelo radiante en una reforma
En estos casos, la viabilidad estará determinada por la altura libre entre suelo y techo y sobretodo por la economía. La implantación de estos sistemas conlleva indudablemente a realizar obras y además suelen tener un alto coste de instalación y esto provoca que a veces se desvanezcan las buenas intenciones de ahorro, ya que se calcula que a la larga pueden reducir hasta en un 20% la cantidad de energía requerida.
¿Cómo puedo saber si es interesante su instalación en mi hogar?
Existen múltiples ventajas a la hora de plantear este sistema de repartición de calor y sin embargo, también algunos inconvenientes, sus pros y contras son comúnmente sobrellevados por la comunidad de la construcción y cada uno tiene su punto de vista al respecto.
También es cierto que puede ser una inversión inicial importante a priori, pero si el uso es continuado y tenemos un buen control de la temperatura, puede acarrear grandes beneficios a largo plazo, no solo desde el punto de vista económico, sino de la gran sensación de confort que aporta.
Es recomendable consultar siempre con un técnico antes de comenzar la obra, sabrá guiarte y aconsejarte adecuadamente acerca de tu caso en particular, aunque de todas formas, para cualquier incidencia a posteriori, siempre puedes contar con el Seguro de Hogar MAPFRE, que dispone de especialistas en el sector para resolver todos tus problemas.