Por lo general, los armarios empotrados parecen una carpintería interior imposible de tratar o de modificar, pero la realidad es bien distinta, nosotros mismos podemos pintar un armario empotrado con unos simples consejos y con unas herramientas básicas.
Es una forma sencilla y económica de darle una nueva vida a los viejos armarios empotrados de casa que normalmente cuentan con unos tonos madera muy añejos que oscurecen toda la estancia. Darle una nueva vida, pintándolos de blanco o de algún tono pastel claro puede influir drásticamente en la decoración de toda la habitación.
Herramientas necesarias para pintar un armario empotrado
Existen varias formas de pintar un armario empotrado, desde hacerlo con pintura para madera y un rodillo convencional, hasta lacar cada pieza por un profesional en un taller. Hoy aprenderemos la manera más sencilla y accesible que podamos imaginar.
Para empezar, necesitaremos las herramientas para desmontar cada pieza o tablón del armario, para ello utilizaremos:
- Destornillador de estrella
- Destornillador plano
- Taburete o pequeñas escaleras
- Martillo de goma
Una vez desmontado el armario empotrado, necesitaremos las siguientes herramientas y productos:
- Plásticos protectores
- Brocha y pinceles pequeños
- Rodillos de diferentes tamaños, de fibras cortas, de unos 5 mm de altura
- Lija para madera
- Pintura acrílica
- Imprimación para madera
- Bandeja para pintura
- Cinta de carrocero
Guía paso a paso para pintar un armario empotrado
Una vez que tengamos en casa todas las herramientas y materiales necesarios nos pondremos manos a la obra con el trabajo. Para ello seguiremos los siguientes pasos:
1. Aunque parezca una obviedad, tenemos que remarcar que, para pintar correctamente un armario empotrado es totalmente necesario desmontarlo Para ello, nos ayudaremos de los destornilladores para quitar todos los herrajes de los cajones y puertas correderas o abatibles. Tendremos que desmontar todas las piezas que nos sean posible, solo así conseguiremos llegar a todos los rincones con la pintura.
2. Una vez desmontado todo, tendremos que organizar cada pieza y ordenar y proteger el resto de la estancia para que no se vea afectada.
3. Para que la nueva capa de pintura agarre correctamente, es necesario quitar, en la medida de lo posible, la pintura antigua. Para ello utilizaremos una lija de granulaje variable según el estado de la pintura actual. Lijaremos cada superficie de madera en el sentido de la veta.
4. Una vez lijado, es muy importante limpiar correctamente los tablones de madera con un paño húmedo, evitando así que cualquier partícula de polvo se nos quede incrustada en la nueva aplicación de la pintura.
5. Antes de nada y teniendo todo limpio, tendremos que proteger todas aquellas zonas que no vayamos a pintar, como las molduras del techo próximas al armario o el propio rodapié. Para ello, utilizaremos la famosa cinta de carrocero.
6. A continuación, pasaremos directamente a la imprimación. Aplicaremos las manos que se prescriban en el bote del producto y las dejaremos secar el tiempo que marque el fabricante, puede oscilar entre unas horas o incluso uno o dos días.
7. Ahora sí que tenemos todo preparado para pintar con pintura acrílica nuestro armario empotrado. Para empezar, utilizaremos la brocha y los pinceles finos para marcar las zonas más complicadas como los bordes o cantos.
Y acto seguido, sin dejar pasar mucho tiempo, pasaremos a aplicar el resto de la pintura. Utilizaremos un rodillo ancho para las puertas y frentes de los cajones, mientras que tendremos que recurrir a un rodillo fino y estrecho o una brocha para los costados y elementos interiores de difícil acceso.
8. Por último, tendremos que dejar secar todas las piezas las horas o días que nos marque el fabricante en la lata de pintura. Una vez transcurrido este tiempo, sí que podremos empezar a volver a montar cada pieza en su sitio.
Este es el mejor momento para hacer los cambios en la distribución interior que consideremos oportunos, ordenar nuestra ropa o incluso instalar luces led en el interior.
Con estos sencillos pasos, conseguiremos una nueva imagen en nuestro armario empotrado y, por lo tanto, es un buen comienzo para cambiar la decoración de nuestra estancia de una manera económica y sencilla. Aunque se trate de un trabajo muy accesible, nunca hay que olvidar que los percances en la vivienda pueden estar siempre presentes, y para ello, lo mejor es contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que nos aporte la tranquilidad necesaria para llevarlos a cabo sin ningún riesgo.