Hay infinidad de formas de dar un cambio de imagen a un espacio, pero la gran mayoría implican, inevitablemente, la realización de algún tipo de obra que, además de ser costosa, suele ser muy molesta. Hoy aprenderemos cómo podemos realizar un cambio radical en cualquier habitación alicatada nosotros mismos y sin la necesidad de meternos en cualquier tipo de reforma en el hogar. Únicamente pintando los azulejos podemos cambiar por completo el diseño de cualquier espacio.

Se trata de las famosas reformas low cost, o, mejor dicho, cambios de imagen totales a partir de muy poco. Únicamente cambiando los muebles y sanitarios de un cuarto de baño, podemos renovar nuestro espacio, pero, sin embargo, al cambiar el color de las paredes, el cambio será brutal.

Herramientas y materiales necesarios

En un primer momento, puede parecernos que se trata de un proceso complejo y tedioso, sin embargo, con una breve documentación acerca de los pasos a seguir, cualquiera de nosotros puede llevar a cabo este cambio radical tan deseado. Eso sí, necesitaremos contar con algunas herramientas y materiales, así como el tiempo suficiente para pintar y para dejar secar los azulejos.

Los materiales que utilizaremos son:

  • Pintura especial para azulejos
  • Un rodillo de piel de melocotón
  • Una bandeja para pintura
  • Cinta de carrocero
  • Varios trapos
  • Productos de limpieza para azulejos, como bicarbonato, vinagre o limpiacristales
  • Una pequeña escalera para las zonas más altas de la pared
  • Una lija de grano fino

Guía paso a paso de cómo pintar azulejos

Una vez que tengamos todos los materiales y herramientas a nuestra disposición, y que, por supuesto, tengamos decido el diseño final de nuestro baño o cocina, nos pondremos manos a la obra.

  1. En primer lugar, tendremos que desmontar todos aquellos elementos que, por su proximidad a las paredes, nos impidan trabajar cómodamente. Si es posible, retiraremos todos los accesorios de baño que vayan sujetos a la pared, así como los muebles, lavabos, sanitarios y demás elementos que nos impidan pintar completamente las paredes. Siempre podemos optar por no desmontar nada si no queremos complicar el proceso, pero, sin embargo, el resultado final no será para nada el esperado. Tendremos muchas zonas mal acabadas y otras, directamente, sin pintar.

Fuente: José Moreno Ferre

  1. Una vez que tengamos todo retirado, procederemos a la limpieza integral de todas las paredes. Para ello utilizaremos los trapos y los productos más adecuados. Este paso es mucho más importante de lo que parece en un principio, ya que cualquier imperfección que dejemos se reflejará una vez aplicada la pintura.

Fuente: http://bitly.ws/qzC2

  1. Si nuestros azulejos tienen un acabado brillante, satinado o sin ningún tipo de poro, es aconsejable pasar una fina lija por todos ellos con el fin de conseguir una mayor adherencia en la pintura en los siguientes pasos.
  2. Tras pasar la lija, tendremos que volver a limpiar los azulejos para retirar por completo todas las motas que se hayan desprendido. Por último, pasaremos un trapo seco.
  3. A continuación, colocaremos la cinta de carrocero en las uniones de las paredes con el techo y el suelo, así como en todas aquellas partes que no queramos pintar. A su vez, deberíamos proteger con plásticos la totalidad del suelo y los muebles o elementos que tengamos por medio.
  4. Por fin empezaremos a pintar los azulejos, tras verter nuestra pintura en la bandeja y darle varias pasadas con el rodillo de piel de melocotón, empezaremos pasando, en primer lugar, dicho rodillo por las juntas de los azulejos.
  5. Una vez bien marcadas las juntas, procederemos a pintar cada azulejo con pasadas de arriba a abajo y a continuación, de una manera suave y superficial, seguiremos con las pasadas horizontales.
  6. Iremos repitiendo este proceso con todos y cada uno de los azulejos, a ser posible, intentaremos terminar toda esta primera mano de una misma sentada. Para que, al día siguiente, toda la pintura se haya asentado por igual.
  7. Dependiendo del color original de los azulejos y de la intensidad de nuestras pasadas, habrá que aplicar dos o tres manos de pintura. Tendremos que dejar pasar el tiempo que marque el fabricante en el envase de la pintura. En las siguientes manos podemos seguir repitiendo el mismo proceso, incluso podemos seguir lijando la pintura ya aplicada para favorecer el agarre de las siguientes manos.
  8. Una vez secado al completo la última mano, volveremos a colocar los accesorios de las paredes, los muebles y sanitarios.

Pintar los azulejos de un baño o de una cocina es un proceso fácil y sencillo, pero al igual que cualquier otro acto en el hogar, puede conllevar algún tipo de riesgo, por ello, siempre es recomendable contar con el Seguro de Hogar MAPFRE que nos da cierta tranquilidad ante cualquier circunstancia.