La apariencia de una barandilla oxidada puede restarle valor estético a cualquier espacio exterior, ya sea un balcón, una terraza o un porche. Sin embargo, con los trucos y consejos adecuados, es posible revitalizar cualquier barandilla y protegerla para que luzca como nueva durante muchos más años.

Materiales y elección de la pintura. ¿Cuál es la más adecuada?

Al pintar una barandilla oxidada, es fundamental seleccionar una pintura adecuada para su uso en exteriores y que ofrezca protección contra la futura oxidación. Opta por una pintura especialmente formulada para metales, preferiblemente con propiedades antioxidantes y resistentes a la intemperie, no solo a la humedad, sino también a los bruscos cambios de temperatura.

Las pinturas epoxi o los esmaltes acrílicos son excelentes opciones para este propósito, ya que proporcionan una cobertura duradera y una protección efectiva contra la corrosión y los rayos UV.

Además, se recomienda aplicar un sellador transparente sobre la pintura para brindar una capa adicional de protección.

Preparación. Paso esencial para un resultado duradero

Antes de comenzar el proceso de pintura, es crucial preparar adecuadamente la superficie de la barandilla. Comienza por limpiar a fondo la barandilla con un cepillo de alambre o una lijadora (eléctrica o manual) para eliminar toda la oxidación y cualquier residuo de la pintura vieja.

Luego, elimina el óxido que encuentres en la superficie con algún producto especializado, aunque también puedes utilizar una mezcla de agua y bicarbonato. Otro truco casero consiste en utilizar vinagre caliente aplicado con cuidado con un trapo.

Por último, lava la superficie con agua y detergente para eliminar cualquier suciedad y grasa que pueda quedar. Asegúrate de secar completamente la barandilla antes de empezar con la pintura.

Paso a paso: Cómo pintar una barandilla oxidada

Paso 1. Protege el área circundante

Antes de comenzar a pintar, cubre cualquier superficie que no desees pintar, como el suelo o las paredes cercanas, con plásticos o periódicos para evitar las salpicaduras y manchas innecesarias. Si la barandilla en cuestión limita con algún otro elemento que también necesitemos proteger, como un pasamanos de madera, podemos pegarle cinta de pintor para proteger directamente estas zonas más pequeñas que, por su tamaño o posición, no puedan ser protegidas con plásticos.

Paso 2. Aplica un convertidor de óxido (opcional)

Si la barandilla está severamente oxidada, considera la posibilidad de aplicar un convertidor de óxido antes de la pintura. Este producto ayudará a detener el proceso de oxidación y proporcionará una superficie más adecuada antes de pintar.

Paso 3. Imprimación

Aplica una capa delgada de imprimación antioxidante en toda la superficie de la barandilla. Esto ayudará a mejorar la adherencia de la pintura y a proporcionar una capa protectora adicional contra la oxidación.

Paso 4. Aplicación de la pintura

Una vez que la imprimación esté completamente seca, aplica una primera mano de la pintura elegida en una capa uniforme sobre la propia barandilla. La aplicación de la pintura puede ser mediante pistola o con un pincel pequeño. En el caso de utilizar un pincel, realiza trazos largos y uniformes para obtener un acabado suave y lo más profesional posible. Si es necesario, aplica una segunda capa una vez que la primera esté completamente seca. Es recomendable respetar los tiempos de secado que marque el fabricante en el envase de la pintura.

Paso 5. Sellado (opcional)

Para una protección adicional, considera la posibilidad de aplicar un sellador transparente sobre la pintura una vez que la última mano esté totalmente seca. Esto ayudará a proteger la superficie de la barandilla contra los rayos UV y los posibles daños causados por la intemperie.

Mantenimiento. Clave para una barandilla duradera

Para prevenir futuros problemas de oxidación, es importante mantener regularmente la barandilla recién pintada. Inspecciona periódicamente la superficie en busca de signos de desgaste o daños y repinta las zonas afectadas según sea necesario.

Además, seca la barandilla siempre que la veas húmeda por el rocío o la lluvia y límpiala regularmente con agua y detergente suave para eliminar la suciedad y los residuos que pueda acumularse.

Con la pintura adecuada y un mantenimiento regular, te asegurarás que tu barandilla luzca impecable y resista el paso del tiempo con elegancia y durabilidad.

La renovación de tu barandilla es solo el primer paso para mantener tu vivienda siempre en perfectas condiciones. Asegúrate de no dejar nada al azar y protege tu hogar con un Seguro de Hogar MAPFRE que te respalde antes cualquier situación o imprevisto que pueda surgir en cualquier elemento constructivo, tanto interior o como exterior.

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