Dependiendo del tipo de puerta, de su tamaño o de su calidad, necesitaremos unos u otros materiales para pintarla. En un par de horas nuestra puerta quedará como nueva gracias a algunos trucos profesionales.
Elementos necesarios para pintar una puerta
-Una lija
-Trapos limpios
-Una tela protectora
-Un rodillo pequeño
-Un pincel para pintar
-Un cubo
-Una bandeja o rejilla para rodillos
-Pintura base
-Pintura
Pasos a seguir para pintar una puerta de exterior
Lo primero que debemos saber es el tipo de puerta que vamos a pintar, ya que si es una puerta relativamente nueva, esta ya vendrá preparada para poder aplicarle pintura directamente. En este caso, debemos tener claro que nunca aplicaremos pintura base en la puerta, ya que lo único que conseguiremos será un resultado final de peor calidad, pues las puertas nuevas están preparadas para aceptar prácticamente cualquier tipo de pintura sin base.
Si por el contrario se trata de una puerta vieja de madera o de acero, será necesario tratarla antes de pensar en la pintura.
Una puerta nueva suele tener un tono gris, pero si no es nueva y es de madera, habrá que prepararla con una base de aceite de calidad o un acrílico de base antes de nada. Cubriremos la parte exterior e interior, así como los bordes.
Pintaremos la puerta sobre caballetes, de ese modo no mancharemos las bisagras. Después de la base, usaremos una lijadora de mano y lijaremos la puerta. Si esta es de metal, entonces la cubriremos con una capa de pintura antioxidante. Después solo habrá que dejarla secar y pintarla con óleo o pintura acrílica.
Lijaremos también la puerta que es de madera para eliminar la suciedad, aplicaremos una capa de imprimación y, cuando se seque, daremos la pintura acrílica.
Lo ideal es pintar la puerta con un rodillo para que el acabado sea perfecto.