Pintar con rodillo es una técnica muy común y práctica para cubrir grandes áreas de una superficie de manera rápida y uniforme, y aunque algunas veces compramos el primero que nos cuadra por tamaño o precio, debes saber que hay diferentes tipos de rodillos para pintar.
Además, podemos esmaltar superficies de menor tamaño como muebles sin necesidad de utilizar brocha, con lo que conseguiremos un mejor resultado en cuanto a cobertura y tiempo empleado.
Empezaremos por lo básico: las partes de un rodillo. Consta de mango y cilindro (o rodillo). El mango suele ser metálico y es el que sujeta el rodillo. Es muy duradero y, salvo excepciones, te servirá para muchos usos. El cilindro lo puedes cambiar cuando veas que es necesario, si tiene mucho uso o se ha estropeado.
Precisamente, esta parte del rodillo es la que debes mirar bien cuando compres uno para tu proyecto, ya que existen varios tipos y dependiendo de la superficie que vayas a pintar, deberás elegir un material u otro. Te lo contamos.
¿Qué tipos de rodillos hay según su composición?
De lana
Pueden ser de pelo corto o largo, sintéticos y de pelo natural. Los rodillos de lana se usan básicamente para superficies rugosas como fachadas y paredes con estuco o con gotelé. Los de pelo corto se utilizan para pintar con esmaltes sintéticos, de poliuretano y pinturas de hierro.
De pelo corto
Este tipo de rodillo es el más utilizado. El pelo es muy corto y así evitamos salpicaduras. Las pinturas más indicadas para los rodillos de pelo corto son las plásticas.
Con texturas
Son rodillos que dejan un acabado decorativo, y puedes encontrarlos con una gran variedad de diseños y estilos. Dejan un grabado con dibujo.
De espuma
Es el que ofrece un resultado final más liso, tipo lacado. Perfecto para pintar con esmaltes al agua y barnices acrílicos.
¿Qué tipo de rodillo debemos utilizar según la superficie que vaya a pintar?
Para paredes lisas
Suelen ser rodillos anti goteo y anti salpicaduras para no desperdiciar pintura y evitar suciedad en el proceso. Son los más usados, y se emplean para paredes y techos en acabado liso.
Los hay de varios tamaños, pero se suelen utilizar grandes para abarcar más superficie, y además son más habituales los de pelo corto, porque extienden muy bien la pintura. Estos rodillos permiten descargar mucha pintura de manera uniforme sobre las paredes lisas y suelen ser de poliamida. Existen rodillos con mango más largo para pintar paredes y techos lisos en zonas de difícil acceso, como algunos muebles o el espacio detrás de los radiadores.
Para gotelé y superficies rugosas
Las paredes de gotelé son rugosas y necesitan rodillos específicos de un pelo más largo que el que se usa para las paredes lisas.
Para esmaltar o lacar
Los rodillos para esmaltar en madera o en metales suelen ser de pelo muy corto porque son los mejores para conseguir un acabado muy fino. Perfectos para decorar puertas y muebles, están hechos de fibras naturales o sintéticas como el velour, de aspecto aterciopelado, poliamida o de espuma. Los extremos de estos rodillos suelen ser redondeados para evitar las marcas en las pasadas de laca o esmalte sobre las superficies. Son de pequeño tamaño para manejarlos con precisión.
Para barnizar
En este caso están fabricados en poliéster, en fibras naturales o sintéticas o en fibras teflonadas que impiden que la pintura se apelmace. Tienen pelo muy corto y fino para conseguir acabados muy precisos. Sirven para utilizar con barnices, aceites o tintes y habitualmente son pequeños.
Para pintar fachadas
Los rodillos para fachadas suelen ser de tamaño grande y cilindro grueso porque se persigue abarcar más superficie a la hora de trabajar. Se pueden usar con alargador o sin él y son mejor los de pelo largo para que la pintura se reparta de manera uniforme por todos los huecos.
Para suelos y piscinas
Los suelos (sean de exterior o interior) suelen ser lisos y por eso se usan rodillos de pelo corto. Son los mismos que se emplean para pintar las terrazas y cubiertas.
Multisuperficie
Como su propio nombre indica, se pueden usar en muchas superficies como paredes de mortero, de yeso, azulejos, maderas, metales. Habitualmente son de espuma de poliuretano, base de poliéster y de poro 0, para evitar rugosidades.
Mini rodillos
Son rodillos menos anchos y pueden ser para cualquier superficie, aunque funcionan especialmente bien en pinturas para azulejos.
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