Conocer los metros cuadros útiles de una vivienda es de vital importancia en muchas circunstancias, por ejemplo: para poder comunicar adecuadamente sus características de cara a una venta, para calcular los metros cuadrados de pavimento de cada estancia si queremos cambiarlo, o incluso para estimar los metros cuadrados de pintura de los techos y las paredes si queremos pedir presupuesto a unos pintores.

En algunas ocasiones, si la vivienda tiene alguna geometría extraña es más complicado estimarlos por nosotros mismos. En estos casos es recomendable buscar a un profesional, un arquitecto, por ejemplo, para que mida la casa y levante los planos de la misma. De esta forma tendremos un cálculo bastante exacto.

Si en tu vivienda predominan las estancias cuadradas o rectangulares, entonces podremos estimarla nosotros mismos con una fácil fórmula y con la ayuda de un metro, lápiz y papel.

¿Qué son los metros cuadrados útiles y qué diferencia existe con los metros construidos?

Los metros cuadrados útiles son la superficie neta de la vivienda, es decir, los metros pisables. Aquellas superficies que podemos recorrer y que se consideran habitables desde el punto de vista de nuestra normativa particular. Existen algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de ir sumando superficies que veremos más adelante.

Por el contrario, en el cálculo de los metros cuadrados construidos, hay que considerar la totalidad de la edificación. Incluyendo el espacio que ocupan todos los elementos construidos que la componen, como podrían ser los muros, tabiques, pilares o incluso las columnas de paso de instalaciones. Es decir, se trata del perímetro total visto desde la planta que ocupa toda la vivienda. En el caso de viviendas asiladas es sencillo, pero en el caso de viviendas pareadas o de pisos y apartamentos, tendremos que considerar la mitad de los muros medianeros.

De manera orientativa podemos estimar: m² útiles = m² construidos – 15%

¿Cómo medir nosotros mismos los metros cuadrados útiles?

En primer lugar, sería de gran ayuda contar con los planos originales de la vivienda. Si no los tuviéramos, podemos intentar preguntar al antiguo propietario, a la promotora en cuestión o al arquitecto que la diseñó acerca del certificado final de obra, donde tienen que venir recogidos. En el caso de no poder conseguir dichos planos, habrá que medirla y superficiarla de nuevo.

Con la ayuda de un simple metro, iremos calculando el ancho por largo de cada estancia de la vivienda, incluyendo todos los espacios interiores, de pared a pared. Al multiplicar estas dos medidas obtendremos los metros útiles. Cómo hemos ido trabajando por el interior de las habitaciones, no tendremos que descontar los metros construidos de los muros y tabiques, so

Fuente: http://bitly.ws/orQP

lo tendremos que restar los elementos constructivos que quedaron dentro de nuestra medición como pueden ser los pilares o las particiones internas.

Para ir anotando todos estos datos podemos servirnos simplemente de una calculadora, un lápiz y un papel. Sin embargo, si queremos dibujar al mismo tiempo el plano, siempre podemos ayudarnos de algún programa de diseño o de nuestra destreza a mano alzada.

Cálculo de las superficies y suma total

Hay que tener en cuenta ciertas reglas a la hora de sacar el dato final de los metros útiles, ya que no todas las estancias computan igual. El ejemplo más característico de esta circunstancia es el caso de las terrazas. Los espacios exteriores computan de una manera distinta a los espacios interiores. Mientras que los que están cubiertos por cuatro paredes y un techo computan al 100%, las terrazas o balcones dependen de ciertas cosas.

Fuente: http://bitly.ws/orR8

En primer lugar, debemos consultar la normativa local que nos afecta, donde se recoge la forma más certera de superficiar. Pero en términos generales, las terrazas cerradas por el techo y dos de sus caras computan al 50%, mientras que las que están cerradas por 3 caras o más, computan al 100%. Por el contrario, los espacios exteriores que no están cerrados por ningún sitio, no computan en absoluto.

En el caso de viviendas de dos plantas, el espacio que ocupa la escalera solo se medirá en una ocasión. Y los espacios resultantes bajo estas no se considerarán metros útiles si no alcanzan al menos una altura libre de paso de 2,10m.

Existen otros espacios en los que también hay cierta controversia, pero las normas suelen ser muy claras al respecto. El espacio interior de los armarios y platos de duchas o bañeras también computan al 100% como cualquier otro espacio interior.

Conocer de primera mano esta información es crucial para cualquier gestión de la vivienda, al igual que contar con el Seguro de Hogar MAPFRE más certero en cada caso particular.