Cambiar la cocina de sitio es una reforma que muchos tenemos muy en cuenta a la hora de buscar una mejor distribución en nuestro hogar. Pero, ¿es posible hacerlo en cualquier tipo de vivienda, como en un piso? Trasladar de sitio este espacio puede no ser una tarea nada sencilla, ya que implica una serie de modificaciones técnicas y permisos que deberán ser gestionados correctamente. En este artículo, exploraremos si realmente se puede cambiar la cocina de sitio, qué problemas pueden surgir, los costes aproximados y otras muchas cuestiones más.
¿Qué implica cambiar la cocina de sitio?
En primer lugar, tendremos que diseñar cómo nos gustaría implementar la cocina en su nueva ubicación, teniendo en cuenta su posición en la vivienda y su relación con el resto de estancias como baños, pasillos o el propio salón y comedor.
Es importante tener en cuenta en qué paredes vamos a apoyar los muebles de cocina y si estas van a ir alicatadas o cuál va a ser su revestimiento, pero, en todo caso, mover la cocina de lugar supone mucho más que reubicar muebles y electrodomésticos. Las principales complicaciones vendrán a la hora de adaptar las instalaciones:
- Agua y desagües: Es crucial conectar la nueva ubicación al sistema de suministro y evacuación. Esto puede requerir ampliar tuberías o incluso instalar nuevas bombas de desagüe si la nueva posición de la cocina se encuentra muy alejada de los puntos donde podamos conectar a las bajantes.
- Gas: Si tu cocina utiliza gas, es indispensable asegurar que la nueva ubicación cumpla con las normativas para su instalación.
- Electricidad: Cambiar la cocina implica siempre tener que adaptar el sistema eléctrico para alimentar los electrodomésticos, como el horno o el frigorífico, en su nueva ubicación. Además, dependiendo de la nueva disposición, puede ser necesario reforzar la ventilación o instalar extractores adecuados para evitar problemas de humedad o acumulación de gases.
¿Es legal cambiar la cocina de sitio?
En la mayoría de ocasiones, cambiar la cocina de sitio es totalmente legal, pero requiere ciertos permisos para garantizar que la modificación cumpla con todas las normativas de seguridad y habitabilidad. Deberemos tener en cuenta los siguientes factores:
- Permisos municipales: Seguramente necesites una licencia de obra menor o mayor, dependiendo del alcance de la reforma. Por lo general, este tipo de intervenciones se suelen tramitar mediante Declaración Responsable, pero se solicita la intervención de un técnico que redacte un proyecto o una memoria valorada para que justifique el cumplimiento de todas las normativas que le sean de aplicación.
- Permiso de la comunidad de propietarios: En un edificio plurifamiliar, es necesario consultar los estatutos para verificar la viabilidad de la reforma y, en algunos casos, obtener la aprobación de los vecinos.
- Certificados técnicos: Un profesional deberá certificar que las instalaciones cumplen con la normativa vigente, especialmente en lo que respecta al gas y la electricidad.
Antes de iniciar la obra, es recomendable consultar con un arquitecto para que pueda evaluar si tu vivienda es apta para este tipo de modificación.
¿Cuánto cuesta cambiar la cocina de sitio?
El coste de cambiar la cocina de sitio puede variar según factores como el tipo de vivienda, la distancia de las conexiones originales o los materiales que utilicemos. Pero podemos establecer una aproximación de horquilla de precios de las siguientes cuestiones:
- Adaptación de instalaciones: Entre 2000 € y 5000 €, dependiendo de la complejidad y las distancias.
- Obras de albañilería: Puede variar considerablemente si nuestros tabiques son de ladrillo o pladur pero, podríamos suponer unos 1000 € – 3000 €. Aumentará el presupuesto si se deben realizar rozas por suelos o paredes.
- Mobiliario y electrodomésticos: Este punto si que es muy variable en función de los muebles nuevos que tengamos que comprar o los viejos que consigamos recuperar y restaurar. Pero si queremos comprar todo desde cero, el presupuesto podría iniciar desde los 5000€.
Problemas al cambiar la cocina de sitio
Siempre debemos tener en cuenta los posibles imprevistos que puedan surgir durante la obra que puedan suponer un incremento del presupuesto, como, por ejemplo:
- Restricciones técnicas: En pisos, las bajantes de saneamiento y la estructura del edificio pueden limitar la libertad para cambiar la ubicación de la cocina.
- Humedades y filtraciones: Un diseño inadecuado de las tuberías o una instalación incorrecta pueden causar problemas a largo plazo.
- Conflictos legales: Realizar la reforma sin los permisos adecuados puede derivar en sanciones o incluso la obligación de parar y deshacer la obra.
Cambiar la cocina de sitio es un proyecto desafiante, pero puede llegar a transformar por completo tu hogar si se realiza de forma adecuada. Considera la posibilidad de contratar un Seguro de Hogar MAPFRE con la asistencia en reparaciones y bricolaje que cubra los posibles incidentes y te proporcione la tranquilidad necesaria ante cualquier imprevisto.