Una nueva forma de vida se abre camino en nuestro día a día. Cada vez pasamos más tiempo en casa e indudablemente, el teletrabajo ha llegado para quedarse. Una buena solución para ampliar nuestra vivienda es cerrar la terraza, de esta manera, gracias a algún tipo de cerramiento acristalado, conseguiremos algunos metros cuadrados de más para nuestro hogar.
Es una solución efectiva y económica, factor determinante a la hora de ganar un espacio extra sin necesidad de cambiar de vivienda.
Tipos de cerramientos para terrazas
Atendiendo a su posición y configuración, podemos distinguir dos grandes grupos:
Cerramientos horizontales
Nos encontramos con este tipo de cerramientos en terrazas completamente abiertas, donde tenemos que fabricarnos, por así decirlo, nuestro propio “techo”.
Dependiendo del clima y de su ubicación, podemos plantear unos cerramientos horizontales opacos o acristalados. Sin olvidar por supuesto la integración estética con el resto de la vivienda.
Se suelen utilizar elementos prefabricados para estos cierres, ya que aportan rapidez en su montaje y limpieza en la obra. Pueden ser paños de vidrio o los denominados paneles sandwich, compuestos por dos chapas exteriores y un núcleo de un material aislante que aporta confort a la estancia.
Cerramientos verticales
Estos paramentos conforman las paredes de nuestras terrazas. Algunas pueden ser de obra, pero otras tienen que resolverse mediante acristalamiento, ya que permitir la entrada de luz natural es vital.
Según la geometría de la terraza y la presencia o no de barandilla de obra hará que escojamos una solución de cerramiento completo de suelo a techo o simplemente la instalación de ventanas encima de la barandilla de obra.
¿Qué materiales son los más acertados para los cerramientos verticales?
Los cerramientos se componen de dos elementos: el vidrio y la carpintería, y estos a su vez, pueden ser de diferentes materiales, como por ejemplo:
Cerramiento de PVC
Se trata de un material plástico, ligero y resistente que funciona a la perfección en cualquier tipo de ventana, sin importar su apertura (corredera o abatible). También posee propiedades aislantes que evitan puentes térmicos. Y por lo general, son los más económicos.
Cerramiento de aluminio
Es un material metálico y muy ligero, que permite trabajar con perfiles estrechos que dotan de cierta belleza al diseño. Existe una amplia gama de colores a nuestra disposición, ya que sus acabados son tratados con procesos como el adonizado o el lacado. Un gran handicap a tener en cuenta es el tema de la transmitancia térmica, ya que necesitan incorporar un elemento llamado rotura de puente térmico para que la temperatura del exterior no penetre en el interior.
Cerramientos de madera
Aportan una gran sensación de calidez y confort al ambiente y también son fiables y herméticas, pero sin embargo, su alto coste hace que no sean tan comunes en intervenciones de presupuesto medio.
Cerramientos de vidrio
El otro gran protagonista es el vidrio. Su elección es fundamental, ya que dependiendo de la orientación se deberá escoger entre diferentes tipos de vidrios laminados. Si nuestro cerramiento da al sur, (en el hemisferio norte) implica una mayor incidencia de luz y calor.
En este caso, tendremos que protegernos con vidrios de doble o triple acristalamiento. Si por el contrario, estamos más cercanos al norte, necesitaremos aprovechar toda la energía posible ampliando la superficie a acristalar. De esta forma, emplearemos estrategias bioclimáticas en nuestra propia vivienda.
Cosas importantes a tener en cuenta antes de cerrar una terraza
Aconsejamos ponerte en manos de profesionales, que sabrán guiarte y aconsejarte acerca de lo mejor para tus necesidades. Pero en términos generales, es importante conocer todo aquello que se ve involucrado en el desarrollo del proyecto.
La nueva distribución tras la incorporación del cerramiento
Ese espacio que tanto anhelamos tiene que estar bien integrado en nuestra casa y que a su vez responda a una función. Si el objetivo es ampliar el salón o el comedor, lo mejor es replantear la distribución del mobiliario con el fin de crear un ambiente acogedor.
Pero si por el contrario, lo que se busca es añadir una estancia para un nuevo uso, como podría ser el espacio para el teletrabajo, deberemos asegurar su independencia y el correcto funcionamiento de los flujos de circulación en la vivienda.
El desarrollo de las obras y las licencias
Para este tipo de obras, como cualquier otra, es imprescindible contar con los correspondientes permisos y licencias. Aunque a veces pueda resultar un proceso lento y tedioso, es vital trabajar siempre del lado de la legalidad. Dichas licencias tendrán que ser emitidas por las correspondientes administraciones de cada municipio y deben estar presentes en todo momento en el lugar de la obra.
Sin embargo, para que tu casa siempre sea un lugar seguro frente a las incidencias, lo mejor es contar con un Seguro de Hogar MAPFRE, con las coberturas que más te interesen, según el tipo de vivienda.