Los techos de fibrocemento, un material conocido popularmente como uralita, no son los más recomendables, pero hasta hace unas décadas eran bastante comunes. Aunque económicos y efectivos para las cubiertas, sus carencias en aislamiento eficiente son evidentes.

El buen aislamiento en la cubierta de una vivienda es básico para lograr un hogar cómodo y confortable en invierno y en verano, además influye directamente sobre la eficiencia energética del inmueble. Los techos de uralita no se muestran muy ventajosos en este sentido y suelen necesitar de aislante extra para mejorar sus capacidades.

Los trabajos requeridos para aislar techos o cubiertas ya instaladas son costosos y suelen implicar obras bastante molestas y profundas, no obstante, merece la pena acometerlas lo antes posible para dejar de sufrir las consecuencias de vivir en una casa con un aislamiento deficiente.

Dependiendo del tipo de construcción y de uralita, del presupuesto con el que cuentes y del grado de aislamiento que necesites o que aspires a lograr, puedes emprender diferentes acciones para aislar un techo de uralita.

Rejillas de ventilación

La opción más sencilla, y también la menos costosa, es hacer ventanillas de ventilación entre la cubierta exterior de uralita y el techo de la vivienda. Siempre que tengas esta situación, puedes probar a hacer rejillas opuestas y abundantes en la parte exterior de la cubierta, para provocar un espacio de corriente y ventilación que mejorará eficazmente el aislamiento de este tipo de tejados.

Aunque es una solución válida para el verano, en invierno tendrías que buscar la forma de tapar las rejillas o parte de ellas, ya que pierden su función y se convierten en una fuga para el calor que produces dentro de la casa con los sistemas de calefacción.

Aislar desde el exterior

La  mejor forma de aislar una cubierta de uralita, o de cualquier otro material, es emprender trabajos de aislamiento externo. Son obras importantes y profundas, pero al menos no se ve afectado el interior de la vivienda, por lo que el impacto y las molestias son menores.

Hay diferentes opciones para casos concretos, por lo que se hace imprescindible que consultes con un profesional experto en el aislamiento de cubiertas exteriores.

Aislamiento interior

Puedes apostar por aislar el techo de uralita desde el interior de la vivienda o estancia concreta, pero ten en cuenta que será un trabajo bastante molesto, además deben darse unas condiciones específicas para que esta opción sea viable, al margen de asumir una obra de esta envergadura.

Es indispensable que tengas espacio en el interior y que estés dispuesto a perder una media de 10 centímetros -según el caso- de altura de la vivienda o del espacio que vayas a aislar. Por otra parte, dependiendo del tipo de techo y de vivienda, será viable o no esta solución. Lo más sencillo, es colocar un aislante efectivo bajo la uralita, crear una cámara de aislamiento o vacío y cubrir con una placa de yeso laminado.

Estas tres posibilidades confirman que aislar un techo de uralita no es imposible, pero entraña bastante trabajo y presupuesto. Por otra parte, es importante que valores que no siempre es la opción más efectiva ni viable. La sustitución del tejado por otro más adecuado y efectivo y, además, revisar el resto de elementos que influyen directamente en la calidad de aislamiento, tanto térmico o cómo acústico de una vivienda, como son las paredes o el propio suelo, pueden ser soluciones definitivas y más efectivas a tus problemas con la uralita.

No te arriesgues a malos resultados y pérdidas de dinero con obras de aislamiento de tu vivienda, ya sea por una cubierta de uralita u otros materiales, consultar con profesionales y asesorarte correctamente es lo más recomendable en este tipo de trabajos tan específicos y delicados. La póliza de Seguro de Hogar MAPFRE, incluye un servicio de localización de profesionales para tus reformas u obras de renovación para ayudarte también en este tipo de trances.

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