El aspecto más importante a tener en cuenta para realizar esta conversión es la diferencia de temperatura: en el frigorífico suele rondar entre 4 y 7 grados, y en el congelador entre -18 y -24. Así, será necesario regular esta última temperatura dentro de los valores del frigorífico con un termostato mecánico o digital que deberá instalar un profesional.
¿Cómo debe ser el termostato?
Obviando si el termostato es digital o manual, lo que sí es importante es que sea independiente al del frigorífico. Si esto es así, solo tendremos que cambiar el del congelador e instalar uno de menor temperatura cuyo nivel máximo sea de 0º. Con este simple paso ya habremos conseguido convertir el congelador de un modelo combi en una nevera.
Debes saber que este truco sólo será válido en el caso de que la nevera tenga dos compresores. Si solamente tiene uno habrá que sustituir el evaporador de congelación por uno de conservación que tenga la misma temperatura que el refrigerador. Así se puede compensar el gas refrigerante que se requiera para la evaporación y conseguir que ambas partes enfríen de la misma forma.
¿Compensa económicamente realizar este cambio?
A pesar de que el cambio del termostato, el evaporador e incluso la mano de obra y la instalación por parte de un profesional supone un cierto desembolso económico, éste siempre será mucho menor que si tuviéramos que comprar un frigorífico nuevo.
A través de esta tarea de reciclaje no sólo conseguiremos ahorrar, sino que también estaremos contribuyendo a cuidar el medio ambiente.
Con estos sencillos pasos podrás darle una nueva utilidad al congelador de tu modelo combi que ya no utilizas y convertirlo en frigorífico. Recuerda que en el caso de que algo falle en tu nevera, el Seguro de Hogar Platino MAPFRE incluye un servicio de reparación de electrodomésticos de gama blanca para solventar el problema rápidamente.
LO QUE DEBES SABER… |
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