Las encimeras son, sin duda alguna, las partes más expresivas de cualquier cocina. Existen un gran abanico de materiales y colores, y en todas ellas suelen aparecer los famosos copetes: esas piezas que, a modo de rodapié, resuelven los encuentros con los paramentos verticales, como son las paredes o incluso los costados de los muebles. Es esencial para impedir que el agua deteriore la encimera.
Tendemos a pensar en unos copetes de aluminio, que a veces rompen con la estética de la cocina, pero ¡no! Existe una gran variedad de diseños para resolver estos encuentros, y si no te convencen existen otras alternativas. Toma nota.
Tipos de copetes tradicionales
Si acuñamos el término copete a ese elemento que remata la encimera por su parte superior y próxima a la pared. Lo más normal es utilizar una pieza recta de unos 3-4 cm de altura del mismo material que la encimera y colocarlo perimetralmente alrededor de toda su longitud.
Estos copetes deben asegurarnos la total estanqueidad del agua en estas juntas, realmente este es su principal objetivo. Si por algún casual, el agua consiguiera penetrar por la parte posterior de la encimera, podría llegar hasta los fondos traseros de los muebles de la cocina, que suelen ser de madera, y dañarlos enormemente.
Existen varios tipos de copetes de encimera según su material:
Copetes de cuarzo
Son los más comunes, por la sencilla razón que las encimeras de cuarzo son las reinas en nuestra generación y lo ideal es colocar los copetes del mismo material que esta para que no desentonen mucho. Con nuevos materiales como el Silestone, se pueden conseguir encimeras muy duraderas a la vez que higiénicas.
Copetes porcelánicos
Son menos habituales que el resto, y se utilizan únicamente cuando la encimara también es del mismo material. Aunque en estos casos, lo más común es alicatar la pared completa con el mismo porcelánico.
Copetes de piedra natural
En el caso de que tengamos una encimera de mármol o de granito, utilizaremos sin duda un copete de piedra natural. Estos suelen ser de un grosor considerable, entre 2 y 4 cm. Son piezas que pueden durarnos muchísimos años, pero si no están muy bien ejecutados sus cortes, pueden llegar a astillarse.
Copetes de plástico
Suelen utilizarse exclusivamente cuando nuestra encimera es de madera natural o incluso de conglomerado o DM. Estos copetes se diferencian rápidamente del resto porque sus dimensiones son muy reducidas. Se trata básicamente de una tapeta rectangular de apenas 1cm de altura y 1,5cm de espesor. Lo justo y necesario para tapar la junta entre encimera y pared. Uno de sus grandes inconvenientes es que no pueden ser nunca del mismo color que la pared o la encimera. Los colores de estas piezas se suelen limitar a blanco, gris o negro.
Copetes metálicos
Suelen ser de aluminio y los podemos encontrar en una gama muy limitada de colores. Eso sí, son muy duraderos y sobre todo muy fáciles de sustituir.
Copetes de madera
No son muy aconsejables hoy en día porque si no están bien protegidos con algún tipo de barniz especial, es muy probable que penetre agua en ellos, destrozándolos desde dentro.
Alternativas actuales a los tradicionales copetes de encimera
En la actualidad nos podemos encontrar multitud de soluciones alternativas para resolver el problema de estanqueidad del agua en la cocina. Los nuevos materiales como el Silestone o el Deckton nos ofrecen gran versatilidad a la hora de fabricar piezas pequeñas. Se trabajan con máquinas de corte mediante laser o CNC que ofrecen unos resultados muy precisos. Igualmente, podemos optar por algunas soluciones bastante diferentes:
- No colocar copetes en la pared. Si la encimera se encuentra directamente con una pared alicatada con algún material cerámico, podemos evitar la colocación de copetes siempre y cuando utilicemos un cordón de silicona impermeable para unir ambas piezas. A su vez, tenemos que asegurarnos que el corte de la encimera se haya realizado a la perfección, si no es así y no tenemos ningún copete que oculte los desperfectos del corte, serán muy visibles.
- Subir el mismo material de encimera hasta la altura de los muebles altos. Es la opción más utilizada en la actualidad. En primer lugar, porque se evita tener que alicatar la pared completa, con el ahorro económico que supone y, en segundo lugar, porque es realmente funcional y estético.
- Colocar revestimientos de paredes metálicos o de espejo. Esta solución se utiliza mucho en cocinas profesionales o industriales. Donde la rápida limpieza es un punto a tener en cuenta. Son muy higiénicos y funcionales.
- Utilizar el material de encimera para los encuentros con los muebles. De esta forma remarcamos la zona húmeda de la cocina a la vez que la protegemos totalmente frente a salpicaduras. Esta opción es más cara que la colocación del tradicional tapete de 4cm, pero sin duda alguna, nuestra cocina lucirá de diseño.
Cualquier problema con el agua en la cocina es sinónimo de gran preocupación, sobre todo si afecta a los muebles de madera. Para estar tranquilos frente a los problemas en la vivienda, siempre podemos contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que nos aporte tranquilidad y seguridad.