Además de los ladrillos y el cemento, existen otras formas de construir viviendas. Una de ellas es el drywall, un sistema que se popularizó en la década de los ochenta. Este material se conoce popularmente con el nombre de una de las marcas comerciales que lo fabrica: pladur.
¿Qué es el drywall?
El drywall es un material de construcción en seco. El término puede traducirse como “muro seco”, ya que no requiere de agua, arena o cemento como en los sistemas tradicionales.
Consiste en una estructura de perfiles de madera o acero galvanizado de bajo peso y espesor que lleva un revestimiento de placas de yeso laminado y celulosa (para el interior) o fibrocemento (para el exterior). Dentro suele llevar un aislante termo acústico, como fibra de vidrio o lana de roca.
¿Para qué se suele usar?
Al ser un sistema rápido y económico, el drywall se emplea en muy diversas aplicaciones que van más allá de levantar tabiques, como construir techos, bóvedas, cielos rasos, revestimientos, detalles arquitectónicos, falsas columnas o vigas, estructuras, repisas, etc. Incluso se puede construir una casa entera.
Además, este sistema permite hacer fácilmente instalaciones interiores de redes de electricidad, telefonía, agua, desagües, cables de la televisión, aislamientos termoacústicos, y un largo etcétera.
Donde no se suele usar es en exteriores o en zonas expuestas a la humedad, aunque, según la calidad del producto, pueden encontrarse placas resistentes a diferentes factores, como la humedad o el calor.
Ventajas de usar drywall
Hay varias ventajas que se obtienen al usar este sistema de construcción:
- Se consiguen mejores resultados estéticos que con el método tradicional.
- Es un material más económico que la construcción basada en ladrillo y cemento.
- Al trabajar en seco, la instalación es más limpia que con otros materiales y hay menos riesgo de dañar la casa.
- Según los expertos, su ejecución es de cinco a ocho veces más rápida que con los sistemas tradicionales. Esto hace que sus costes de instalación se reduzcan en un 40 por ciento.
- Se puede ajustar cada placa al tamaño que se necesite sin grandes complicaciones, ya que es fácil de cortar y manipular.
- Es más sencillo realizar modificaciones o reparaciones sobre este material.
- Es un material ligero que se puede transportar cómodamente por un número reducido de operarios.
- El drywall es un material que se puede volver a utilizar. En concreto, se puede reutilizar hasta el 80 por ciento del material, siempre que se haya retirado con el cuidado correspondiente.
¿Qué inconvenientes tiene?
A pesar de todas sus bondades, las construcciones de drywall también presentan algunos inconvenientes:
- Su durabilidad es más limitada en comparación con los sistemas de construcción tradicionales.
- La mayoría de las placas son tan livianas que acusan más los golpes y el uso continuado.
- En general, se suelen dañar con fácilmente con el agua. Si están en zonas húmedas, pueden generar moho e incluso que los paneles se caigan.