Tener una caja de herramientas completa en el hogar es imprescindible para realizar sencillas operaciones de mantenimiento o alguna pequeña reparación o instalación, si no quieres gastarte dinero inútilmente llamando a un experto. Dado como está la mano de obra de un profesional, por mucho dinero que inviertas en la adquisición de material y herramientas, lo recuperarás con toda seguridad en cuanto hagas uso de ellas una o dos veces.

En multitud de ocasiones, las reparaciones o instalaciones que quieras hacer son operaciones sencillas y con un poco de idea, sin necesidad de ser un «manitas», podrás llevarlas a cabo tú mismo. Pero si no es así y necesitas asesoramiento, en internet existen muchas páginas que orientan de una manera clara y comprensible para un profano en la materia, en temas sobre cómo efectuar la instalación de algún aparato doméstico o realizar una sencilla reparación o sustitución de accesorios.

Una norma básica a la hora de comprar una herramienta es que sea de calidad. No hay que escatimar en el gasto, porque las buenas duran toda la vida. Una herramienta barata tendrá una vida corta y, probablemente, el servicio que preste no será satisfactorio, con el inconveniente añadido de que tendrás que comprar otra y la inversión a la postre será mayor.

Además, la inversión inicial no tiene porqué ser elevada, ya que se pueden ir comprando a medida que se vayan necesitando, aunque lo aconsejable es adquirirlas todas de una vez, porque nunca se sabe cuándo y qué herramienta se va a necesitar si se presenta una emergencia. Con el tiempo, se puede ir ampliando el equipo hasta lograr un buen kit para salir airoso de cualquier apuro.

Caja de herramientas completa para el hogar

Con estas premisas, convencido ya de lo gratificante que es hacer las cosas uno mismo y de que es posible realizar cualquier tarea con un poco de decisión y afición, nos disponemos a ir a la ferretería o almacén de bricolaje que prefiramos para adquirir nuestras herramientas básicas.

Al entrar, te puede abrumar la cantidad de tipos y modelos de herramientas que existen. Quizás no sepas por dónde empezar o cuáles son más básicas o elementales. Para ayudarte en tu elección, te proponemos una pequeña lista que será suficiente para comenzar tu afición al bricolaje.

  • Martillo. Prácticamente fue la primera herramienta del ser humano allá por la prehistoria. Se utiliza para clavar, remachar, cincelar, aplanar, entre otras funciones. Hay muchas clases de martillos según el uso para el que esté destinado o el material del que esté hecho. Para empezar, una buena opción es un martillo de uña o de carpintero con mango de madera, que tiene una mocheta o cotillo por un lado y una uña hendida y curvada por el otro para extraer clavos y puntas.
  • Tenazas. Se utilizan para sujetar y tirar fuertemente de una cosa, extraerla, o cortarla (clavos, tornillos, alambres, objetos de metales blandos, etc.). Existen muchos tipos de tenazas, pero como comienzo, las de carpintero pueden valer.
  • Alicates. Los hay de varios tipos según la función para la que estén diseñados. Lo recomendable es tener al menos unos alicates universales, ya que combinan varias herramientas en una sola.  Con ellos podrás sujetar cosas como una mordaza, doblarlas, retorcerlas o pelar y cortar cables. Es una herramienta imprescindible para trabajos de electricidad, por eso el mango suele estar cubierto de un material aislante.
  • Destornillador. Se utiliza para apretar y aflojar tornillos. Hay mucha variedad. Los más básicos son los de punta plana y los de punta de estrella. Será necesario adquirir varias medidas de cada uno de ellos. Una buena opción para ahorrar elementos es el destornillador multipuntas, ya que con un solo vástago y diferentes puntas (plana, estrella, Allen, torx, pozidriv, etc.), podemos tener cubiertas todas nuestras necesidades. Incluso hay kits de puntas que tienen también llaves de vaso.
  • Llave inglesa. También llamada llave ajustable se utiliza para aflojar o ajustar tuercas y tornillos de cabeza hexagonal. Al ser ajustable, sustituye con ventaja a un juego de llaves fijas que ocuparía más espacio en nuestra caja.
  • Serrucho. Imprescindible para practicar cortes en madera. Aunque existen diferentes tipos, el más común es el llamado de carpintero. Lo mejor es adquirir uno de hojas intercambiables para varios usos (madera, metal, escayola, etc.) que tiene una sola empuñadura a la que se acoplan las distintas hojas.
  • Arco de sierra para metales. Lo mismo que el serrucho, pero para metales y otros materiales como mangueras, tubos de PVC, plásticos, etc., que requieran un corte fino.
  • Escofina. Sirve para desbastar madera. Es parecida a una lima pero ella se obtienen rebajes más toscos. Existen varios tipos y formas, pero la más versátil es la de media caña que es plana por una cara y redondeada por el otro. Puede parecer una herramienta superflua para un principiante, pero es muy útil.
  • Metro. Para tener completa nuestra caja de herramientas no puede faltar este básico, indispensable a la hora de tomar medidas con exactitud. Uno enrollable de 3 metros será suficiente.
  • Nivel de burbuja. La mejor ayuda para nivelar muebles, electrodomésticos, cuadros, estanterías, espejos, etc.
  • Taladro. A primera vista, a quien no está acostumbrado al uso de máquinas eléctricas, utilizar un taladro le puede infundir algo de respeto. Pero son máquinas muy seguras y sencillas de usar. Para colgar cuadros, utensilios de cocina, fijar muebles o estanterías a la pared, etc., es la mejor opción. Debemos comprar uno con cable y con percutor para que se pueda utilizar en cualquier tipo de pared. Los hay de distinta potencia, velocidad, revoluciones, tamaño del porta brocas, etc. Y no hay que olvidar adquirir los juegos de brocas correspondientes para taladrar hormigón, madera o metal. Lo mejor es dejarse aconsejar en la tienda o almacén donde se compre, según las expectativas de uso que se tengan.

La caja de herramientas perfecta

Con estas herramientas, se pueden cubrir las necesidades más básicas para tener nuestro hogar a punto sin gastar mucho dinero.
Y para tenerlas perfectamente guardadas y ordenadas, a salvo de humedades y sin que se dañen, una buena caja de herramientas es esencial.

Las hay de muchos tamaños y calidades. Lo importante es que sea robusta y manejable y que cuente con un buen número de compartimentos para guardar convenientemente las herramientas y los pequeños útiles (tornillos, puntas, tacos, escarpias, hembrillas, etc.), adhesivos, lijas… que vamos a necesitar en nuestro trabajo.

Una buena inversión para tener la casa siempre a punto. Como también lo es la póliza Tú Eliges del Seguro de Hogar MAPFRE, que te permite elegir las coberturas que prefieras según tus necesidades para que tu vivienda esté siempre protegida.