Tirar un tabique puede transformar completamente cualquier espacio, aportando amplitud y luz a cualquier estancia. Pero, ¿cómo saber si puedes tirar un tabique tú mismo o si necesitas contratar a un profesional? Además de evaluar el precio de tirar un tabique, es importante considerar varios aspectos para evitar problemas estructurales, legales o estéticos.

En este artículo, te contamos todo lo que debes tener en cuenta antes de empezar este tipo de reformas.

¿Se trata de un elemento estructural?

El primer paso antes de tirar un tabique es saber si es portante, es decir, si sustenta parte de la carga del forjado de la edificación y, por lo tanto, se trata de un elemento estructural. Este tipo de tabiques realmente se llaman muros de carga y tienen un espesor mayor. Su demolición sin un análisis adecuado puede poner en peligro la estabilidad de la construcción.

En todo caso, lo más indicado para detectar este tipo de muros es consultar los planos de la vivienda o contratar a un arquitecto para pueda determinar, después de una inspección in situ, si el tabique es estructural o no.

¿Qué instalaciones puede ocultar un tabique?

Otro aspecto clave a tener en cuenta antes de tirar un tabique es la posibilidad de que este oculte instalaciones eléctricas o de fontanería. Es común encontrar cables, enchufes o tuberías dentro de las paredes, y desmantelarlas sin planificación puede resultar en costosas reparaciones.

Si te encuentras con la situación de tener que tirar un tabique con cables o tirar un tabique con algún enchufe, lo ideal es contar con un electricista que supervise la intervención. De lo contrario, podrías enfrentarte a interrupciones eléctricas o algún daño en la instalación.

¿Cómo disimular el suelo tras tirar un tabique?

Una vez que el tabique ha sido derribado, es probable que necesites hacer ajustes estéticos en la estancia, especialmente en el suelo. Tirar un tabique a menudo deja una franja de suelo expuesta que puede ser difícil de disimular. Si el pavimento es de madera o cerámico, será necesario reponer o igualar las piezas para que el acabado final resulte lo más uniforme posible.

Si no tenemos esto en cuenta, el suelo podría presentar desniveles o una diferencia estética visible, afectando el aspecto general del espacio. Si consultas con un técnico, como un aparejador o un arquitecto, antes de comenzar la obra, podrás adelantarte a este tipo de cuestiones y plantear soluciones de antemano.

Permisos y licencias

Muchos propietarios desconocen que se necesita una licencia o permiso para realizar ciertas reformas en su hogar, incluyendo obras tan básicas como tirar un tabique.

Dependiendo de tu ubicación, las regulaciones locales de cada ayuntamiento pueden requerir un tipo de tramitación u otra, pero, por lo general, este tipo de intervenciones se suelen tramitar mediante una Declaración Responsable. Es decir, no suelen estar sujetos a una licencia convencional donde hay que esperar que el Ayuntamiento se pronuncie y emita su aprobación.

Únicamente con rellenar el formulario de Declaración Responsable e identificar a los técnicos responsables, será suficiente para comenzar las obras, eso sí, previo pago de las correspondientes tasas e impuestos municipales y tener en tu poder toda la documentación que se requiera.

Remates al tirar tabiques

Además del suelo, es importante prestar atención a otros detalles finales como la reparación del yeso de techos y paredes, así como la recolocación de enchufes o interruptores que hayan sido desplazados.

Descuidar este tipo de detalles puede afectar notablemente a la estética e incluso a la funcionalidad del espacio, así que es importante prever todo de antemano, desde los trozos de rodapiés que puedan verse afectados hasta el tono exacto de la pintura que tengamos que disponer para rematarlo toda una vez terminemos.

¿Puedo tirar un tabique yo mismo?

Tirar un tabique puede parecer una tarea relativamente sencilla, pero en realidad, es un trabajo que requiere conocimientos técnicos y herramientas adecuadas. Si bien es posible derribar un tabique tú mismo, es crucial saber cómo identificar primero si es estructural y qué tipo de instalaciones puede ocultar.

Si tienes experiencia en reformas y estás seguro de que no se trata de un elemento estructural, puedes asumir el riesgo. Sin embargo, para trabajos más complejos, siempre es mejor contratar a un profesional.

Los costes de contratar a un profesional pueden variar en función de la complejidad del trabajo y de la necesidad o no de tener que contar con un electricista o un fontanero además del albañil. Así que, siempre es recomendable solicitar varios presupuestos y que todos ellos incluyan los materiales, la mano de obra, los permisos y la retirada de escombros.

Tirar un tabique puede ofrecer grandes beneficios en términos de espacio y luminosidad, pero también conllevan una serie de riesgos y costes que deben ser considerados. Además, recuerda contar siempre con un Seguro de Hogar MAPFRE que te cubra en este tipo de reformas y estar protegido ante cualquier eventualidad o accidente que pueda surgir, evitando gastos inesperados. Además, MAPFRE ofrece el servicio de asistencia urgente entre sus coberturas.

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