Una casa autosuficiente, como su propio nombre indica, es aquella vivienda que no necesita conectarse a las redes generales de suministros de agua y electricidad, ya que por sí misma es capaz de producir la energía y el agua suficientes para el correcto y suficiente desarrollo de la vida de sus ocupantes.
Existen muchas maneras para conseguir este tipo de vivienda y todos los factores pueden aportar su granito de arena para que, al menos, sea lo más sostenible posible. A continuación, te contaremos algunos de ellos para que puedas hacerte una idea de las cuestiones más importantes.
Consumo de energías renovables
Cualquier vivienda actual necesita tener un suministro constante de electricidad que, por ejemplo, de servicio a los sistemas eléctricos de iluminación o a los sistemas de climatización. Para ello, lo más común es conectarse a la red general de suministro eléctrico que ofrece cada barriada, sin embargo, existe la posibilidad de generar nosotros mismos nuestra propia energía. Para ello, vamos a enumerar algunas posibilidades de producir esta energía alternativa.
Paneles solares
Es posible que los paneles solares sean el sistema de energía renovable más extendido en nuestro país, gozamos de un gran número de horas de sol al año, y eso debemos aprovecharlo. Lo más normal es utilizar esta energía para calentar el agua que posteriormente usaremos en nuestros cuartos de baño, así que suelen estar conectados a algún tipo de depósito de agua que nos puede servir a la vez de termo.
Aerotermia
Los sistemas de aerotermia son similares a las bombas de calor, tienen la capacidad de extraer energía de la temperatura del ambiente exterior para transformarla y producir agua caliente sanitaria o bien como soporte de ayuda para los sistemas de climatización que suelen demandar mucha energía.
Estos sistemas no son 100% autosuficientes, ya que requieren estar conectados a la corriente para su funcionamiento, pero sí que nos pueden ser muy útiles para aliviar la demanda energética del resto de instalaciones.
Energía eólica
Existen pequeños sistemas caseros de producción de energía eólica para poder colocar en el hogar. Estos, al igual que sus hermanos mayores, recogen la energía cinética de las corrientes de aire y la almacenan en baterías eléctricas. Realmente estos se denominan sistemas de minieólica, y están preparados para colocarse en la cubierta de la vivienda pero siempre y cuando nos encontremos en una zona geográfica con grandes vientos.
Aprovechamiento del agua de lluvia
Además de la electricidad, la otra gran materia prima que necesitamos para nuestra vivienda es el agua. Si queremos ser totalmente autosuficientes, deberíamos poder recoger y acumular todo el agua que podamos de las lluvias. Para ello, tendremos que instalar algunos mecanismos de recogida de agua en nuestra cubierta, que a partir de canalizaciones y depósitos den servicio a todos nuestros grifos de manera constante.
Quizás este es uno de los puntos más complicados para alcanzar totalmente la autosuficiencia, ya que es posible que en algunos momentos de sequía o escasez, tengamos que recurrir al aporte de agua que las compañías suministradoras ofrecen de manera convencional.
Climatización
Este punto es bastante complejo debido a la gran cantidad de ofertas diferentes que existen hoy en día. Desde sistemas centralizados, suelos radiantes, máquinas split, chimeneas… Y todos ellos, a su vez pueden utilizar una materia prima distinta para la producción de energía.
Sin embargo, sin lugar a dudas, la mejor manera de no depender de otros sistemas de aporte de energía como podrían ser combustibles fósiles, bioetanol o gas, sería utilizar la clásica chimenea de leña para calentarnos en invierno. De esta forma, únicamente tendríamos que preocuparnos de tener siempre troncos de madera en casa.
Sistemas pasivos que ahorran energía
Además, de todas las instalaciones ya mencionadas, una vivienda puede diseñarse y construirse pensando en ser autosuficiente desde un primer momento.
Para empezar, debemos orientar la casa de la mejor manera, siendo conscientes de cuál va a ser la posición en la que recibamos más horas de sol, colocando ahí las habitaciones que más nos interesen y despejando la cubierta para nuestras placas solares.
A la hora de su construcción, tenemos que evitar ante todo cualquier pérdida de energía que se pueda escapar por nuestras paredes, techos y ventanas. Para ello, es fundamental aislar la vivienda correctamente y elegir el tipo de vidrio más idóneo para cada orientación y tamaño del hueco.
Una casa autosuficiente no está exenta de necesitar un Seguro de Hogar MAPFRE, ya que su mantenimiento es tan necesario o incluso mayor que cualquier vivienda convencional.
Jose Moreno Ferre
Arquitecto