¿No tienes afilador y necesitas afilar un cuchillo de forma urgente? Seguro que cuando vuelvas a salir de compras te acordaras de comprar uno eléctrico o manual para que te solucione este problema, pero mientras, si tienes una taza de cerámica, una botella de cristal y papel de aluminio, estás salvado.
5 formas de afilar sin afilador
Los afiladores domésticos son prácticos y muy fáciles de usar, si a menudo usas cuchillos en la cocina y te gusta trabajar con seguridad y precisión, es un pequeño ayudante que no debería faltar en tu cocina. En cualquier caso, si de momento no te has decidido, hay otras posibilidades para que no tengas que trabajar con un cuchillo que no corte bien.
Recuerda que las posibilidades de cortarte se incrementan cuando el cuchillo está mal afilado, según advierten los expertos. Mejor es estar preparado y saber afilar, incluso sin afilador o piedra profesional.
Taza de cerámica
¿Tomas el café en taza? Entonces estás salvado y tienes un elemento para usar en lugar de un afilador. La técnica es sencilla, dale la vuelta a la taza y utiliza la base como piedra para afilar. Los bordes cerámicos de la taza pulirán y darán forma de nuevo al cuchillo, solo tienes que pasarlo por esa zona varias veces.
Botella de vidrio
El cristal del que están hechas las botellas es también útil como afilador. Para afilar, coloca la botella de pie y sujétala por la parte de abajo; mejor y más seguro si alguien te ayuda y sujeta firmemente la botella, mientras pasas el cuchillo por la boca de la botella, arrastrando el filo para que el cristal lo pula y afile.
Papel de aluminio
Corta un trozo de papel de aluminio, suficiente cantidad para que puedas doblarlo en cuatro veces, formando un cuadrado. Mete el cuchillo que no corta entre las hojas dobladas y usa el papel de aluminio para afilar, moviéndolo como si el cuchillo estuviera sucio y lo estuvieras limpiando con esa superficie.
Otro cuchillo
Una de las formas más habituales y populares para afilar un cuchillo es usar el filo de otro y es cierto que funciona. El acero del que está hecho el cuchillo es también valido para lijar, mediante fricción, la hoja de otro cuchillo. Repite esta acción tantas veces como sea suficiente para mejorar el filo.
Papel de lija
El papel de lija también sirve para mejorar el corte de un cuchillo gastado, preferiblemente se recomienda el uso del número doble cero, pero si se trata de una emergencia y tienes otro tipo, también puedes afilarlo, aunque el doble cero es el que garantiza un mejor resultado y en menor tiempo.
Afilar con afilador
Afilar usando una piedra
En casi todas las casas existe una piedra de afilado, aunque hay otras formas de afilar sin piedra. Este elemento, además de barato, es tremendamente eficaz y sencillo de usar para conseguir unos buenos resultados en el filo de cualquier cuchillo.
Antes de lanzarte a frotar el cuchillo contra la superficie de esta, es necesario que realices una preparación sumergiéndola en agua durante 10 minutos. Trascurrido este tiempo, colócala sobre una superficie estable para evitar que se mueva mientras te encuentras afilando el cuchillo.
Coloca el cuchillo conformando un ángulo de 20 grados con la piedra y sujétalo firmemente por el mango. Con la mano que te quede libre, fija la hoja contra la piedra utilizando los dedos índice y corazón deslizando con una ligera fuerza sobre la superficie en el sentido contrario al corte. Este proceso debe repetirse varias veces por ambos lados para conseguir buenos resultados. Finaliza con un lavado con agua y jabón del cuchillo para eliminar impurezas.
Uso de un afilador manual
Otro método similar al uso de la piedra es el de la utilización de un afilador manual. Este utensilio ha sido diseñado para tal propósito, por lo que todo en él está pensado para conseguir los mejores resultados.
Se trata de un aparato que cuenta con varias hendiduras en las que se encuentran piedras con distintos granos de grosor pensadas para proporcionar el mejor acabado.
Su funcionamiento es muy sencillo, tan solo deberás pasar la hoja del cuchillo por la hendidura con el grano más grueso haciendo un movimiento hacia ti, de esta forma, se consiguen eliminar las imperfecciones y recupera su ángulo.
A continuación, deberás perfilar y pulir la hoja usando la siguiente abertura en la que se encuentra la piedra de grano medio. Para finalizar, pasa el cuchillo por la de grano fino para mejorar el filo y lávalo con agua y jabón.
Utilizar una chaira
La chaira es una barra de acero de forma cilíndrica empleada para afilar cuchillos, esta suele ser empleada por los carniceros por lo que su uso es muy eficaz para proporcionar el filo adecuado en poco tiempo.
Lo primero que deberás hacer es alinear el borde de la hoja del cuchillo con la chaira conformando un ángulo de entre 15 y 20 grados.
A continuación, sostén fuertemente el afilador para evitar que este se resbale y comienza con el proceso desde la parte más cercana al mango para finalizar en la punta.
Desplaza el cuchillo por toda la superficie y repite de forma rápida y constante el movimiento por cada lado del mismo. Para conseguir un buen filo, será suficiente con que lo deslices por la chaira durante un minuto por cada uno de sus lados.
Para acabar, lava el cuchillo con agua y jabón para eliminar los posibles restos de acero que puedan haberse desprendido.
Afiladores eléctricos
Este tipo de aparatos son muy rápidos a la hora de afilar tus cuchillos, con tan solo colocarlo dentro del dispositivo y pulsar un botón, conseguirás que el filo y la hoja de este estén listos para cortar cualquier alimento.
A pesar de su rapidez, es más conveniente usar un método manual ya que el uso continuado del afilador eléctrico puede hacer que la hoja se desgaste más fácilmente al emplear elementos más agresivos.
¿Cuándo hay que afilar los cuchillos?
Afilar los cuchillos es una rutina que todo cocinero debe mantener según sus preferencias y el tipo de cuchillos que use. El uso, la forma de cortar, la calidad de la hoja y también el cuidado que tengas con tus cuchillos son factores de los que depende la frecuencia para afilarlos.
El afilado doméstico de los cuchillos se puede hacer a menudo –con afilador o con cualquiera de los métodos caseros-, pero ten en cuenta que no es duradero ni demasiado perfecto por lo que se recomienda para un buen mantenimiento de tus cuchillos, llevar a un afilador profesional las hojas con cierta asiduidad.
Si tienes dudas sobre si lo que necesita tu cuchillo es un buen afilado, observa la hoja y fíjate en cómo se encuentra. Cuando tienen pequeñas muescas o falta de filo cortante, un afilado doméstico puede ser suficiente. Sin embargo, si las grietas o imperfecciones son muy grandes, es recomendable acudir a un profesional para que lo valore y quizás comprar uno nuevo sea la solución más eficiente.
Tips para alargar la vida de tus cuchillos
El afilado es fundamental para disfrutar de un cuchillo cómodo para trabajar en la cocina, ya sea para cortar carne, limpiar pescado o preparar verduras y frutas. Pero hay otros detalles que influyen en el cuidado y el buen estado de tus hojas de cocina.
- Corta siempre sobre tablas de madera o superficies para ese uso. Nunca sobre la encimera u otras.
- Limpia siempre correctamente los cuchillos y déjalos libres de restos de comida.
- Sécalos al instante y si puedes lávalos al chorro del agua y sin usar esponjas o estropajos agresivos.
- Evita meter los cuchillos en el lavavajillas o acortaras mucho su vida útil.
- No uses los cuchillos para otros usos que no sean cortar, por ejemplo, como destornillador o palanca.
- Cuida la punta y también el mango, si se rompe o estropea también es necesario sustituir el cuchillo.
- No les des golpes bruscos ni los uses para mover la comida.
Un cuchillo bien afilado te permite trabajar cómodo y seguro, evitando cortes accidentales y consiguiendo que tus recetas queden justo como esperas. No dudes en afilar los cuchillos tantas veces como sean necesarias y evita usarlos en malas condiciones.