Cómo cortar una sandía o un melón
Avada
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Saber cómo cortar una sandía o un melón a veces se convierte en todo un arte. Inmersos en el calor veraniego, el cuerpo nos pide ingerir frutas refrescantes, sabrosas, y con un gran aporte de agua como la sandía o el melón. Pertenecientes al grupo de los gigantes vegetales que crecen en suelos arenosos con abundante riego, el melón y la sandía son perfectas para esta época del año porque, además, poseen una larga lista de propiedades beneficiosas para el buen funcionamiento del organismo. Son perfectas para combatir el cansancio y la debilidad, y nos alivian de los dolores musculares que padecemos tras haber realizado una actividad de gran esfuerzo físico.
Por estos y otros muchos motivos es importante incluir la sandía y el melón en nuestra dieta diaria estival. En muchos casos nos resistimos a consumirlas por el esfuerzo que conlleva cortarlas, con esos enormes gajos engorrosos que terminamos por cortar en otros trozos ante la imposibilidad de consumirlos por su gran tamaño.
Pero, si aprendemos cómo cortar una sandía y un melón correctamente y con el mínimo esfuerzo, perderemos el miedo a preparar estas frutas para su consumo diario. Para que la tarea sea más sencilla, necesitas un cuchillo largo y que esté bien afilado.
Corte al estilo tradicional
Corta la pieza de fruta por la mitad de forma transversal. En el caso del melón, retira las pepitas del interior con ayuda de una cuchara y deséchalas. Si la pieza es muy grade, recorta uno de los lados para que te sirva de apoyo.
Apoya la zona sin piel de una de las mitades en la tabla y corta de nuevo por la mitad. Pon una de las partes resultantes sobre la tabla, pero esta vez apoyada en la piel (para que no te coste hundir el cuchillo en la pieza), y corta de nuevo por la mitad.
Repite la operación las veces que sean necesarias para obtener finas rodajas de melón o sandía.
Este modo de cortar la fruta es perfecto si no vamos a consumir la pieza de una vez y queremos guardar el sobrante en el frigorífico para otro día. Así, sólo prepararemos la parte que vamos a consumir en el momento.
En rodajas cortas
Divide la sandía o el melón a lo largo. Con las mitades resultantes haz lo mismo. Después, con cada una de las partes haz rodajas a lo ancho.
Se puede servir con la cáscara o quitarla, depende de si el consumo va a ser inmediato o no. Si se va a tardar en comer, es preferible dejar la piel.
Cómo cortar una sandía o un melón en cubitos
Quita los extremos de la fruta. Pon la sandía o melón en vertical sobre la tabla y corta la piel de arriba abajo para no cortarte accidentalmente. Después, córtala por la mitad en sentido longitudinal.
Divide la pieza en dos y corta cada mitad e cubitos. Ya tienes tu sandía o melón listos para comer.
Para hacer pequeños trozos
Esta forma de cortar la fruta es ideal para cuando va a estar bastante tiempo a la intemperie, ya que con este corte la protegeremos de la oxidación y conseguiremos que mantenga mejor la temperatura que si la presentamos en rodajas grandes o dados.
Partir la fruta por la mitad. Colocar uno de los trozos con la pulpa hacia abajo. Hacer cortes paralelos en un sentido de unos dos centímetros de grosor, y repetir la operación en el otro sentido.
Presentación en bolitas para una fiesta
Este es un truco bastante sencillo pero sus resultados son muy vistosos, lo que lo hace perfecto para la presentación de sandía o melón en una fiesta. Además, su ingesta será más cómoda y nuestros invitados no se pringarán con el jugo que pueda gotear.
Se trata de partir la pieza por la mitad y, con una cuchara redonda o un dispensador de helados, ir haciendo pequeñas bolitas que depositaremos en un cuenco. Otra opción es limpiar bien la cáscara por dentro y usarla como recipiente para guardar las bolitas de sandía o de melón.
La sandía y el melón, excelentes antioxidantes
Lo importante es no renunciar al consumo de estas frutas por el mero hecho de resistirse a cortarla. Tanto el melón como la sandía poseen propiedades muy beneficiosas para el organismo y más en esta época del año, cuando el aporte extra de minerales y vitaminas es indispensable.
La sandía es una de las frutas más habituales en las dietas debido a que un 93 por ciento de su composición es agua. Además, su consumo nos aporta potasio, magnesio, hidratos de carbono, fibra, ácido fólico, y provitamina A.
Es buena para relajar los vasos capilares y metabolizar la arginina. Tiene un alto nivel de antioxidantes, ideal para prevenir el envejecimiento de la piel. Contiene licopeno e incluso hay estudios que demuestran que es buena para la vista.
El melón, por su parte, cada cien gramos aportan sólo 34 calorías. Además, es fuente de nutrientes, vitaminas y minerales. Es la fruta con más cantidad de vitamina A, siendo también un excelente antioxidante.
Su presencia de flavonoides ofrece una barrera protectora frente a los radicales libres. Su alto contenido en potasio regula la presión arterial, mientras que aporta también todos los beneficios de la vitamina C y el manganeso.
Pero lo más importante es que tanto el melón como la sandía te ayudarán a combatir la deshidratación (tan frecuente en esta estación del año), que se puede evitar tomando las medidas adecuadas. El servicio telefónico de orientación médica del Seguro de MAPFRE Salud es uno de los mejores recursos para estos y otros casos de emergencia doméstica o de primeros auxilios, ya que te asesorarán y te facilitarán pautas de actuación a llevar a cabo.
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