La avena es un cereal muy nutritivo, con muchas proteínas, grasas insaturadas y vitaminas del complejo B. Por ello se le conoce como es el rey de los cereales. Además, cuenta con una gran variedad de aplicaciones culinarias. Descubre cuáles son los tipos de avena más comunes, sus usos, y algunas recomendaciones.
Granos de avena
Son el grano del cereal entero, con toda su fibra integral. Tienen un sabor parecido a las nueces. Se pueden consumir tal cual en el desayuno o cocinados como un sustituto del arroz.
Para cocinarlos, primero se dejan en remojo la noche anterior. Después, se cuecen a fuego lento en agua, leche o caldo (dos partes de líquido y una de avena), durante 45 minutos o una hora.
Avena cortada
Son granos de avena crudos cortados a la mitad o en cuartos, con lo que adquieren un aspecto similar a los granos de arroz.
Se usan principalmente para guisos, sopas, incluso para porridge, un plato inglés que suele tomarse para desayunar o a media mañana, y que en español podría traducirse como «gachas«. Aunque más adelante veremos otros tipos de avena más recomendables para elaborar este plato.
Se pone a hervir en una proporción de 4 de agua y 1 de avena. Deben cocinarse durante una hora.
Copos de avena tradicionales
Son el resultado de cocer al vapor los granos enteros para, posteriormente, prensarlos y enrollarlos en copos. Este proceso hace que después sean más rápidos de cocinar que los anteriores, aunque se suelen consumir directamente mezclados con yogures, con otros cereales y frutas tipo muesli, con bebidas calientes o frías, etc.
Avena rápida o instantánea
Como en el caso anterior, también son granos que se han cocido al vapor, pero en lugar de aplastarlos, se cortan y después se prensan para que queden hojuelas más finas. Gracias a ello, requieren un tiempo de cocción mucho menor.
Se utilizan para preparar purés, cremas, sopas, pero sobre todo para el plato de moda: el porridge, ya que solo es necesario mezclar la avena con leche o agua caliente.
También se puede consumir en crudo con yogures, zumos o leche.
Salvado de avena
La avena en forma de salvado no es otra cosa que la cubierta exterior del grano. Tiene un gran aporte de fibra y minerales.
Se utiliza para repostería o elaboración de pan sustituyendo hasta un 30 por ciento de la harina que marca la receta; como espesante para sopas y caldos; o como alternativa al pan rallado en hamburguesas y albóndigas.
Harina de avena
Este tipo de avena es el sustituto ideal de las harinas refinadas en la elaboración de postres, panes, bizcochos y otros productos horneados. No contiene gluten, por lo que si se quiere conseguir un resultado más esponjoso y con más volumen hay que mezclarla con otras harinas con gluten. También se puede usar en salsas, sopas y guisos para dar mayor consistencia.
Se puede elaborar en casa moliendo copos de avena tradicional o rápida, o con granos enteros previamente pasados por el mortero.
Otros tipos de avena
Avena roja
Se cultiva en lugares cálidos y zonas más áridas, ya que aguanta muy bien las altas temperaturas y la escasez de agua.
Avena desnuda
Se da muy bien en las regiones de China, Tibet o India y una de sus principales características es que no es necesario pelar los granos para utilizarlos como alimento, ya que se desprenden muy bien de la propia cáscara, lo que facilita mucho la tarea.
Avena Orientalis
Es un tipo de avena muy común. Se utiliza frecuentemente en España.