Las cenas de verano son especiales y tienen ese encanto que solo puede lograrse cuando todo está perfecto, desde el menú hasta la puesta en escena, pasando por las bebidas y el vino que adquiere un puesto destacado cuando el calor del día se relaja y puede saborearse con calma y dedicación.
Elegir un vino para verano, y más concretamente para las últimas horas del día, es sencillo, pero hay errores comunes, algún prejuicio trasnochado y ciertos mitos que quizás te están impidiendo que elijas el adecuado para tus cenas estivales.
Antes de decidirte por un espumoso rosado – lo más típico – o renunciar al vino en tu próximo evento de verano y rendirte a los encantos de la limonada o la sangría, mejor revisa esta guía de emergencia para elegir el mejor vino para una cena de verano.
¿El vino tinto está prohibido en verano?
Este es un error tan común como absurdo y antiguo. La variedad y riqueza de caldos tintos actuales hace que sea fácil encontrar vinos tintos adecuados para cenas de verano tanto o más que cualquier blanco, rosado o espumoso con indiferencia de su color. Los fans del vino tinto lo siguen tomando en verano y lo disfrutan igual o más, especialmente en las cenas cuando el calor ya no suele ser tan agobiante y la sensación de sed no es prioritaria en el paladar.
Elige tintos jóvenes, vibrantes y sorprendentes en verano a la hora de la cena, especialmente si la comida es a base de carnes –tipo barbacoa o plancha, por ejemplo-. Los vinos denominación de origen Ribera del Duero suelen ser un acierto, aunque si entre tus comensales sabes seguro que hay amantes del Rioja, no les defraudes y elige uno de estos vinos para redondear una cena perfecta.
¿Siempre hay que servir el vino helado?
No es cierto que las bebidas cuanto más frías más refresquen o más apetezcan en verano, es más bien una cuestión de gusto personal o costumbre, no te cierres posibilidades con el tema de las temperaturas.
Tanto en verano como en invierno o en cualquier momento, lo más adecuado es seguir las temperaturas de consumo recomendadas en cada vino por sus productores. Lo único importante es que mantengas ese grado durante toda la velada para lo que probablemente sí necesites usar enfriadores de botellas o cubos con hielo, si eres más clásico.
Puedes –sin temor a equivocarte- bajar en todos los vinos un par de grados respecto a los recomendados si la noche de tu cena el ambiente es especialmente cálido e incluso bochornoso. Pero no te arriesgues a más enfriamientos extras o los vinos elegidos perderán sabor y matices con el frio y tus invitados lo sufrirán.
¿Puedo ofrecer hielo para que mis invitados decidan?
Como poder, puedes poner cubiteras con hielo para tus invitados, pero entonces dará igual el vino que hayas elegido el fracaso está asegurado. No puedes permitirte ese lujo si quieres que tus comensales disfruten del vino elegido en toda su plenitud.
Sí, es cierto que el vino con hielo pierde todos sus matices: de sabor, olor, color e incluso, textura. Esto aplica en cualquier caldo con indiferencia de que sea blanco o tinto, tampoco los espumosos deben servirse con hielo dentro.
Si de verdad te sientes incapaz de servir un vino a la temperatura adecuada y recomendada entonces no lo elijas como bebida para tus cenas de verano. Pásate a otras ideas como cócteles, refrescos, aguas con sabores o cualquier otra alternativa que sí te permita hielo flotando en los vasos.
¿Debo regirme por el tipo de comida que serviré para elegir el vino adecuado?
Es acertado buscar vinos para cualquier comida que resalten o combinen con el tipo de platos y alimentos que van a degustarse, pero eso hoy en día no significa que solo los blancos sean adecuados si vas a poner pescado o marisco en tu cena de verano, también te vendrán muy bien si vas a innovar con canapés o entrantes con quesos y sabores dulces, por ejemplo.
Una alternativa muy estival es usar el cava o diferentes tipos de espumosos durante toda la velada, la variedad actual te permite encontrar tantos vinos como precises y tipos de platos vayas a servir. ¿Una cena oriental? Combina con vino azul y deja a todos con la boca abierta.
¿Si compro un vino caro siempre acertaré?
El auge de la enocultura es innegable, gracias a lo cual son muchas más las personas que saben sobre vinos y hacen de esta materia su mayor hobby o profesión. Ellos precisamente –los expertos y aficionados a los vinos- son los primeros en coincidir al señalar que un vino caro y famoso, no siempre es un vino que vaya a gustar a todos.
Los gustos o preferencias personales de cada persona no son evaluables en una cata de vinos. Se valoran otros aspectos como el cuerpo, su tipo de elaboración, su uva… este tipo de características se reflejan también en el precio de un vino. Indudablemente la calidad de la uva y un proceso cuidado de elaboración elevan el precio del vino y hacen que el resultado sea mejor, pero no te asegura que sea el vino 10 para tu cena de verano.
Un vino de más de 12 euros puede considerarse de calidad elevada, pero los enólogos y catadores recuerdan que alrededor de 9 euros, especialmente si te centras en el catálogo español, es fácil encontrar vinos muy adecuados y exitosos para una cena de verano o cualquier otro compromiso o celebración. Con un presupuesto inferior a los 3 euros, los “supervinos 2017” van a ser perfectos y puedes encontrar muchas propuestas para triunfar este verano en cenas y comidas. No son vinos reserva, pero son trabajos muy interesantes de nuevos productores, en muchos casos, que buscan hacerse un hueco en la mesa de cualquier ciudadano y que se venden en los supermercados al alcance de todos.
Pon un poco de dedicación en la compra –con leer las etiquetas puede ser suficiente-, echa mano a este manual rápido para saber en qué fijarse al elegir un vino estival y establece un presupuesto a tu medida. Con todo ello, atrévete a comprar vinos originales y deslumbrantes para tus cenas de verano, sáltate las normas de siempre y reinterpreta tus eventos para conquistar el paladar de los más exigentes. Puedes hacerlo.
Si vas a viajar este verano a alguna bodega para entrenar tu sentido enológico, no dudes en contratar un Seguro de Viajes MAPFRE. Con él, te aseguras de que no habrá ningún problema con los retrasos o el equipaje. Y querrás que las cajas de vino vuelvan sanas y salvas, ¿verdad?