Las claras de huevo al punto de nieve y las salsas bechamel son los ingredientes que definen este característico plato, que se distingue por su aspecto inflado. Pero si te preguntan por el origen y receta del soufflé de queso en concreto, parece que su historia no está clara del todo, aunque sin duda, y puesto que el origen del soufflé es francés, debes bucear en la historia culinaria gala.
Algunos historiadores de la cocina plantean que quizás el soufflé pueda ser una evolución de la famosa salsa bechamel, a la que en algún momento, se plantean los cocineros añadirle yemas de huevo y claras batidas para que, en el calor del horno, el pastel se hinchara.
De lo que no hay duda es que la palabra soufflé es participio del verbo “souffler” que se traduce como soplar; por lo tanto significaría soplado. Pero es que, a su vez, el término francés es una evolución del latín “sufflare” que se traduce como soplar sobre. El controvertido Antheleme Brillat-Savarin, en su conocida obra La fisiología del gusto, ya incluye este tipo de disquisiciones sobre el origen e historia del famoso soufflé.
Teniendo en cuenta estas diversas fuentes y la etimología del nombre del plato, puede cifrarse el origen del soufflé entre el siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX en las refinadas cocinas francesas. Desde el siglo XIX, ya hay constancia documentada de que la receta y el plato se sirve en grandes hoteles y restaurantes de la Belle Époque.
El soufflé admite diferentes interpretaciones sobre la base de la salsa bechamel y claras de huevo al punto de nieve. Le permite mezclarse con frutos rojos, chocolate y azúcar para convertirse en un delicioso y suave postré o merienda. Pero también admite perfectamente ingredientes salados como bacón, jamón, champiñones… y por supuesto, queso: también de las más variadas cunas desde quesos frescos o tiernos hasta más fuertes y curados.
Dejando al margen las propuestas dulces, posiblemente el soufflé de queso es de los más populares y de los que cuente con mayor número de adeptos por su ligereza y facilidad de elaboración. Los profesionales de la cocina coinciden en sostener que el secreto de un buen soufflé de queso está en lograr el punto de nieve de las claras lo más firme posible.
Características
Ingredientes
- 100 g queso rallado emmental, gruyere o manchego
- 5 unidades huevo
- 2 cda mantequilla
- 50 g harina de trigo
- 500 ml leche
- 1 pizca sal
- 1 pizca pimienta
Elaboración
Elaboración paso a paso
- Puedes preparar la bechamel a tu estilo y según tu técnica habitual incorporando el queso. Lo más recomendado es tamizar la harina, añadirle leche y el queso, mezclar de forma contundente, antes de calentar a fuego lento y suave, sin dejar de batir, y sazonando al gusto. Cuando la salsa espese, retira y deja enfriar a temperatura ambiente y añádele las yemas de huevo.
- Es el momento de preparar el ingrediente básico y estrella de todo soufflé: las claras de huevo. Debes montarlas de forma contundente y firme hasta que lleguen al punto de nieve. Una vez logrado el punto exacto, sazona. Prepara las claras para unirlas a la bechamel ya preparada.
- La crema de bechamel debe recibir las claras con suavidad, por lo que realiza giros envolventes de forma que las claras de huevo se vayan incorporando de forma natural y efectiva, mezclándose completamente y formando una nueva crema con la que lograrás un soufflé perfecto.
- uedes hornear el soufflé en un solo molde o en recipientes individuales. Lo importante es que recuerdes que el soufflé va a crecer, y que incluso puede llegar al doble de tamaño, por lo que es importante calcular cuánto puedes llenar los moldes para que estos soporten el soufflé permitiéndole crecer, pero sin que se caiga. Hornea unos 20 minutos, observando continuamente la evolución.
Los expertos aseguran que un buen soufflé de queso crecerá por encima de los bordes del molde que lo contiene, superándolos, con la suficiente consistencia como para quedarse siempre abombado, pero no caído. El aspecto final del soufflé –su presentación- es imprescindible para que la elaboración se considere un éxito.
Ahora ya sabes, no solo el origen y receta del soufflé de queso, sino también sus principales trucos y claves para que resulte un plato delicioso, además de vistoso. Para lucirte en eventos o citas familiares o con amigos, recuerda cocinar siempre con calma y tranquilidad, sin prisas y en el caso del soufflé, mejor que cuentes con un poco de experiencia o práctica previa. La seguridad en el entorno corre a cargo del Seguro de Hogar MAPFRE, que siempre te responde con las mejores coberturas, asistencias y servicios adaptadas a tus necesidades y las de tu vivienda, incluida la cocina donde prepararás los mejores soufflés de queso.