Características
Ingredientes
- 90 gr harina
- 150 ml Leche
- 17 gr Levadura fresca
- 350 gr Harina de fuerza
- 70 gr Azúcar
- 60 gr Mantequilla
- 2 unidades Huevo
- 1 cd Agua de azahar
- 2 cd Ron
Elaboración
Elaboración paso a paso
- Para preparar nuestra receta casera de Roscón de Reyes, comenzaremos por el prefermento, mezcla en un bol la levadura junto con la leche a temperatura ambiente, y remuévelo bien hasta que la levadura se disuelva por completo.
- Añade la harina y amasa hasta conseguir una pasta homogénea. Tapa el bol y déjalo en la nevera durante, al menos, doce horas. Lo ideal es hacer el prefermento la noche de antes para dejarlo reposar mientras dormimos.
- Pasado ese tiempo, procedemos a elaborar la masa del roscón. Saca la mantequilla de frigorífico para que esté a la temperatura idónea cuando vayamos a trabajar con ella. Después, mezcla en un recipiente grande la harina, el azúcar y la sal.
- En otro recipiente, vierte la leche de la masa (también a temperatura ambiente), la levadura, el agua de azahar, el ron, las ralladuras de la naranja y el limón y la canela, y remueve.
- Vierte esta última mezcla en el bol de la harina, el azúcar y la sal, añade el prefermento que hicimos la noche anterior y un huevo. Con una cuchara de madera mezcla todos los ingredientes y déjalo reposar durante diez minutos.
- Pasado ese tiempo, verás que la mezcla está más pegajosa, lo que significa que está en su punto para amasar. Sobre una superficie limpia y seca espolvorea un poco de harina, pon la mezcla y comienza a amasar con las manos plegándola sobre si misma varias veces.
- En el centro de la masa pon la mantequilla cortada en pequeños trozos (ya estará a la temperatura óptima), y amásala hasta que se mezcle por completo. Déjala reposar unos cinco minutos y vuelve a amasar otros diez minutos. Repite estos pasos hasta que veas que la mezcla es homogénea y flexible.
- Forma na bola, introdúcela en un bol, tapa con un papel transparente y deja que repose durante tres horas. Si quieres acelerar el proceso, déjala en el lugar más caluroso de la casa.
- Pasado ese tiempo, vuelve a poner la masa en una superficie limpia y seca y amásala con energía. Forma de nuevo una bola y recúbrela con un trapo de cocina. Debe reposar quince minutos.
- Todo esto ha sido el proceso más complicado y del que depende el éxito de nuestro roscón. Si lo hemos realizado correctamente, el resultado será un bollo esponjoso y muy apetecible. Ahora llega el momento de darle forma. Coge la bola de masa y haz un agujero en el centro con ayuda de las manos, mientras estiras y agrandas el aro poco a poco.
- Pon papel vegetal sobre la bandeja del horno y deposita tu roscón encima y esconde las sorpresas. Envuelve el haba y el regalo en papel transparente e introdúcelos por debajo de la masa, apretando con los dedos para que se queden en el interior.
- Bate el huevo restante y, con ayuda de un pincel de cocina, pinta toda la superficie del roscón. Guarda el sobrante del huevo en el frigorífico.
- En el agujero, pon un molde redondo, como un vaso o similar, y deja que repose durante, al menos, una hora para que la masa fermente aún más y doble su volumen.
- Pasado ese tiempo, vuelve a pintar la superficie con el huevo batido y añade la decoración que más te guste. Si optas por un roscón tradicional, no deben faltar las frutas escarchadas, las almendras laminadas y el azúcar ligeramente humedecido (si mezclas el azúcar con unas gotas de agua conseguirás que se mantenga sobre el roscón).
- Precalienta el horno a 180 grados. Una vez alcanzada la temperatura, introduce la bandeja con el roscón y hornéalo durante 20 o 25 minutos, o hasta que veas que la superficie se haya dorado.
- Deja que se enfríe completamente y añade el relleno. Córtalo transversalmente por la mitad y rellénalo de nata montada, crema, moca, trufa, chocolate… o déjalo al natural.