Tarta de Selva Negra

Lo primero que haremos será elaborar el bizcocho. Pondremos a precalentar el horno a 170 oC arriba y abajo y tamizaremos la harina, el cacao, la maicena y una pizca de sal y lo dejaremos reservado.

El siguiente paso será batir los huevos junto a 170 gramos de azúcar hasta que blanquee, durante unos 6 minutos, y consigamos que triplique su volumen.

Después iremos añadiendo la mezcla anterior poco a poco mezclándola con una espátula para que no baje el aire que le hemos metido a los huevos al batir.

Cuando lo tengamos, le añadiremos el aceite y la leche y pondremos la masa en el molde para dejarlo en el horno unos 45 minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo dejaremos que se enfríe el bizcocho y lo desmoldaremos a los 15 minutos.

A continuación, comenzaremos a preparar el relleno. En primer lugar, lavaremos y maceraremos las cerezas (dejando apartadas quince) para lo que les quitaremos el hueso y las colocaremos en un recipiente junto a 90 mililitros de cointreau y 100 gramos de azúcar, dejaremos que reposen durante 24 horas.

Aromatizaremos la nata con la vaina de vainilla mientras la calentamos hasta que casi llegue al punto de ebullición. En ese momento la apartaremos del fuego y la taparemos para que se enfríe. La colaremos para retirar las impurezas y la guardaremos también en la nevera hasta el día siguiente, que la sacaremos para montarla con 100 gramos de azúcar y unas varillas.

Para elaborar el almíbar, echaremos 150 ml de agua y 150 gramos de azúcar en un cazo y lo pondremos a hervir durante unos 5 minutos a fuego medio. Pasado este tiempo lo retiraremos y lo perfumaremos con 30 mililitros de cointreau.

Por otro lado, recuperaremos las 15 cerezas enteras con rabito que habíamos dejado apartadas y las dejaremos a un lado de nuevo. Mientras, rayaremos 100 gramos de chocolate con un pelador de verduras.

Ya estamos terminando. Ahora partiremos el bizcocho en dos pisos y bañaremos la base con el almíbar y el caldito de las cerezas. Después cubriremos con una capa fina de crema de chantilly (mezcla de la nata y la vaina de vainilla), ayudándonos de una manga pastelera, y con la mitad de las cerezas maceradas, esparciendo una tercera parte de las virutas de chocolate y cubriéndola con el otro disco de bizcocho.

Repetiremos el procedimiento con la parte de arriba. Después cubriremos también los laterales con la crema de chantilly y la dejaremos en la nevera durante una hora.

Decoraremos con las cerezas con rabito que habíamos reservado y las virutas de chocolate que nos queden. La volveremos a dejar en el frigorífico durante 4 horas y lista para disfrutar.