Conviértete en un experto en maridaje de vinos
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España es uno de los mayores productores de vino en todo el mundo. En nuestro país podemos encontrar la mayor variedad posible, debido a las características climáticas únicas de las que disponemos. Caldos de gran calidad que se disfrutan mucho más cuando sabemos hacer correctamente el maridaje de vinos según el que tenemos en nuestra copa.
¿Tú tampoco tienes claro con qué tipo de aperitivo o comida tomar un vino espumoso? ¿Sabes con qué sabores combina mejor un vino fino de Jerez? ¿Conoces la diferencia entre los diferentes tipos de vinos tinto y los platos más adecuados para servir cada uno?
Hoy vas a convertirte en un experto en el maridaje de vinos con los consejos de los mejores sommeliers. Descubre el significado de maridaje y cómo puedes acertar siempre con la mejor combinación entre la bebida y el tipo de plato que la acompaña. No es fácil, pero con estas nociones podrás defenderte muy bien en el mundo de los vinos y el maridaje.
Qué es el maridaje según los tipos de vinos
El maridaje de vinos es el arte de casar un tipo de vino según sus características con el alimento o el plato que permite realzar sus mejores cualidades a la hora de tomarlo.
En este sentido cobra mucha importancia tanto el sabor como otras cualidades inherentes a la composición del vino, tales como la astringencia, el grado alcohólico, e incluso la presencia o no de gas carbónico.
Esta figura es la encargada, en restauración, de recomendar a los comensales los vinos más adecuados según los platos del menú.
Con un poco de práctica y conociendo la teoría, todos podemos aprender un poco sobre maridaje de vinos. Dependiendo de la intensidad de sabor de la comida y del vino, podemos casar unos alimentos con determinados tipos de caldos, escogiendo la combinación correcta también en nuestro hogar.
Vinos espumosos y cavas
Los espumosos y cavas son vinos con gas carbónico que se suele tomar con motivo de celebraciones, aunque también puede acompañar a varios tipos de comidas y aperitivos.
Son vinos muy versátiles, que pueden combinar tanto con salado, como con dulce o amargo.
Su efecto refrescante lo hace perfecto para tomar, por ejemplo, con embutidos salados, así como jamón o quesos. También potencia el gusto amargo de algunos alimentos como las endibias o los espárragos. Los cavas semisecos son perfectos para tomar con el postre, compensando la acidez del propio vino.
Para poder disfrutar mejor del sabor de los vinos espumosos, ten en cuenta la temperatura, sirviéndolos siempre fríos.
Vinos generosos
Los generosos son un tipo de vino que solo se produce en España. Son típicos de la zona occidental de Andalucía, y los más conocidos son la manzanilla, el vino fino, palo cortado y amontillado.
Son vinos con mucho sabor, que en el sur se toman sobre todo con los aperitivos. La manzanilla, al ser más suave es ideal para acompañar una fritura de pescado. Los finos van mejor con los mariscos y pescados con sabor más fuerte, así como con embutidos o incluso un plato de pulpo.
Los amontillados y el palo cortado, con un sabor más potente, son perfectos para la carne de caza y el paté.
Vinos dulces
Los vinos dulces, como su propio nombre indica, tienen una mayor concentración de azúcares. Presentan un sabor bastante marcado, que no siempre combina con todo tipo de platos y comidas.
Para no anular el sabor, la mejor elección de maridaje de vinos dulces son los postres. Aquellos platos que también tienen un marcado sabor dulce son una excelente combinación con este tipo de vinos. Los postres con crema pastelera, dulces muy cremosos, y sobre todo aquellos que contengan chocolate.
En contraste con el sabor dulce intenso del vino, la acidez de la fruta y el toque salado de los quesos son también muy buena opción. Cuanto menos madura sea la fruta y más sabor tenga el queso, mejor combinación harán con los vinos dulces.
Vinos blancos
Los vinos blancos suelen tener un sabor más suave y una acidez mayor que otros. La gran mayoría son frescos, y por esta razón debemos combinarlos siempre con platos que sean ligeros en consonancia con el vino elegido.
Hoy en día podemos encontrar muy buenos vinos blancos de crianza, con un sabor más intenso. Según su envejecimiento podremos maridarlo con uno u otro tipo de plato.
Los vinos blancos van mejor con la carne de pollo, sobre todo con aquellos platos aderezados con especias o con limón. También con los platos de pasta suaves, acompañadas con salsas de verduras o marinadas.
Los pescados y mariscos acompañan muy bien a los vinos jóvenes, reservando los vinos de crianza para aquellos con un sabor más potente como los peces de río, o el pescado azul.
Vinos rosados
A medio camino entre un blanco y un tinto, los vinos rosados tienen una elaboración tan complicada que no siempre sabemos darle el valor que merecen. Son vinos muy refrescantes, pero con un sabor potente, ligeramente ácidos como los blancos.
Gracias a esta combinación tan explosiva, podemos hacer un maridaje de vinos muy amplio. Sírvelos con embutidos, ahumados y quesos. También con marisco y pescados aquellos que tienen un ligero toque afrutado. Ideales para tomar con arroz tipo risotto, paellas, y todo tipo de preparaciones de pasta.
Los postres también se pueden maridar con vino rosado. Sobre todo con aquellos que tienen un toque más dulce y frutal, que de la misma forma que se pueden tomar en el aperitivo, también encajan muy bien en el maridaje de vinos y quesos.
Vinos tintos
En España existe una gran variedad de vinos tintos diferentes. Más allá del maridaje con la carne roja, hay tantos tipos de tintos que se pueden combinar con casi cualquier plato. Según la potencia del sabor y la astringencia que da el poso del vino, hay algunos que son más adecuados para maridar con unos alimentos en concreto.
Los tintos jóvenes son más suaves, perfectos para acompañar asados de carne, platos de pollo con más sabor, e incluso setas. También combinan mejor con pescados grasos como el atún y el salmón, pasta con salsas más fuertes y pesadas, y aquellos alimentos con sabores más marcados.
Los crianzas y reservas son vinos astringentes, que acompañan muy bien a la carne roja, carne de caza, embutidos, jamón serrano y quesos muy curados. Encuentra el equilibrio entre el sabor del plato y la potencia del vino para que ambas características estén igualadas y se pueden apreciar al mismo tiempo.
Como puedes ver, el maridaje de vinos depende sobre todo del sabor de este y lo sabroso que sea un plato. Cuando organices en una comida en casa o escojas tú mismo el vino para acompañar un plato, haz la mejor elección según el acompañamiento.
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