Norman Foster es británico y nadie duda que es uno –muchos piensan que el más- de los arquitectos más influyentes de la actualidad. Su impronta no ha conocido fronteras y ha llevado su estilo netamente industrial por todo el mundo, asumiendo retos versátiles y arriesgados en muchos casos.
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10 obras de Norman Foster
Descubre qué hace de Foster el arquitecto más popular del medio y el más conocido fuera de los circuitos profesionales. Desde aquel primer estudio – Team 4– que montó con su primera mujer, Wendy Cheesman, en 1965, Richard Rogers y la esposa de este, Su Brumwell; mucho ha crecido la obra del arquitecto por todo el mundo sin perder su estilo industrial tan inspirador.
Entradas del Metro en Bilbao
Conocidas popularmente como fosteritos, las entradas al metro de la ciudad de Bilbao son de las obras de Norman Foster más populares. El acero y el cristal conforman bocas de Metro con el sello indiscutible del arquitecto y han dado a la urbe una personalidad única y reconocible en todo el mundo.
De día, las marquesinas exteriores que albergan ascensores y escaleras de entrada al suburbano bilbaíno dejan pasar la luz, resultan cómodas y muy especiales. Por la noche, se iluminan y permiten también la iluminación de la zona en la que se encuentran sirviendo también como farolas urbanas.
Torre Cepsa de Madrid
El skyline madrileño cambió por completo su aspecto y personalidad con la llegada de las 4 grandes torres que se erigieron sobre la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Foster se encargó de la más alta del conjunto.
La Torre Cepsa es el segundo rascacielos más alto de Madrid. Aunque hoy tiene el nombre de sus actuales inquilinos, ha ido cambiándolo según la empresa que la ha ocupado desde que se erigió en 2009. Externa y visual, se caracteriza por elevar dos enormes pilares de hormigón.
Torre sede de Swiss Re en Londres
Desde un punto de vista técnico, la sede Swiss Re en Londres es uno de los planteamientos arquitectónicos más radicales de Foster. Su planta circular se eleva y ensancha para volver a estrechar en el vértice, ofreciendo a la torre un aspecto sumamente peculiar.
Este rascacielos es además el primer edificio ecológico de Londres. Su forma responde no solo a un placer estético por la diferencia, sino que permite un mayor espacio público en la zona donde se encuentra y su perfil contribuye a reducir la desviación del viento.
Banco de Hongkong y Shanghai
Había que diseñar la mejor sucursal bancaria del mundo y es lo que Norman Foster hizo. La torre de oficinas necesitaba reinventarse, pero no podía hacerse de cualquier forma. El proyecto debía combinar e incorporar ideas preestablecidas, filosofía feng shui y la naturaleza del sector bancario en Hong Kong. Todo ello es este conjunto arquitectónico, icónico en la obra de Foster.
El espacio tiene 90.000 m2 y el edificio se articula en un perfil escalonado de tres torres individuales, de 29, 36 y 44 plantas respectivamente que crean otras de anchuras y profundidades distintas y permiten disfrutar de terrazas ajardinadas.
City Hall de Londres
El nuevo Ayuntamiento de Londres se inauguró en 2002. La apuesta innovadora Foster imprimía nuevo carácter al espacio donde se sitúa, tal y cómo se pretendía al incluirse el edificio dentro del plan de urbanización More London.
La innovación toma forma en este edificio público londinense diseñado con avanzadas técnicas de maquetación infografía, además representa un nuevo planteamiento radical de la forma arquitectónica, consiguiendo un rendimiento energético óptimo, puesto que maximiza la protección contra el sol y reduce al mínimo la superficie expuesta a la luz solar directa.
Torre Hearst en Nueva York
Esta conocida torre, tanto en Nueva York como en todo el mundo, es parte del sueño del magnate editorial William Randolph Hearst. En los 20 se construyó la primera torre de estilo art decó –la base de la actual- y 70 año después, el estudio de Foster afrontó el gran desafió que suponía continuar con el proyecto. Aunar y conseguir un diálogo creativo entre lo nuevo y lo antiguo fue el gran reto, resuelto por el arquitecto.
La torre de cristal y acero ecológico se eleva sobre la antigua a una altura de 44 plantas y está unida en el exterior mediante una falda de vidrio que transmite la sensación de que la torre flota ingrávida sobre la base.
Bodegas Portia
Portia es la primera bodega que diseña Norman Foster y se ha convertido en un icono de vanguardia y un punto de inflexión en este tipo de edificios. Inaugurada en 2010, el edificio con forma de estrella de tres puntas domina el espacio y se ha convertido en todo un símbolo del corazón de la Ribera del Duero.
Acero, madera, hormigón y vidrio vuelven a ser la tónica dominante en una interpretación baja y sobre la tierra menos conocida en la obra de Foster. Sin embargo, el proyecto ha sido todo un éxito en el que los expertos destacan la capacidad del diseño de esta bodega al aunar el equilibrio de los materiales con las formas, de la arquitectura con el paisaje y de la tierra con el cielo.
Puente del Milenio en Londres
Arquitectura, arte e ingeniería se conjugan en un proyecto único en el que participa Norman Foster para crear el único puente de Londres totalmente peatonal para enlazar el distrito financiero de la City con la catedral de San Pablo, al norte, el Globe Theatre y la Tate Modern al sur, en Bankside.
El puente colgante como antecede su nombre se concibió para el año 2000, se ejecutó con una altura de 320 metros, poco profundo y en forma de Y. El ensamblaje está constituido por ocho cables repartidos a lo largo de los laterales de la plataforma de 4 m de anchura. La forma revolucionaria permite a los peatones disfrutar de vistas panorámicas interrumpidas durante su paseo.
Campus Luigi en Turin, Italia
El trabajo de Foster y su estudio era unir las facultades de Derecho y Ciencias Políticas en el seno de un único y moderno campus con capacidad para 5.000 alumnos en Turín. La apuesta arquitectónica ha conseguido nuevas y flexibles instalaciones que responden a las necesidades de un espacio formativo actual como se conciben hoy las universidades.
Sin olvidar lo que la arquitectura tradicional siempre puede enseñar y dejar de ejemplo, Foster ha reinterpretado para esta obra el tradicional patio de colegio enclaustrado, formado por dos edificios conectados.
Museo del Prado, ampliación
En 2016, junto con Carlos Rubio, Norman Foster ganó con su propuesta el concurso para la ampliación del Museo del Prado. La aprobación de los diferentes presupuestos se ha ido dilatando el inicio de esta obra que sin embargo, parece que estará en marcha en este 2019 y se augura su finalización para 2022.
La propuesta de Foster para la rehabilitación del Salón de Reinos, la segunda gran ampliación de la pinacoteca madrileña, incluye ampliar en 2.500 metros cuadrados el espacio expositivo y deja libre de añadidos esta zona, pero lo viste con un decorativo e innovador pórtico de esbeltos pilares de acero.
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