Ideas para revestimientos exteriores. Tipos y diferencias
Arquitecto, apasionado del diseño. Desarrolla su actividad profesional a través de su estudio med.arquitectos, del que es cofundador y arquitecto de proyectos. Compagina su actividad principal trabajando como escritor para el periódico Diario de Almería en la columna semanal "La Cuarta Pared", a la vez que colabora con MAPFRE redactando artículos técnicos, constructivos y de diseño.
Cualquier espacio habitable necesita, inevitablemente, protegerse de la intemperie. Y esto suele resolverse mediante las distintas capas que componen los cerramientos de fachada. Entre ellas, nos encontramos con los revestimientos exteriores, que además de otorgar el aspecto exterior de los muros y paredes, también ayudan a impermeabilizar los paramentos verticales.
Estos revestimientos se pueden agrupar en dos grandes grupos: los revestimientos continuos, como pueden ser los morteros monocapa o la pintura pétrea de exterior y los revestimientos discontinuos, aquellos que están compuestos por distintas piezas que se van ensamblando hasta conseguir un aspecto general uniforme.
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Estas piezas suelen colocarse principalmente de dos maneras, pegadas mediante algún tipo de mortero de agarre continuo o a partir de la instalación de un sistema de perfiles horizontales y verticales, montantes y travesaños, sobre los que se anclan dichas piezas mecánicamente.
Los distintos tipos de revestimientos exteriores discontinuos
La composición del acabado de los muros exteriores a partir de piezas otorga una gran libertad creativa a la hora de diseñar nuestros revestimientos. Existen una infinidad de materiales con los que podremos revestir nuestras paredes. Cada cual más moderno y rompedor, pero todos con una misma finalidad, infundir de un importante valor decorativo a dichas paredes.
Atendiendo a los distintos materiales, podemos resumir cinco grandes grupos:
Las baldosas cerámicas
Comúnmente denominadas plaquetas decorativas. Estas piezas solían ser de un tamaño pequeño para que fuesen fácil de colocar por el instalador, de esta forma, pesaban muy poco y se podían colocar con las propias manos. Sin embargo, con el avance de la tecnología se han llegado a desarrollar piezas extra grandes, muy finas y con una gran flexibilidad que necesitan de otros medios para su instalación. Tienen una enorme versatilidad en sus acabados, ya que las piezas porcelánicas actuales pueden imitar prácticamente cualquier cosa que se nos ocurra, desde la piedra o la madera, hasta las piezas metálicas.
Paneles de composite
Se trata de piezas multicapa formadas normalmente por un sandwich de aluminio relleno de polietileno. Su colocación suele ser en seco, mediante perfiles metálicos. Aportan una gran variedad de colores y suelen presentar un aspecto suave y liso. Tienen una gran maleabilidad y son perfectos para formas orgánicas complejas.
Listones o tablas de madera
No podríamos pasar por alto los revestimientos con madera, se llevan empleando desde la antigüedad y es una manera muy elegante de resolver estos revestimientos. Es un material noble que dota de cierta personalidad al espacio y debe ser tratada con productos especiales para su uso en la intemperie, ya que necesitará soportar las inclemencias del tiempo, bien sea la lluvia o el sol en exceso.
Piedras naturales
Al igual que la madera, es un material natural, recogido de canteras y colocado posteriormente piedra a piedra. Por lo general, es un sistema caro, pero su belleza, singularidad y exclusividad lo justifican.
Paneles SATE
Si fuese necesario incrementar el aislamiento de algún cerramiento, se puede aprovechar la ocasión para solucionar dos problemas con el mismo material: los paneles de poliestireno expandido de alta densidad. Estos aportan un acabado muy parecido a los revestimientos continuos, pero no son especialmente bonitos, anteponen el confort a la decoración.
Paneles GRC
Por último, nos encontramos con revestimientos de paneles de cemento mezclados con fibra de vidrio, con los cuales, conseguiremos grandes y esbeltas piezas para revestir paredes y conseguir un aspecto parecido al hormigón. Son muy ligeras y se colocan siempre mediante un entramado de montantes y travesaños.
Todas estas soluciones pueden a su vez ser recubiertas por algún tipo de vegetación, consiguiendo así las denominadas fachadas vegetales. Que dotan de un aspecto muy natural a cualquier pared. Su complejo mantenimiento y elevado precio hace que no sean muy comunes.
¿Qué revestimiento es más apropiado para el exterior de mi vivienda?
Por lo general, en las edificaciones más convencionales, se suele buscar un equilibrio entre facilidad de mantenimiento y el aspecto decorativo. El material que mejor reúne estas dos condiciones es la cerámica. Con ella, podemos revestir nuestras paredes con casi cualquier acabado, color y textura. Incluso podemos utilizar piezas de distintos tamaños. Es muy versátil y resistente a las inclemencias meteorológicas.
La forma de instalación más utilizada coincide con la manera tradicional de alicatar los interiores, mediante morteros continuos de agarre. Bien es cierto que evita el uso de otros elementos que dificultan la obra, pero sin embargo, podemos correr cierto riesgo de desprendimiento si el material de agarre no es el adecuado o si no se han ejecutado las obras de la mejor manera. Para este tipo de incidencias, siempre podemos contar con un Seguro de Hogar MAPFRE, que nos ayudará a resolver estos pequeños problemas que cualquier revestimiento pueda ocasionarnos.
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