Si quieres elegir una alfombra de fibras vegetales para tu hogar, es posible que te hayas planteado distintas opciones. Las más comunes son las alfombras de yute y de sisal. Te contamos cuáles son las principales diferencias entre ellas para que puedas elegir la más adecuada para la decoración de tu casa.
Alfombras de fibras vegetales
Las alfombras de yute o sisal son muy populares ya que son muy versátiles y se adaptan a cualquier ambiente. Ambas son resistentes, con tonalidades naturales y tejido rugoso por lo que serán ideales para ambientes muy transitados ya que son resistentes a la suciedad, se pueden limpiar fácilmente con el aspirador y requieren un mantenimiento mínimo. A continuación, te contamos cuáles son las principales características de cada una de ellas.
Alfombra de yute
Las alfombras de yute están elaboradas con una planta herbácea con este nombre. Su origen es tropical y entre sus particularidades destaca su utilidad para la fabricación de tejidos. Presentan tonos arenosos, por lo que son muy discretas y pueden combinar fácilmente con cualquier decoración, es difícil encontrar dos iguales ya que su color varía bastante y son más oscuras que las alfombras de sisal.
Son ecológicas, biodegradables y únicas. Al elaborarse con una planta que no requiere mucha agua, su huella en el medio ambiente es muy baja. Son frescas e ideales para cualquier época del año ya que no acumulan el calor y ayudan a regular la humedad del ambiente.
Si quieres hacerte con una alfombra de yute debes tener en cuenta que la humedad no les sienta bien, por lo que deberás tener cuidado de no derramar líquido sobre ellas. Por este motivo no son aptas para exteriores ya que pueden pudrirse.
Alfombra de sisal
Son alfombras aún más resistentes que las de yute ya que su fibra vegetal lo es más y son capaces de mantener su forma durante mucho tiempo sin deformarse. Cuentan con tonos tierra que van desde el beige al color hueso. Sus fibras son capaces de atrapar el polvo que se encuentra en suspensión en el aire. Esto hace que sean muy adecuadas para hogares en los que viven personas con alergias.
Se pueden limpiar fácilmente usando un aspirador, por lo que no requieren demasiado mantenimiento. Por otro lado, son completamente ecológicas y biodegradables. Las alfombras de sisal proceden de una planta llamada agave, la misma de la que se obtiene el tequila y se obtiene mediante métodos artesanales.
Otra de sus ventajas es que gracias a sus fibras es una alfombra tanto ignífuga como aislante. Estas alfombras son ideales para cualquier estancia en el interior de tu casa, además de decorar ayudan a controlar la humedad y los ruidos.
La limpieza es una de sus principales desventajas, aunque el mantenimiento es sencillo y puede realizarse con un aspirador, si estas reciben una mancha, por ejemplo, de barro, acabar con ella será muy complicado. Por este motivo la mejor opción es colocarlas en lugares poco transitados o en los que utilices calzado especial para estar en casa y evitar las zonas de exterior.
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