LO QUE DEBES SABER… |
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El blanco es el color por excelencia para decorar cualquier tipo de estancia, pero para pintar un piso pequeño aún más. Da sensación de amplitud, de limpieza y si además elegimos un blanco con brillo, esta sensación aumentará todavía más.
Gamas de tonos claros
Otros colores que también quedan perfectos en estos espacios son los crema, el champán, los amarillos suaves y los tonos pastel. Lo que conseguimos con estos colores es que la luz rebote en ellos y se produzca un efecto amplificador. La gama de los naranjas suaves y los tonos salmón también son perfectos para los pisos pequeños.
Pero si lo que nos gusta es darle vida a nuestra casa a través de las paredes y nos encantan los colores algo más llamativos, podemos decantarnos por el azul eléctrico, el verde esmeralda o el fucsia, eso sí, siempre combinados con otros de la misma gama mucho más claros y eligiendo una sola pared para pintar el tono más llamativo.
Los techos siempre deben tener tonos claros, al menos más que los de las paredes, aunque lo ideal es pintarlos de blanco.
Colores originales para sitios insospechados
Los tonos que podemos desechar son los amarillos mate y los colores oscuros que no aporten brillo.
Bajo ningún concepto debemos pintar todas las paredes en colores oscuros sin combinarlos con otros más claros, esto lo único que conseguirá es que la sensación visual sea la de reducir espacios.
Si queremos dar color a una habitación pero no queremos saturarla pintando toda una pared, aprovecharemos elementos como los radiadores, los fondos de las estanterías o los zócalos para situar los colores más fuertes. Le daremos un toque llamativo y original a la estancia que marcará la diferencia sin reducir espacios.