La cortina de baño tiene una funcionalidad práctica muy concreta, pero también estética. Este accesorio, si no tienes mampara, goza de una gran presencia en el cuarto de baño, por lo que su elección no debe tomarse a la ligera.
Vamos a mostrarte los aspectos fundamentales en los que debes fijarte para elegir las más adecuadas.
¿Plásticas o textiles?
Unas buenas cortinas de baño, además de ser impermeables para evitar que el agua salpique fuera de la ducha o bañera, es que sean resistentes al moho. Por eso, a la hora de elegir los materiales debemos tener esto en cuenta.
Existen principalmente dos tipos:
- Textiles: tienen un tacto más natural y suelen incluir un peso en el dobladillo inferior para evitar que, con el calor, se peguen al cuerpo mientras nos duchamos. Pueden convertirse en una fuente de bacterias si no se secan y ventilan adecuadamente. Tienen diseños más sobrios y elegantes.
- Plásticas: son más económicas, completamente impermeables y soportan mejor la humedad, por lo que son más resistentes al moho que las textiles. Es recomendable que incorporen un tratamiento antiestático para evitar que se peguen al cuerpo. En cuanto a diseños, no hay límites, podemos encontrarlas en una gran variedad de formatos, colores y estilos.
Tipo de sujeción
En este apartado, lo que debemos buscar es la comodidad de uso, es decir, que nos permita deslizar la cortina sin impedimentos o descolgarla fácilmente para meterla en la lavadora.
En cuanto a la barra, ésta puede ir fijada mediante tornillos (es la más estable y segura) o con ventosas, un sistema autoadherente o a presión (evita hacer agujeros en el azulejo, pero es menos estable). Existe otro sistema menos popular conocido como barra araña. Su funcionamiento de apertura es similar al de un paraguas y la cortina se cuelga en cada una de sus varillas. Es una buena idea para espacios reducidos.
Para sujetar la cortina a la barra podemos usar:
- Anillas: son el sistema más popular. van colgadas a la barra e introducidas en los ojales de la cortina y cada anilla tiene un sistema de apertura cierre.
- Anillas rápidas: están insertadas dentro de la barra y la cortina.
- Tablillas: consiste en meter la barra por una abertura del dobladillo superior de la cortina. Es una opción muy estética, pero hay que tener en cuenta que para lavar la cortina hay que desmontar la barra.
¿De qué color?
El color es determinante a la hora de aportar un aire concreto al baño:
- Transparentes: para baños pequeños en los que se busque una mayor amplitud visual y más iluminación.
- Blanco y tonos neutros, sobre todo en texturas lisas, ayudan a focalizar la atención en otros detalles y accesorios del baño.
- Marrones y grises medios: ideales para una decoración elegante, pero sobria, y para cuartos de baño masculinos.
- Colores vivos: casan muy bien en baños completamente blancos para dar una nota de alegría y contraste.
¿Estampadas o lisas?
Si no quieres correr riesgos decorativos, lo mejor es apostar por cortinas lisas. Los blancos y neutros son un acierto seguro, pues conjugan bien en todo tipo de espacios, pero siempre debes buscar tonos que contrasten y centren la atención. Son perfectos para espacios pequeños, pero son más delicadas, ya que las manchas no se disimulan.
Las cortinas estampadas suelen elegirse con la intención de ser el foco de todas las miradas. Son perfectas para baños grandes, ambientes rústicos o para espacios en los que predominan los colores claros o insulsos.
En este caso, hay que elegir bien para que el dibujo o diseño vaya en sintonía con el resto de objetos del baño, siempre evitando recargar en exceso.
- Cuadros vichy, escoceses, grandes, pequeños… ideales para baños rústicos.
- Rayas, chevron, etc., aportan un aire elegante, sin pretensiones, para una decoración moderna. Además, bien elegidas, ayudan a crear un efecto visual para que el espacio parezca más amplio.
- Patrones geométricos: para baños modernos, ayudan a enfatizar la decoración sin caer en excesos.
- Flores y elementos naturales: para estancias de decoración clásica que incluyan madera y materiales naturales. Dan frescura y aportan una sensación acogedora.
- Diseños boho y étnicos: para baños con una decoración muy acorde convertidos en un oasis del descanso.
- Estampados fotográficos: una buena forma de llevar, por ejemplo, las olas del mar, un atardecer, o el skyline de una ciudad a tu cuarto de baño. Son ilustraciones realistas que dan un aire artístico al baño.
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