Y es que sobran las ventajas a la hora de decantarse por él, además de que siempre te resultará más económico, fácil de encontrar, igualar el tono si te has quedado corto y, en definitiva, ahorrarte dolores de cabeza.
Cinco razones para pintar de blanco
Puedes arriesgarte con muchos colores, pero si lo que quieres es un acierto seguro, recuerda que el blanco es un color con algunos valores indiscutibles a la hora de pintar tu casa.
- Luminosidad. Puedes pintar la casa en colores pastel o combinar con tonos más fuertes, pero lo cierto es que si buscas aprovechar al 100 por 100 la poca o la mucha luz que tenga tu casa, el blanco es el único color que puede hacerlo con resultados inmejorables. El blanco sobre las paredes refleja la luz y hace que se cuele en tu casa y multiplique su efecto luminoso. No importa si tienes mucha o poca luz en casa, lo cierto es que siempre más es mejor y el blanco es el color para lograr ese efecto potenciador de la luz natural que tan bien sienta a todos los hogares.
- Espaciosidad. El blanco es un color multiplicador del espacio, por lo tanto, si piensas que a tu casa le faltan metros, necesitas blanco en tus paredes y en el techo, el blanco crea espacios amplios, da sensación de orden y equilibrio. Las habitaciones que se pintan de blanco crecen en metros, ya que el blanco no crea barreras, sino que deja a la vista perderse en el horizonte.
No evites el blanco si tu casa ya es grande, el blanco potencia los espacios amplios convirtiéndolos en lugares para el disfrute, las habitaciones que ya son amplias, con el color blanco en sus paredes, ganan en sensación de libertad. - Versatilidad. No importa el estilo que busques para tu casa: hay un blanco clásico y sofisticado, un blanco moderno y estiloso, un blanco vintage, un blanco colonial… El blanco es un color capaz de colarse con eficiencia en cualquier estilo de decoración presente, pasado y futuro. No hay límites para el blanco por lo que si no tienes claro el estilo de tu casa o quieres combinar varios, el blanco es siempre la base perfecta, sin riesgo.
Con un blanco de base en las paredes de tu vivienda, puedes crear luego el ambiente o estilo que prefieras sobre la base de blanco que se adapta sin problemas y con suma facilidad a los estilos más variados. Si te gusta cambiar a menudo, el blanco también es tu color. - Mantenimiento y limpieza. No hay un color más fácil de mantener en perfecto estado y como recién pintado que el blanco, es fácil de limpiar con productos específicos, si sufre algún tipo de salpicadura o mancha accidental, sin temor a que la parte afectada pierda parte de su color y no quede igualado con el resto de la pared. Por otra parte, el trabajo de pintura con el color blanco es mucho más sencillo y los resultados son perfectos, incluso sin experiencia.
El blanco puede pintarse una y otra vez, toda la casa o por partes, y aunque es cierto que puede ensuciarse o parecer desgastado o antiguo antes que otros colores neutros, es tan fácil de pintar que no es un problema. - Moda. Si todas las anteriores no te parecen suficientes ventajas para elegir el blanco como color para las paredes de tu casa, ten presente que la moda también apunta hacia el blanco. Aunque las paredes blancas pueden combinarse con otros colores, técnicas o detalles decorativos; el blanco sin más artificios se lleva mucho y en todas las estancias de la casa.
Aunque el blanco no es el único color de moda, es cierto, que lleva varias temporadas en el top ten de los colores de moda y, dado su éxito y aceptación, está claro que tardará en marcharse.
En definitiva, no hay duda de que no te vas a equivocar si pintas en blanco tu casa. Tampoco te vas a arrepentir ni te cansarás pronto, ya que puedes personalizarlo y disfrutarlo como prefieras, siempre con un ambiente acogedor, cálido y confortable.
El Seguro de Hogar MAPFRE te ayuda a que tus paredes siempre luzcan blancas -o del color que prefieras- con sus coberturas actuales y de uso cotidiano para que siempre tengas las mejores soluciones a tu alcance.