Lagom, el movimiento de la decoración y el orden
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Llega una nueva tendencia que amenaza con sustituir al estilo hygge como concepto nórdico por excelencia. Se trata del lagom, toda una filosofía de vida que apuesta por el orden, la simplicidad y el minimalismo, que abarca todos los campos, incluido el de la decoración, y que repercute de forma directa en el estado de ánimo.
Al menos eso es lo que aseguran los suecos, creadores de este movimiento que promueve un modo de vida sencillo y sostenible, de espacios abiertos y ordenados en los que la luz es la protagonista absoluta. ¿El objetivo? Encontrar el equilibrio perfecto para ser feliz.
¿Qué es el lagom?
Lagom es una palabra sueca que podría traducirse como “la cantidad justa”, y esa es la clave de todo. Este estilo busca tener lo necesario, sin pasarse y sin quedarse corto, manteniendo la cordura entre lo que se gana y lo que se gasta, lo que se adquiere y lo que se tira. Es velar por el medio ambiente apostado por lo ecológico y lo sostenible.
En la decoración, se trata de crear espacios que inviten a pensar aquello de “como en casa, en ningún sitio”. Todo esto es la teoría, pero ¿Cómo aplicarlo en la práctica?
Cómo llevar la filosofía lagom a la decoración del hogar
A pesar de su clima de frío extremo y las pocas horas de luz, los países nórdicos ocupan siempre los primeros puestos en los rankings mundiales de felicidad. ¿Cómo lo consiguen? Con sus hogares. Solo ellos saben dar con la clave para convertir sus viviendas en refugios perfectos, sacando el máximo partido a lo que tienen, y cuidando el medio ambiente. Y eso es lo que pretende el lagom.
Una buena forma de empezar a vivir esta filosofía es incorporando sus conceptos en la decoración del hogar. No se trata de cambiarlo todo, lo que resultaría excesivamente costoso, sino de adaptar lo que ya tenemos y de preguntarnos, con absoluta sinceridad, la razón de conservar ciertos objetos o muebles.
Si aún no lo tienes claro, estos tips te ayudarán a poner el lagom en práctica.
Decorar con lo justo
El lagom es una corriente no consumista que aboga por vivir con lo justo. Puede parecer extraño que, en la sociedad en la que vivimos, en la que los caprichos se convierten en necesidad, surja una corriente que hable de moderación. Pero así es. El minimalismo es una de las normas básicas del lagom y una de las cosas que te harán ser más feliz.
Desecha todo lo que no necesites y da la bienvenida a la sencillez. Construye espacios abiertos, lineales y austeros, pero con personalidad.
Elige concienzudamente los objetos y aboga por la austeridad.
Todo en orden
El orden es uno de los trucos para conseguir la decoración perfecta, ya que permite ganar visualmente unos metros a espacios reducidos, al tiempo que hace que el hogar sea más funcional. Y el orden es, también, una de las bases del lagom. Si los muebles son prácticos y funcionales, y no hay exceso de elementos decorativos, no debería costar mantener la casa organizada.
Todo debe estar en su sitio, pero también debe tener una apariencia agradable a la vista, como esta despensa.
Bonito y funcional
Los elementos y accesorios decorativos deben gustarte, pero también deben cubrir tus necesidades. Se trata de crear un espacio atractivo y funcional en el que el diseño no esté reñido con lo práctico.
Busca objetos funcionales, como soluciones de almacenaje, que cumplan también con la función decorativa.
Pasado y presente, en armonía
Los espacios minimalistas y sencillos pueden ser demasiado aburridos. Una buena forma de contrarrestar este efecto es incluyendo piezas antiguas que rompan la monotonía y aporten un detalle en interiores demasiado impersonales y estilizados.
Combina los elementos nuevos con algunas piezas de otras épocas, recuerdos familiares, y objetos vintage que puedes encontrar en mercadillos y que aun rezuman el encanto del pasado. También puedes optar por incluir piezas convertidas ya en iconos del diseño, aquí te contamos dónde comprar los mejores muebles de diseño al mejor precio.
Upcycling en estado puro
¿Quieres deshacerte de algún objeto inservible o que haya quedado en desuso? Un momento, porque en el pensamiento lagom, igual que no se compra por comprar, tampoco se tira nada por tirar. Muchas de las cosas que tienes en casa y que ya no te sirven pueden tener una segunda vida y, además, estarás contribuyendo al cuidado del medio ambiente, otro de los puntos básicos de esta filosofía.
En Internet encontrarás numerosos proyectos DIY con los que renovar y cambiar cualquier elemento de tu hogar.
Contacto con la naturaleza
Usa y abusa de las plantas, porque el aire fresh que aportan es una de las claves para vivir más feliz. Usa y abusa de ellas, y busca también su lado práctico, como unas plantas que, además de decorativas, sean comestibles o aromáticas.
Paleta cromática que invita al orden
No arriesgues con la paleta cromática. En el lagom, los neutros son tus mejores aliados. Pero, a diferencia del hygge, ahora puedes elegir entre una mayor variedad de tonos y matices cálidos en una paleta que va más allá del blanco.
Las paredes de colores claros dan la sensación de orden y armonía. Si quieres arriesgar, hazlo en los complementos, siempre con mesura, e incluye papel pintado en algunas paredes. Verás como tu casa respira de otra forma.
Cuestión de luz
Las pocas horas de luz en Suecia hace que este aspecto sea uno de los más recurrentes en decoración, y el lagom no podía ser menos. Es más, en esta tendencia, la luz es la protagonista absoluta de todas las estancias de la casa.
Además de la iluminación que entra por las ventanas, los apliques, las lámparas y las velas juegan un papel relevante. Y mejo aun si se opta por bombillas de bajo consumo, una forma más de contribuir a la sostenibilidad. También puedes optar por los paneles de luz que imitan ventanas para crear otro aspecto en las habitaciones más oscuras.
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