Cuando ponemos la mesa, ya sea para el día a día o para una ocasión especial, tenemos la opción de elegir un mantel que la cubra por completo (ya sea de plástico, de fibras lavables o de tela) pero también podemos utilizar manteles individuales. Esta opción es cómoda (fácil de poner, quitar y lavar), bonita y muy versátil, ya que puedes jugar con formas y colores y combinarlos con tu vajilla y resto de accesorios como las servilletas y los servilleteros. Te presentamos una selección de manteles individuales para tu mesa, clasificándolos por formas, tejidos y ocasiones.
Según la forma
Puedes aprovechar la forma para jugar con los complementos y combinarlos. La tendencia más actual es poner un camino de mesa a lo largo y después los manteles individuales en cada sitio.
Rectangulares y cuadrados
El mantel cuadrado dará un toque minimalista a tu mesa, porque a menos que lo elijas muy grande, ocupa menos espacio y está recomendado para mesas pequeñas o con muchos invitados: delimitarán el espacio de cada uno.
Juega con las formas de los platos e incluso la cristalería: si te gustan las formas geométricas, por ejemplo, aprovecha la simetría del cuadrado del mantel para poner platos también cuadrados y oriéntalos con forma de rombo.
El rectangular es el más clásico: por su forma permite que los cubiertos, vasos o copas, servilleta y plato de pan se coloquen encima (además del plato principal).
La vajilla que mejor combina con este tipo de manteles es la clásica de platos redondos, y además si pones algún adorno como una figura de cristal o una vela (puedes optar por las que van con pilas si no quieres correr riesgos) complementarás a la perfección el espacio rectangular.
Redondos y ovalados
Un mantel individual redondo utilizado como bajo-plato queda precioso y cumple doble función: da ese toque elegante y protege la mesa.
Aprovecha y arriesga con los colores: los bajo-platos admiten contrastes (colores vivos por ejemplo), dibujos (platos lisos y mantel con cuadros) e incluso texturas (si tu vajilla es de loza o porcelana, permítete la licencia de emplear manteles más rústicos).
Formas indefinidas
Formas de la naturaleza como hojas, copos de nieve, flores… hay manteles individuales con formas muy originales, que pueden darle un toque único a tu mesa sin perder elegancia.
No tengas miedo y combina diferentes formas, seguro que si cuidas los colores la forma sólo será un añadido para mejorar el aspecto de tu combinación.
Por su tejido
De tela
Los manteles individuales de tela son más elegantes, suelen utilizarse para cenas más formales y puedes elegir entre muchos estampados o colores lisos (echa un vistazo a los de vainica o encajes porque no te dejarán indiferente). Cuando elijas un estampado, si tiene mucho color recuerda elegir una vajilla neutra o combinada con los manteles pero en color liso, y lo mismo con las servilletas (si no son iguales que los manteles). Aprovecha el color en las decoraciones navideñas y de fiestas alegres.
De fibras naturales
Bambú, rafia, sisal… todos los tejidos naturales son perfectos para cualquier tipo de mesa, y como manteles individuales no son una excepción.
Juega con las texturas que te da la naturaleza e introduce ramas de alguna planta o flores frescas para conseguir una asociación perfecta.
De plástico y materiales resistentes a las manchas
Nada como pasar un paño y que esté listo para guardar, ¿verdad? Este tipo de manteles son ideales para cuando hay niños en casa y para tus reuniones de exterior, en las que es más fácil que se manchen.
Otra idea muy original y bonita es combinar diferentes manteles. Por ejemplo, uno al centro de la mesa y otros distintos para los comensales, y aprovecha ese contraste para dar tu toque personal. No habrá una mesa como la tuya.
Ya has visto que hay muchas opciones para tus manteles individuales, cuida siempre los detalles y no dejes nada al azar, como con tu Seguro de Hogar MAPFRE, que te ayudará a tenerlo todo bajo control.